Los profesores de muchas carreras universitarias -entiéndase las que no pertenecen a las Ciencias de la Educación-, son en su mayoría profesionales preparados en diferentes ciencias específicas, los cuales se incorporan al trabajo docente educativo solamente dotados de modos de actuación delimitados para accionar dentro del marco de dichas ciencias. En el mejor de los casos algunas carreras poseen dentro de su currículo alguna asignatura relacionada con la Pedagogía o la Didáctica, sin embargo, esto no alcanza a cubrir su necesaria preparación para adentrarse en el mundo de la educación.
En correspondencia con los retos planteados a la educación superior del siglo XXI en los albores de éste, diferentes autores consideraron como una debilidad a superar por las universidades en aras de la calidad de los procesos que desarrollan a la insuficiente formación pedagógica de sus docentes (Manso, 1999). Para referirse a las peculiaridades de la formación docente en la educación superior, hay autores que hablan de una doble profesionalización (Sánchez y Valcárcel, 2002), e incluso algunos como Rodríguez (1997), expresan el término “carrera docente” para referirse al mismo, considerándola como un proceso de aprendizaje que se extiende a lo largo de la vida y que combina el rol docente con otros no menos importantes.
De igual forma existe coincidencia entre los autores al considerar dos momentos bien diferenciados en la profesionalización del docente universitario: la formación inicial y la formación permanente o continua (Marcelo, 1995; Sánchez y Valcárcel, 2002; Ortiz y Mariño, 2003; Cuétara, 2013). Pese a lo planteado se carece de modelos homogéneos de formación del profesorado universitario (Portilla, 2002) y las experiencias en tal sentido varían de país a país; concentrándose las acciones destinadas a la preparación de los docentes en la adquisición de las herramientas básicas para desarrollar un proceso básicamente instruccional en el aula, no cambiando sustancialmente la situación descrita por Marcelo (1995), relativa a la utilización de los programas de doctorado y maestría como complementos en la formación inicial del docente, o estimuladora de su función investigativa; mientras que su formación permanente queda supeditada a los intereses profesionales que haya desarrollado. No obstante parece existir un acercamiento entre los investigadores en la consideración de áreas temáticas clave para la formación del docente universitario que privilegian su preparación didáctica, psicológica e investigativa.
La denominación de este ámbito de la carrera profesional del docente universitario tiene varias acepciones: perfeccionamiento del profesorado; profesionalización docente del profesorado; formación continua; formación permanente del profesorado; entrenamiento, perfeccionamiento o formación en servicio (in-service training); reciclaje de los docentes, etc. La sociedad necesita de una institución universitaria liderada por docentes cuyos aportes científicos y pedagógicos contribuyan con su novedad al desarrollo de las más amplias esferas de la sociedad, pero este proceso no se produce espontáneamente, precisa de una intencionalidad pedagógica a partir de una identificación temprana de sus requerimientos y etapas y del establecimiento de una estrategia formativa que acelere y enriquezca su preparación y desarrollo; estas ideas justifican la gestión del desarrollo profesional pedagógico del profesorado.

Visitas: 126

Responde a esto

IFC-RedDOLAC

Campus Virtual RedDOLAC

Su Constancia RedDOLAC

Anuncie sus Congresos o servicios Educativos en RedDOLAC

Consúltenos al correo: direccion@reddolac.org

Contáctenos

Participe en la sostenibilidad de RedDOLAC

Canal de audio RedDOLAC

RedDOLAC

Organizaciones

Su constancia de RedDOLAC

Gracias por su visita

© 2024   Creado por Henry Chero-Valdivieso.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio