APORTES DE LAS CIENCIAS DEL LENGUAJE A SUS PRÁCTICAS EDUCATIVAS EN REDACCIÓN DE CRITERIOS DE EVALUACIÓN CONTEXTUALIZADOS
En los establecimientos educativos se debe tener como objetivo esencial y primordial situar como eje principal la promoción del dominio de las herramientas semióticas tanto orales como escritas, que permitan a los docentes y estudiantes la correcta apropiación del conocimiento cotidiano y científico, y ponerlo en práctica en la producción de textos orales y escritos como parte esencial para la cultura y sociedad en la que coexiste con otros seres iguales a él o ella.
Por consiguiente, el aprendizaje de las ciencias del lenguaje, partiendo de la asimilación, uso y aplicación de cada una de las formas del lenguaje mismas propias de cada cultura, permite la ampliación de los saberes existentes dentro de la misma. Es decir que en cada uno de los discursos (científico, académico o cotidiano) se construye la misma experiencia que tiene el ser humano de una forma natural, física, social y biológica que será fortalecida dentro del a misma escuela, donde el proceso adquirido desde el nacimiento y la obtención del lenguaje oral que será posteriormente utilizada de forma escrita, mismo que será utilizado para emitir pensamientos o como se le denominará en este tratado, textos orales y escritos.
1. La noción del lenguaje:
Por ente el lenguaje oral y escrito es una actividad propia de todo ser humano, que sólo a él concierne y que le permite tener una comunicación eficiente y eficaz con el objetivo de poder relacionarse, de expresar y comprender mensajes de tipo oral o escrito.
Entonces, el lenguaje, desde la teoría del discurso tiene
“El objetivo principal de esos estudios es describir todas las operaciones que ocurren en un contexto situacional preciso, cuando alguien traduce un cierto contenido conceptual para sus interlocutores en una lengua dada. El método de trabajo es comparativo: busca construir una teoría representativa del funcionamiento lingüístico, describiendo simultáneamente lenguas muy diferentes, y confrontando elaboraciones teóricas con nuevos datos (fabricación del modelo partiendo de una única unidad disponible, esto es, de enunciados en su contexto) y su validación, simulando la producción de secuencias de superficie, a partir de operaciones definidas en el modelo.” (Mugrabi, 2004)
Por consiguiente, el lenguaje en sí, debe de abordar ocho capacidades en el proceso de emitir pensamiento verbal y escrito los cuales los describe Mugrabi, (2 004), las cuales las define literalmente de la siguiente manera:
1. Narrar. Capacidad de configurar las acciones humanas, a través de la creación de un mundo discursivo en el cual se confiere un cierto número de propiedades a los personajes y se crea una intriga. Eso implica la centración en un acontecimiento, el mantenimiento de una presencia constante de los protagonistas; el establecimiento de un cierto orden entre los componentes del acontecimiento, que están unidos por relaciones temporales y causales y que mantienen entre sí relaciones de oposición simétricas; la construcción de una recursividad (repetición de la estructura narrativa). El desarrollo de capacidades de narrar supone la toma de conciencia de que la narración exige al menos dos sujetos comprometidos en una relación de interacción, una finalidad del texto, evaluaciones destinadas a preparar la interpretación y vestigios de la toma de posición en las proposiciones (modalización y focalización).
2. Describir. Capacidad de transformar el mirar en lenguaje, o sea, actividad indistintamente visual y lingüística que transforma la observación en palabras, con vistas a HACER VER de una cierta manera, a construir una imagen de un objeto, de un ser o de una situación, de manera que el lector/oyente tenga la impresión de representarse, conocer o reconocer el objeto descrito.
3. Relatar. Capacidad de representar por medio del discurso experiencias vividas y/o observadas, situadas en el tiempo.
4. Argumentar. Capacidad de construir un discurso buscando intervenir sobre las opiniones, las actitudes o los comportamientos de un auditor o de un auditorio. Implica movimientos enunciativos de justificación, de refutación y negociación de tomas de posición, con vistas a la participación activa y al acuerdo consciente de los interesados.
5. Explicar. Capacidad de sustituir un discurso menos inteligible por un discurso más inteligible, este último está orientado hacia lo real por procedimientos de verificación combinando reglas lógicas y prácticas empíricas
6. Prescribir. Capacidad de actuar verbalmente sobre la conducta de otro, orientando su acción según un conjunto de pasos o procedimientos
7. Exponer. Capacidad de organizar un conjunto de informaciones o hechos, presentándolos según un cierto orden, o según una cierta lógica.
8. Poetizar. Capacidad de construir mundos discursivos a través de un trabajo intenso sobre el ritmo, las formas y las unidades semánticas que exploran la dimensión emocional de los seres humanos por medio de metáforas, imágenes, etc.
Entonces, estas capacidades lingüísticas son elementales para que se desarrolle una lingüística textual (Mugrabi, 2004) que puede permitir una correcta redacción de textos de cualquier índole. En definitiva, la lingüística y sus campos contextuales permiten una formulación de ideas, por consiguiente es fundamental que al momento de redactar los criterios de evaluación el mismo docente comprenda lo que redacta y al mismo tiempo quien los lee, pudiendo ser el estudiante, el padre de familia u otra autoridad.
Dicho de otra manera, el manejo de cada componente de la lengua para emitir los mensajes escritos y orales, son vitales para una correcta comunicación escrita de lo que se desea alcanzar en el estudiante, y especialmente lo que se desea observar a partir de los instrumentos de evaluación aplicados dentro y fuera del salón de clases, antes, durante y después de una actividad de aprendizaje.
