¿En qué mundo educamos y para qué mundo educamos?

Hace mucho tiempo en Colombia y demás países se realizan la anterior interrogante, ya que es importante saber que se está educando en conocimientos cambiantes, es decir, dinámicos donde intervienen demasiado los medios tecnológicos, puesto que anteriormente los conceptos e información a procesar se debía conseguir tangiblemente, es decir, a través de un libro, revistas, artículos, donde se aprendía mucho desde la ortografía hasta conocimientos específicos de cada área.

Ahora en la actualidad, por lo general los jóvenes, niños e incluso uno como profesional miles de ocasiones ha utilizado los medios tecnológicos, solamente a través de nuestros dedos, digitando unas palabras en internet, gracias a nuestro amigo google y él nos arroja demasiada información, y en ocasiones hay que aceptar que es de mucha ayudar, pero el problema radica en que se copia y se pega, donde se llega a una situación de confort que afecta el ámbito, educativo.

De lo mencionado anteriormente se concluye que ¿En qué mundo educamos? En el proceso de enseñanza y aprendizaje, se tiene en cuenta que nuestro futuro, es decir, nuestros hijos, niños, sobrinos y educandos son nativos digitales, ósea, que ellos pueden manipular un aparato tecnológico, con mucha facilidad y explorarlo como deseen. Por ende educamos en un mundo lleno de conocimientos que deben estar implicadas las tic, como medio de facilitar el aprendizaje y manera efectiva y siendo de forma provechosa.

Con el fin de conseguir respuestas a las soluciones que arroja las necesidades de nuestra sociedad para contribuir al desarrollo del país, teniendo en cuenta, demasiado, los valores y principios, empezando desde el autorespeto y desplegándose, el respeto por la naturaleza, por las demás personas sin importar si son nuestra familia, ya que todos somos hijos del mismo creador, si fuera esto tal fácil de entender, la vida y nuestro mundo fueran totalmente diferentes al que vivimos en la actualidad, reflejando valores como: la solidaridad, tolerancia y honestidad en todas nuestras acciones.

Por tal razón el grupo docente debe lograr un mundo más humano, con profesionales que puedan saludar, amarse a sí mismos y ser pacientes ante las adversidades que se presentan y además hacia la diversidad de los seres humanos, ya que ahora en la educación se debe hablar y saber sobre la inclusión escolar. El docente transmite conocimientos a través de una formación integral.

Por otro lado, ¿para qué mundo educamos? se debe educar para edificar vidas, realizando un trabajo más personalizado llegando a sus pensamientos, emociones y actitudes, pero sin olvidar que uno estuvo en ese lugar que ahora ellos, los estudiantes están, y que nuestra adolescencia y niñez fue totalmente diferente a la que vivimos, puede sonar confuso pero es necesario convertimos en niños de nuevo, sonreír, jugar, bromear con la vida, igualmente pensar cómo se siente ese adolecente cuando mira a la chica que le gusta, cuantos de sus anhelos están en jugar un deporte determinado, que es la pasión, por la que vive y respira cada día, pero lo primordial es realizar un trabajo con vocación, con amor, no solamente porque toco, porque no había más, ya que el ser docente es eso, educar ¿para qué? Para ser un docente desapercibido, o un maestro ejemplar y que marque huella en la vida de los estudiantes, desde este pensamiento se cambiara el paradigma de educar para practica y realidad no solamente para que se quede plasmado en un papel y en una oportunidad servirá para otras cosas o incluso para estar en la basura.

Finalmente, para que se educa para formar personas integrales con buenas ideologías, ya que son ellas las que van a contribuir a nuestra sociedad sea mejor o peor, donde se demuestre la transparencia y honestidad en todas las actividades, así sea en una tarea, o un juego, siendo una persona que diga la verdad porque no hizo la tarea y sin mentiras y un docente que no sea tradicional sino al contrario, comprensivo y con el ánimo de mejorar siempre, y que no tiene que abusar de su autoridad.