“Johann Friedrich Herbartdio estatus de concepto fundamental a una vieja categoría de la pedagogía:la educabilidad, concepto que se asocia a las posibilidades de ser educado”.1
“Elconcepto fundamental de la pedagogíaes laeducabilidaddel alumno. De laeducabilidad volitivase hallan rastros en las almas de los animales más nobles. Pero laeducabilidad de la voluntad para la moralidadsólo la reconocemos en el hombre”.2
Seguimosel conceptoque nos ocupa, el de “educabilidad”, desde el artículo deKlaus Runge PeñayJuan Felipe Garcés Gómez, llamado:“Educabilidad, formación y antropología pedagógica: repensar la educabilidad a la luz de la tradición pedagógica alemana”3.
Precisamente para ubicarnos con el mayor acercamiento a laeducabilidad como categoría pedagógicaconsignamos cuanto sigue:
Herbart y los primeros usos del término “Bildsamkeit” en el contexto pedagógico alemán:
Cuando desde un punto de vistahistórico-pedagógicose alude a la“educabilidad”-como hemos dicho- inmediatamente se remite al trabajo de Johann Friedrich Herbart, en su planteo de su Umriss pädagogischer Vorlesungen(Esbozo de lecciones pedagógicas)–libro traducido al español porLorenzo Luzuriagay aparecido en Madrid (España) en1935con el título:“Bosquejo para un curso de pedagogía”.
Originalmente el texto fue escrito en alemán y, al ser traducido al español, el término“Bildsamkeit”(que no tiene un equivalente exacto en nuestro idioma) antes que“formabilidad” (traducción más literal del término),se impuso el de“educabilidad”.
Al respecto nos dicen los autoresPeñayGarcés Gómez,con quienes coincidimos plenamente:
“Acá no interesa determinar en términos puristas cuál sería el mejor equivalente en español. No obstante, es importante sacar a la luz las connotaciones de las expresiones “educabilidad” y “formabilidad” en español”.
Nosotros,docentes cooperativos, reivindicamosla categoría pedagógica“educabilidad”a la luz de lapedagogía cooperariay esbozaremos aquí y ahora mismo nuestra teoría.
Para nosotros, el territorio de laformabilidadde los seres humanosen sus primeros años antes de la escolaridad, es la familia.Ese es el ámbito dónde se estimulala educabilidad por medio de la formación moral y el amor,tendiente a desarrollarun buen carácter de convivencia y respetuosidad, autoestima, auto-responsabilidad, colaboración, etc.,base y sustento formidable e indispensable de la educabilidad a desarrollar en la escuela.
Es decir, nosotros asumimos laexistencia de dos categorías pedagógicas (la “formabilidad” y la “educabilidad”)como cualidades, como atributos, naturales al ser humano y que pueden y deben desarrollarse cuanto mayor se pueda.
Ahora, a estosdos territorios educativos señalados,debemos agregarlainfluencia de la propia sociedad en la que se vive,para nosotros, desde lafilosofía cooperativa; no tenemos una mirada aséptica del asunto aquí estudiado. La poderosainfluencia de la ideología capitalista que infiltra el egoísmo, la mezquindad, la perturbación política de los grupos de presión, los medios periodísticos,entre otros,trazan un escenario complicado paralacooperación.
Al respecto,María Beltramín Arellano,en su artículo:“Condiciones de educabilidad. Un tema pendiente en la formación inicial docente”,señala que: “Las condiciones de educabilidad, hacen mención al “conjunto de habilidades sociales, culturales e instituciones con las cuales el sujeto enfrenta de la mejor manera posible el proceso de educación formal”. Y agrega que: “Juan Carlos Tedesco,define “educabilidad” como: “(…) una construcción social que trasciende al sujeto y su familia, y que da cuenta del desarrollo cognitivo básico que se produce en los primeros años de vida – vinculado a una adecuada estimulación afectiva, buena alimentación y salud – y la socialización primaria mediante la cual los niños adquieren los rudimentos de un marco básico que les permite incorporarse a una situación especializada distinta de la familia, como lo es la escuela. La idea central es que todo niño nace potencialmente educable, pero el contexto social opera, en muchos casos, como obstáculo que impide el desarrollo de esta potencialidad”.