Por consiguiente, la redacción de criterios, en unión con la lengua, permitirá una exitosa práctica educativa, considerando esto a partir de lo que Vygotski y Piaget hablan en sí de lo que es la práctica educativa exitosa, la cual es “el conocimiento como construcción producto de la actividad del sujeto, la interacción social que media la dicha construcción y las herramientas que las hacen posible”, que orientada a la aplicación de un constructivismo mediático entre el aprendizaje y las actividades de aprendizaje evaluadas a partir de los mismos criterios de evaluación que permitirán identifica las fortalezas, debilidades y habilidades adquiridas por el mismo estudiante en el desarrollo de cada actividad propuesta por el docente.
En consideración de las prácticas educativas exitosas, evaluadas a partir de una serie de instrumentos de evaluación conteniendo criterios de evaluación contextualizados a la realidad del estudiante, es importante considerar El Valor Lingüístico, el que compuesto con cuatro “fases” que así llamaremos:
1. La lengua como pensamiento organizado en materia fónica
Todo pensamiento que se transmite, busca emitir una secuencia de conceptos comprensibles para quien recibe como para quien emite, es decir que esta organización considera la el sonido y la ideas Saussure, (1 997): “pensamiento-sonido" que implica divisiones, donde actúa como el "dominio de las articulaciones" donde cada término lingüístico es un miembro, un artículus, donde se fija una idea en un sonido y donde un sonido se hace el signo de una idea”.
Este punto es vital dentro de una redacción de textos, pues permite una correcta redacción de pensamientos. Los mismos que deben de ser comprensibles.
2. El valor socio-lingüístico considerado en su aspecto conceptual
En la redacción de los criterios de evaluación, este aspecto es elemental, ya que permitirá la comprensión de los mismos, determinando qué es lo que se verá reflejado en el estudiante al realizar las actividades de aprendizaje, mismos que serán observados por su evaluador (un compañero o compañera y el docente), por consiguiente “La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las señales militares, etc., etc. Sólo que es el más importante de todos esos sistemas” Saussure, (pág. 43, 1 997), donde el pensamieto expresado será el observado dentro del mismo quehacer del estudiante, todo esto reforzado en lo elemental que es apoyarse en la cultura del estudiante, ya que permite que la eduacion sea de forma intercultural, misma accion que permite abordar todo concepto educativo desde la misma cosmovision social y cultural del estudiante.
3. El valor lingüístico considerado en su aspecto material
En la redacción de criterios de evaluación, el valor de la palabra o como lo denomina Saussure valor lingüístico, es fundamental ya que de lo que se escriba, se determinará lo que se va a observar en los estudiantes al momento de hacer o realizar las actividades de aprendizaje establecidas por el docente para alcanzar o evidenciar las competencias propuestas para tal fin; Saussure (pág. 141-142, 1 997) dice que “Lo que importa en la palabra no es el sonido por sí mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir una palabra de todas las demás, pues ellas son las que llevan la significación”.
4. El signo considerado en su totalidad
Una redacción no comprensible, provoca una incomprensión de lo que se desea que realice el estudiante en la ejecución de los procesos al momento de realizar las actividades de aprendizaje programados para evidenciar la competencia, es decir que, si no se da a comprender lo que se evidenciará, la evaluación a partir de un instrumento de evaluación el éxito de esta acción no será válida y Saussure, (pág.144, ref. ver pág. 139, 1 997) lo manifiesta de esta manera: “La prueba está en que el valor de un término puede modificarse sin tocar ni a su sentido ni a su sonido, con sólo el hecho de que tal otro termino vecino haya sufrido una modificación”.
La importancia de una redacción de criterios de contextualización, en la evaluación de actividades de aprendizaje es fundamental, ya que a partir de esta acción se busca se fortalezca las habilidades y destrezas de los estudiantes detectando las debilidades del mismo a partir de esta redacción, por otro lado, el hecho de contextualizar los mismos, permite valorar la cultura del estudiante, su entorno y su forma de aprender. Ya que se considera en esta redacción, cómo asimilan los conocimientos, los conceptos y contenidos en cada actividad de aprendizaje, con el objetivo de que los planes didácticos se adecuen según las necesidades del aprendizaje de cada estudiante, que en el Curriculum Nacional Base se denomina adecuación curricular.
Bibliografía consultada
Mugrabi, A. F. (2 009). Bases teóricas y prácticas de la Pedagogía del Texto. Fundamentos lingüísticos, gnoseológicos y epistemológicos. Medellin: Infantes del Mundo.
Mugrabi, E. (agosto de 2004). DE LAS TEORÍAS LINGÜÍSTICAS A LA REALIZACIÓN DE PRÁCTICAS: APORTES LINGÜÍSTICOS PARA LAS PROPUESTAS EDUCATIVAS BAJO EL ENFOQUE DE LA PEDAGOGÍA DEL TEXTO. Desarrollo de la educación y educación para el desarrollo integral, CLEBA, 1-12. (U. d. Medellín, Ed.) Medellín: DEA-CLEBA. Recuperado el 7 de julio de 2018
Saussure, F. d. (1 997). La lengua como pensamiento organizado en la materia fónica. Buenos Aires: EDITORIAL LOSADA.
Saussure, F. d. (1997). Curso de lingüística general. Buenos Aires: LOSADA.