El documento de Lerena y Fernández (1988) sobre la Investigación educativa en Sociología, contempla doce puntos que abordan el tema de la investigación en esta disciplina de la ciencias sociales. El texto se clasifica en tres partes: enfoques de la sociología de la educación, Sociología de la educación en diferentes ámbitos y la difusión de la investigación en sociología. Lerena y Fernández (1988) comentan en una primera parte la experiencia de escribir un artículo a dos manos. Lamentablemente en el camino surgen los infortunios de la vida y uno de los escritores más eruditos en el tema muere. En este caso, para honrar la memoria del compañero -escritor, decide continuar con la tarea y firma la obra desde una sola perspectiva.

Al respecto,Lerena y Fernández (1988) argumenta que “la presencia de la firma de Lerena en este escrito debe tomarse más bien como un homenaje por mi parte, y por parte de las instituciones encargadas de su publicación”.

El texto en su estructura discusiva deja al lector la posibilidad de formularse preguntas como: ¿Cuál es la imagen que tienen los académicos de la investigación y del investigador? ¿Qué es la investigación en sociología? ¿Qué es la sociología de la educación? ¿Cuál es la diferencia entre sociología en general y, en especial, con la sociología del conocimiento, de las organizaciones, del trabajo, de la familia, de los grupos pequeños? ¿Qué teorías, escuelas y enfoques sustentan el tema de la investigación en sociología de la educación? ¿Quién es el sociólogo?

Sin embargo, el objeto del artículo no se limita a responder preguntas sino a explica y argumentar desde un estado de la cuestión de cómo han sido los “desarrollos de la investigación en sociología de la educación”. Los aspectos que propone son

a.Con respecto a los enfoques de la sociología de la educación, aborda los siguientes aspectos: las principales corrientes de la sociología de la educación, el funcionalismo y su pesada herencia, la reacción interaccionista, las teorías de la reproducción y de la correspondencia, las teorías de la resistencia y el enfoque credencialista,

b. Con respecto a la Sociología de la educación en diferentes ámbitos se aborda los temas de Sociología de la educación y sociología de la escuela, las corrientes sociológicas en España, la pequeña historia de la sociología de la educación local y las condiciones de la investigación,

c.Efectivamente, se enfocan en presentar las algunas experiencias sobre la difusión de la investigación en sociología con los aspectos sobre necesidades y perspectivas actuales y la difusión y aplicación de la investigación.

A través de un mapa conceptual y un cuadro se extrae la información literal más relevante y microtextual para entender de manera gráfica la postura del autor. (Ver anexos al reporte. Pero, el reporte de lectura se centra en una síntesis sobre la premisa de autor referida a que “investigar en sociología de la educación implica el reconocimiento y aporte de los distintos enfoques y/o corrientes de la sociología; para ello se requiere en este sentido, identificar cuáles son las teorías y metodologías que subyacen a estos enfoques”.

Dado el interés de presentar y sustentar el tema de la investigación en sociología de la educación, Lerena y Fernández (1988) plantean la representación que se tiene del investigador y la manera como desprejuiciadamente comprende la realidad, es decir, la metodología que asume desde las ciencias sociales y ciencias naturales para extraer los resultados del examen empírico y, en su caso, conclusiones teóricas. Llegan a afirmar que dichos procesos están sometidos el juego de la objetividad y subjetividad con que se quiere leer la realidad pero que tan pronto como se entra a analizar su funcionamiento, esta imagen se desvanece.

Un aspecto importante que plantean los autores se refiere a que “la sociología de la educación, busca deslindar la visión tradicional de que la investigación debe estar ligada a lo cualitativo o cuantitativo. Se prescribe que el sociólogo de la educación no puede ni debe ser otra cosa que un sociólogo dedicado, en todo o en parte, al problema de la educación. Además, se argumenta que “la formación del investigador y el desarrollo de su trabajo le impulsan, por su propia dinámica interna, a tratar de poner en cuestión sus propias convicciones o, al menos, a ser capaz de verlas con cierta distancia (Lerena y Fernández, 1988.

Esta separación del sociólogo de la educación debe reflejarse en la tradicional manera de hacer investigación utilizando los métodos de las ciencias sociales y naturales, y de seguir al pie de la letra “la vieja y manida distinción ideológica entre ciencias experimentales y ciencias humanas y sociales, terminología muy en uso en la Universidad. Se conoce de muchas formas que la tradición investigativa ha estado ligada a la diferenciación entre las ciencias experimentales y ciencias no experienciales.

Plantean Lerena y Fernández (1988) que “el primer concepto corresponde más o menos a lo que llamamos ciencias de la naturaleza, el segundo a las ciencias de la sociedad” En esta perspectiva, se debe comprender que “la sociología de la educación, como la sociología en su conjunto, tiene por objeto el análisis de la realidad y que la manera como se aborden los problemas o se realice el análisis de la realidad, los distintos enfoques que ha logrado establecer la sociología estos pueden encerrar paradigmas contradictorios e incompatibles. En efecto, la sociología de la educación presenta un número limitado de corrientes cuyos conceptos y marcos interpretativos, en conjunto, dan cuenta de la mayor parte de la investigación en su área” (Lerena y Fernández,1988).

