No es para nada nuevo el hecho de que la sociedad moderna se haya vuelto esclava de un maravilloso aparato llamado Smartphone, exponiendo su vida desafiando las reglas de su entorno de todo tipo, sobre todo ignorando su sentido común que lo mantiene a salvo a miles de peligros diariamente que atentan contra su vida.

Sin embargo, para todo se buscan culpables o causas, que presuntamente provoquen un problema; la sociedad quiere escapar desesperadamente a la idea de aceptar que el usuario es quien tiene la culpa de poner en peligro su vida, dedicando demasiado tiempo o atención a sus dispositivos, siendo estos banales, superficiales y con prioridad fugaz.

Hemos vivido muchos años perfectamente sin estar conectados las 24 horas del día, sin enterarnos de los chismes, o sin saber que comió ayer nuestro querido amigo y sin dedicar toda nuestra atención a video juegos, que poco a poco han ido evolucionando. En 30 años hemos sido testigos de los juegos de 8 bits, con funciones simples, hasta gráficos en 3D y lo mas reciente del mercado, realidad virtual y aumentada, siendo estas 2 últimas muy diferentes entre sí, cabe destacar.

Hoy el furor es “Pokemon Go” una exitosa franquicia japonesa que pertenece a Nintendo; legendaria empresa que últimamente se ha visto en aprietos económicos y que busca desesperadamente reubicarse como una de las principales empresas del mundo, han decidido revivir este universo de criaturas extrañas poniendo al poder de unos cuantos una aplicación móvil con la cual entretenerse, mezclando la realidad aumentada que consiste en implantar objetos virtuales en el mundo real por medio de la cámara del Smartphone.

Con apenas unos días en el mercado y con una distribución limitada en algunas regiones ha logrado EVIDENCIAR los peligros de involucrarse tanto en un video juego que involucra al mundo real, pero algo aun más común, el Smartphone en nuestras vidas. Prestarle atención exagerada, poner en riesgo la vida personal jugando mientras caminan por la calle y algunos hasta conduciendo, es atentar contra el sentido común, es un fenómeno incluso “Darwiniano”, algo así como “la evolución humana en retroceso”.

Debemos tener más conciencia sobre cuándo es prudente prestarle atención a nuestros dispositivos, ¿Cuántos más deben morir? ¿Será necesario llegar al punto de visualizarnos en el futuro utópico de la exitosa película “Wall – e”? ¿Son necesarios los nuevos reglamentos de seguridad para peatones dándonos simples consejos básicos? ¿Pokemon Go es el verdadero culpable?

A todo lo anterior, hay un rotundo no, este problema ya existía antes de la llegada de Pokemon Go a nuestras vidas, no pretendamos culpar a la aplicación de nuestra irresponsabilidad, prohibirlo no es la solución como algunos países han considerado, quizá sea de ayuda implementar una correcta campaña de divulgación social que concientice a la sociedad, este juego solo delata y amplifica lo que ya se sabía, pero no se le prestaba la atención adecuada… hasta ahora.

Marco Rodríguez Flores

Tomado de Asómate