Aquí en este punto, al que consideramos tambiéncentral comoideaes que:“todo niño nace potencialmente educable, pero el contexto social opera, en muchos casos, como obstáculo que impide el desarrollo de esta potencialidad”.Este concepto nos remiteinmediatamente al contexto social que impidió u obstaculizó la vida decorosa de la llamada “revolución industrial” del siglo XIX que generó, como reacción vital,el surgimiento del cooperativismo. Hoy, elcontexto neoliberales, sin duda alguna,un fuerte obstáculo para la subsistencia de la especie humana.
Pedagogía cooperaria
Lapedagogía cooperativa escolarconciertala educación y la formación,es decir, constituye un cuerpo teórico-práctico que entrelaza la educabilidad y la formabilidad del educando por medio de un instrumento didáctico: laempresa cooperativa escolar.
En elproceso enseñanza-aprendizaje, pedagógica y didácticamente,ambos términos,“educabilidad” y “formabilidad”,están presentes.Contenidos propios del cooperativismocomola historia y la doctrina(que tienden a desarrollar la personalidad con conciencia cooperativa y altruismo social), entrelaza como eje central a los diversos contenidos escolares en función a unasólida educaciónque se completa con una formación o capacitación empresarial del tipo solidario.
La crucial situación de la humanidad clama una nueva y humana organización socio-económica, en este sentido, y como base pedagógica transformadora, es bueno, entonces, reivindicar la educabilidad a la luz de la pedagogía cooperaria.
Revista Científica Guillermo de Ockham, vol. 9, núm. 2, julio-diciembre, 2011, pp. 13-25 Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia, disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oaid=105322389002↩︎
Reivindicación de la educabilidad a la luz de la pedagogía cooperaria
por José Yorg
26 Jun
Por José Yorg para Argentina en Red
“Johann Friedrich Herbart dio estatus de concepto fundamental a una vieja categoría de la pedagogía: la educabilidad, concepto que se asocia a las posibilidades de ser educado”.1
“El concepto fundamental de la pedagogía es la educabilidad del alumno. De la educabilidad volitiva se hallan rastros en las almas de los animales más nobles. Pero la educabilidad de la voluntad para la moralidad sólo la reconocemos en el hombre”.2
Seguimos el concepto que nos ocupa, el de “educabilidad”, desde el artículo de Klaus Runge Peña y Juan Felipe Garcés Gómez, llamado: “Educabilidad, formación y antropología pedagógica: repensar la educabilidad a la luz de la tradición pedagógica alemana”3.
Precisamente para ubicarnos con el mayor acercamiento a la educabilidad como categoría pedagógica consignamos cuanto sigue:
Herbart y los primeros usos del término “Bildsamkeit” en el contexto pedagógico alemán:
Cuando desde un punto de vista histórico-pedagógico se alude a la “educabilidad” -como hemos dicho- inmediatamente se remite al trabajo de Johann Friedrich Herbart, en su planteo de su Umriss pädagogischer Vorlesungen (Esbozo de lecciones pedagógicas) –libro traducido al español por Lorenzo Luzuriaga y aparecido en Madrid (España) en 1935 con el título: “Bosquejo para un curso de pedagogía”.
Originalmente el texto fue escrito en alemán y, al ser traducido al español, el término “Bildsamkeit” (que no tiene un equivalente exacto en nuestro idioma) antes que “formabilidad” (traducción más literal del término), se impuso el de “educabilidad”.
Al respecto nos dicen los autores Peña y Garcés Gómez, con quienes coincidimos plenamente:
“Acá no interesa determinar en términos puristas cuál sería el mejor equivalente en español. No obstante, es importante sacar a la luz las connotaciones de las expresiones “educabilidad” y “formabilidad” en español”.