Por otra parte, también se sustenta que las principales corrientes de la sociología de la educación están centradas en teorías deterministas de corte clásico y que las distintas posturas sociológicas emergen en una línea de tiempo que va del determinismo al voluntarismo extremos, del estructuralismo al individualismo metodológicos. Son enfoques deterministas, el funcionalismo y las teorías de la reproducción que asignan la máxima importancia al análisis estructural pero no prestan apenas atención al papel de los agentes en el mantenimiento, la mediación o el cambio de las relaciones estructurales.

A si mismo expone que la sociología de la educación tiene que enfrentarse a teorías voluntaristas que son extremos opuestos. En este ámbito se encuentran los enfoques interaccionistas y las teorías de la resistencia, que “ponen más énfasis en la actividad humana y menos en el papel de las estructuras sociales”. En este contexto aparece la figura durkheimiana como exponente del enfoque.Los autores buscan que se comprenda la labor del sociólogo cuando este investiga en ámbitos de la escuela y de la realidad social que serán de cierta forma distintos, porque distintos son los enfoque y teorías. Por ejemplo, cuando la escuela es objeto y sede de conflictos (la actividad humana del niño) y cuando se estudian el papel de las estructuras sociales (dimensión cultural, familiar, económica).

En este sentido Lerena y Fernández (1988) analizan el papel y función de cada una de los enfoques sociológicos y las subyacentes teorías, así como la responsabilidad del sociólogo en el campo de la educación. En este sentido se contemplan los enfoques deterministas, como el funcionalismo y las teorías de la reproducción, enfoques, como el funcionalismo o el interaccionismo, enfoques estructuralistas, los enfoques individualistas – interaccionismo. Definen también que los enfoques están representados por unas teorías como las deterministas, voluntaristas, de la reproducción y de la resistencia.

En el fondo de la disertaciones, buscan con esta pluralidad de enfoques, exponentes y teorías sociológicas es hacer referencia a las corrientes más importantes dentro de la sociología de la educación, en el entendido de que nadie o casi nadie es sola y claramente adscriptible a una u otra, con el fin de evaluar con posterioridad sus efectos sobre la investigación (Lerena y Fernández, 1988).

También analizan como la sociología de la educación utiliza los métodos para entender la "escuela" en su sentido más amplio, como equivalente del sistema educativo y de la educación que es su fin. Sin embargo, se sustrae referentes para comprender a la sociedad y los procesos sociales. Para ello, analiza cada enfoque desde las posturas paradigmática identificando que “las corrientes citadas, no son resultados de caprichos, sino que tiene peso científico y académico.

Cabe decir que esta influencia de métodos y teorías fueron analizadas en el contexto español y que su desarrollo aún se abre camino en los campos que le son propios, particularmente aquellos que son objeto de políticas públicas y, entre ellos, la educación (Lerena y Fernández, 1988). Como toda ciencia que se construye, plantea cambios y modificaciones a las estructuras sociales, a los individuos, la investigación en sociología de la educación, el autor expresa que “hasta la fecha, el mayor obstáculo al desarrollo de la sociología de la educación ha estado en la vocación absorbente de las disciplinas ya instaladas en el campo de las ciencias de la educación, concretamente la pedagogía y la psicología.

En este aspecto, se puede decir que se han creado las condiciones de investigación en España, se ha identificado las tendencias y necesidades respecto lo que el autor llama “Los desequilibrios y carencias relativas existentes en el acervo de investigaciones sociológicas reflejan el desarrollo desigual y combinado de las distintas corrientes (Lerena y Fernández, 1988) Se reconoce que pese a todo los obstáculos intelectuales, estructurales, deterministas o funcionalistas tal y como lo exponen los teóricos de la sociología, “el desarrollo de la investigación se ve estimulado ante todo a través de una comunicación libre y eficaz en el seno de la comunidad investigadora”

Por estas razones de síntesis se concluye que la difusión y aplicación de la investigación en sociología de la educación es un proceso a tres bandas que implica a los propios sociólogos, al público y a los diversos intermediarios entre unos y otro, fundamentalmente la prensa, las editoriales, los agentes sociales y la Administración pública.

El estudio sobre la investigación en sociología educativa implica conocer el objeto que tiene la sociología de la educación, sus enfoques y paradigmas propuestos por los tres grandes del pensamiento sociológico: Marx, Weber y Durkheim. Implica también recoger los hilos del tiempo tejidos por grandes posturas de la ciencia clásica en virtud de entender la sociedad, la educación, la escuela, los procesos de socialización, desde las perspectivas deterministas y estructuralistas. No sin antes recoger de los teóricos y de las experiencias de algunos países como España, la manera como la sociología de la educación y sus métodos investigativos han permitido establecer diálogos entre las ciencias experimentales y del espíritu para entender la realidad social y el mundo de la escuela.

Referente de lectura

Lerena A. y Fernández E. (1988). La investigación educativa en sociología. Jornadas Nacionales sobre Investigación Educativa en España, I.C.E. de la Universidad de Cantabria, Santander, abril de 1988. Disponible en https://ubc.edu.mx/plataforma-virtual/course/view.php?id=1236 Fecha de consulta (02/10/2019