Quiero invitar a los profesores colegas e investigadores a que compartan con sus estudiantes este trabajo. Puede ser que lo utilicen parcialmente o lo mejor, en su totalidad. Eso no importa. Lo crucial es que de alguna manera estudiantes, semilleros o grupos de investigación encuentren luces para sus inquietudes.

Seguiré esperando comentarios, sugerencias, correcciones, ideas que puedan servir para futuras ediciones. Esta es una iniciativa abierta para fortalecer las competencias investigativas de los estudiantes y por eso es receptora de los aportes de quienes quieren a sus discípulos y están inquietados constantemente por sus aprendizajes.

Para cerrar, quienes ejercemos como profesores o tutores de investigación, debiéramos tener claro que nuestra misión es conferir abiertamente, sin reservas, a quienes nos esperan o nos tienen como referencia. A pesar de tantas disrupciones socio-educativas y tecno-pedagógicas este cometido sigue vigente. Es probable que a veces desfallezcamos por limitación de los incentivos, pero aun así, el acicate más fuerte que es el progreso de nuestros discípulos, intrínsecamente será el motor invaluable para crear constantemente recursos para el aprendizaje y la colaboración, sin recelos ni temores.

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Varios grupos de estudiantes de postgrado se han beneficiado con esta producción editorial. Además, las cosas para mi han sido más fáciles, desde la perspectiva de una mejor docencia. Al menos las dinámicas de clase han sido más descansadas y agradables. Sé que también otros colegas han compartido con sus estudiantes esta ayuda didáctica e igualmente han sentido regocijo.

Por supuesto, aventurarse a publicar libros es exponerse a la crítica, a veces mordaz, en ocasiones constructiva o en otras reflexiva. Pero todas ellas han dejado aprendizajes que poco a poco van erigiendo un apoyo cada vez más revisado para los estudiantes. Ellos son la preocupación central y por ellos, desde 2015, me he puesto en la tarea de escribir “Las Fases del Proyecto de Investigación”.