¿EN QUÉ MUNDO Y PARA QUÉ MUNDO EDUCAMOS?

Estamos educando en un mundo que diariamente está transformándose y esto se debe a la evolución de las tecnologías digitales, las cuales son utilizadas diariamente por nuestros estudiantes, siendo ellos unos nativos digitales capaces de manejar fácilmente la nueva tecnología, la cual facilita la transmisión de conocimientos a diferentes grupos de personas, pero también facilita conocer si se puede decir conocer mediante las redes sociales a gran cantidad de personas, las cuales pueden dar excelentes ilustraciones y mensajes pero también nuestros estudiantes pueden caer en grandes problemas, ser engañados y manipulados por estos sujetos. Por lo tanto nosotros como docentes debemos enseñar a nuestros estudiantes para que hagan un buen uso de la tecnología, educarlos para la vida, para que puedan enfrentar un mundo cambiante, a saber defenderse y superar cualquier dificultad que se presente, para esto la educación que impartimos debe ser rica en valores personales y humano cristianos, los cuales se deben inculcar y hacer parte de ellos desde el inicio de la educación, es decir, desde que el niño o la niña entra al preescolar, aquí es nuestro deber fortalecer los valores que traen del hogar donde es la primera escuela, cultivar e infundir nuevos valores para enseñarles a crecer como personas no solo intelectualmente sino también en valores.

Debemos ayudar a nuestros estudiantes a crear y fortalecer su proyecto de vida, desde muy pequeños nuestros niños y niñas deben tener un patrón que seguir, es decir, un ejemplo de vida y de esta forma inculcar en ellos su deseo de superarse cada día y tener una mentalidad positiva, para que ellos desde su temprana edad puedan tener muy en claro su objetivo en la vida y saber positivamente que profesión van a ejercer en un futuro no tan lejano, con ello vamos a saber cómo educarlos y de qué manera fortalecer ese deseo de superación, es así como en nuestra aula de clase vamos a tener futuros médicos, abogados, ingenieros, profesores en otros y es nuestro deber como docentes fortalecer esos deseos de nuestros estudiantes, para esto debemos brindar una educación acorde a sus necesidades y expectativas a estos futuros profesionales que van a formar parte de una nueva era, de un nuevo mundo que cada día cambia.