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Comentario por Roberto Ivan Ramirez el octubre 18, 2013 a las 11:04am

Un ejemplo de por qué han fracasado los proyectos educativos que intentan integrar las TIC en las aulas escolares, lo puedo ejemplificar en el caso de México, donde se han gastado miles de millones de pesos (Rosales, Serdán, 2013: 142-154)en cuatro proyectos: Enciclomedia (2001-2008), Habilidades Digitales para Todos (2009-2012), Aulas Telemáticas en Primaria (2012)y Tecnologías Educativas de Información para Maestros de Educación Básica (2001-2012). Dichos proyectos presentan una serie de irregularidades que sería poco el espacio para describirlas, pero bueno, esto se ha debido al mal gasto y adecuación de estos programas para intentar paliar elr esago educativo, la brecha digital (agrego cognitiva), de niños (as) y adolescentes mexicanos(as), además de más o menos entrenar a los docentes de estos niveles educativos (preescolar, primaria y secudnaria)en el manejo de las TIC, cuando por otro lado existe una fuerte carencia de infraestructura tecnológica en las escuelas o en su caso también espacios abandonados con equipos de cómputo arrumbados como piezas de museo. Parte de los materiales educativos y recursos digitales que fueron creados (y no concluidos en parte), faltó tiempo, recursos humanos e interés por capacitar a los docentes en el manejor de las TIC en el espacio del aula, de los cuales a través del Programa Intel Educar para el Futuro, se cubrió parte de esa demanda de formación docente continua, pero aun así, esto no se reflejó en la calidad de la enseñanza o en la realización de propuestas basadas en algún proyecto académico. Esto lo comento, porque tuve hace poco una experiencia de un curso gratuito en línea con docentes del nivel medio superior (escuelas públicas), donde me pude percatar de la falta de experiencia y demostración al utilizar las TIC con alumnos y con otros colegas docenets, existe un vacío en cuanto al proceso de planeación didáctica y la integración de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto mismo trajo en consecuencia el análisis cuantitativo y cualitativo sobre la viabilidad y factibilidad de estos proyectos en el mediano o a largo plazo. Es decir, se requier más que buenas intenciones, por simular una supuesta innovación tecnológica en las escuelas, se tiene como bien lo señala Rosales, un compromiso de las autoridades y del magisterio por establecer la calidad educativa, pero considerando las adecuaciones curriculares y las necesidades reales para integrar las TIC en el aula.