Nosotros, docentes cooperativos, reivindicamos la categoría pedagógica “educabilidad” a la luz de la pedagogía cooperaria y esbozaremos aquí y ahora mismo nuestra teoría.
Para nosotros, el territorio de la formabilidad de los seres humanos en sus primeros años antes de la escolaridad, es la familia. Ese es el ámbito dónde se estimula la educabilidad por medio de la formación moral y el amor, tendiente a desarrollar un buen carácter de convivencia y respetuosidad, autoestima, auto-responsabilidad, colaboración, etc., base y sustento formidable e indispensable de la educabilidad a desarrollar en la escuela.
Es decir, nosotros asumimos la existencia de dos categorías pedagógicas (la “formabilidad” y la “educabilidad”) como cualidades, como atributos, naturales al ser humano y que pueden y deben desarrollarse cuanto mayor se pueda.
Ahora, a estos dos territorios educativos señalados, debemos agregar la influencia de la propia sociedad en la que se vive, para nosotros, desde la filosofía cooperativa; no tenemos una mirada aséptica del asunto aquí estudiado. La poderosa influencia de la ideología capitalista que infiltra el egoísmo, la mezquindad, la perturbación política de los grupos de presión, los medios periodísticos, entre otros, trazan un escenario complicado para la cooperación.
Al respecto, María Beltramín Arellano, en su artículo: “Condiciones de educabilidad. Un tema pendiente en la formación inicial docente”, señala que: “Las condiciones de educabilidad, hacen mención al “conjunto de habilidades sociales, culturales e instituciones con las cuales el sujeto enfrenta de la mejor manera posible el proceso de educación formal”. Y agrega que: “Juan Carlos Tedesco, define “educabilidad” como: “(…) una construcción social que trasciende al sujeto y su familia, y que da cuenta del desarrollo cognitivo básico que se produce en los primeros años de vida – vinculado a una adecuada estimulación afectiva, buena alimentación y salud – y la socialización primaria mediante la cual los niños adquieren los rudimentos de un marco básico que les permite incorporarse a una situación especializada distinta de la familia, como lo es la escuela. La idea central es que todo niño nace potencialmente educable, pero el contexto social opera, en muchos casos, como obstáculo que impide el desarrollo de esta potencialidad”.
Aquí en este punto, al que consideramos también central como idea es que: “todo niño nace potencialmente educable, pero el contexto social opera, en muchos casos, como obstáculo que impide el desarrollo de esta potencialidad”. Este concepto nos remite inmediatamente al contexto social que impidió u obstaculizó la vida decorosa de la llamada “revolución industrial” del siglo XIX que generó, como reacción vital, el surgimiento del cooperativismo. Hoy, el contexto neoliberal es, sin duda alguna, un fuerte obstáculo para la subsistencia de la especie humana.
Pedagogía cooperaria
La pedagogía cooperativa escolar concierta la educación y la formación, es decir, constituye un cuerpo teórico-práctico que entrelaza la educabilidad y la formabilidad del educando por medio de un instrumento didáctico: la empresa cooperativa escolar.
En el proceso enseñanza-aprendizaje, pedagógica y didácticamente, ambos términos, “educabilidad” y “formabilidad”, están presentes. Contenidos propios del cooperativismo como la historia y la doctrina (que tienden a desarrollar la personalidad con conciencia cooperativa y altruismo social), entrelaza como eje central a los diversos contenidos escolares en función a una sólida educación que se completa con una formación o capacitación empresarial del tipo solidario.
La crucial situación de la humanidad clama una nueva y humana organización socio-económica, en este sentido, y como base pedagógica transformadora, es bueno, entonces, reivindicar la educabilidad a la luz de la pedagogía cooperaria.
Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia, disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oaid=105322389002 ↩︎
*Publicado en https://www.argentinaenred.com/2024/06/25/apuntes-pedagogicos/?fbcl...