Estimados colegas les invito a participar en esta actividad de foros sobre Neurociencias y los aspectos relacionados con el Lenguaje y la Escritura desde el punto de vista de la conciencia fonológica......léxica, ortográfica, gramatical y semántica
Dr Rafael Bello Díaz
UNIVERSIDAD CATOLICA SANTO DOMINGO
REPUBLICA DOMINICANA
www.ucsd.edu.do

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Me parece una situación muy importante, cuente conmigo para ver cómo revisarlo desde mi contexto en varias escuelas de diferentes niveles educativos, desde primaria hasta media superior, en Querétaro, Querétaro, México. Atte.:

Dr. Rafael Arturo Lauda Monestel
Coordinador de Investigación Educativa
Instituto Queretano, San Javier
Querétaro, Qro., México.
arturolauda@yahoo.com.mx; investigacion@iqsj.maristas.edu.mx
celular: 52 442 3593 419

La Conciencia Fonológica

En los sistemas alfabéticos, como en el idioma español donde la escritura representa la estructura fonológica del lenguaje o habla, los niños necesitan adquirir el principio alfabético para aprender la lectura, por lo que para lograr el establecimiento de la relación grafema-morfema y reconocer el sonido resultante de la combinación de grafemas, es preciso discriminar entre letras, atribuirles sonidos y sintetizar dos o más fonemas para la lectura de silabas y palabras. Por consiguiente el éxito en el aprendizaje lector en un sistema de escritura alfabético, implica que el niño es capaz de reconocer los componentes sonoros de su lengua. Este conocimiento metalingüístico (metaconocimiento fonológico) se denomina conciencia fonológica, que es la habilidad para reflexionar de manera consciente, sobre los segmentos fonológicos del lenguaje oral.
La conciencia fonológica se define como la capacidad para analizar y segmentar los componentes del habla (palabras, rimas, sílabas, sonidos y fonemas) así como para realizar operaciones complejas con ellos, por lo tanto es una habilidad metalingüística. Esta capacidad permite al niño dominar las reglas de correspondencia grafema-fonema y es fundamental para el aprendizaje de la lectura y de una segunda lengua. La conciencia fonológica permite a los hablantes, operar con los fonemas, integrarlos o articularlos en una palabra, invertir el ordenamiento secuencial de los sonidos de una palabra. (Ejemplo: unir en secuencias articuladas los fonemas de las letras /c/a/s/a/ para leer /casa/, invertir la palabra /mil/ para pronunciar /lim/ ) su ejecución requiere tomar conciencia de los sonidos (fonemas) que corresponden a la letras mencionadas, para realizar operaciones con segmentos verbales. Esta conciencia fonológica se manifiesta entre los 3 y 7 años de edad. Entre los procesos cognitivos asociados figuran: la percepción visual, el movimiento ocular, la asociación visuo-auditiva, el reconocimiento auditivo y los procesos verbales superiores
La conciencia fonológica considera diferentes componentes con diferentes niveles de complejidad, según cuál sea la unidad lingüística objeto de reflexión y manipulación por parte del sujeto y los procesos que realice sobre ella. Existe un modelo propuesto por Treiman, el cual incluye tres componentes:
1. La conciencia silábica o habilidad para segmentar, identificar o manipular conscientemente las silabas que componen una palabra
2. La conciencia intrasilábica, que corresponde a la habilidad para segmentar las silabas en sus componentes intrasilábicos de onset y rima
3. La conciencia fonémica, es decir la comprensión de que las palabras habladas están constituidas por unidades sonoras discretas o unidades mínimas no significativas: los fonemas.
La conciencia fonológica se desarrolla durante el periodo comprendido entre los 4 y 8 años de edad, y sigue un curso que va desde la conciencia silábica hasta culminar con el manejo de las habilidades fonémicas, una vez que los niños aprenden la lectura y escritura, la importancia de la conciencia fonológica es reconocida por su capacidad para predecir los resultados en la etapa de lectura inicial, pues antes de iniciar su aprendizaje los niños debe de haber adquirido un nivel mínimo de conciencia fonológica para adquirir las habilidades lectoras básicas, que a su vez proporcionan un soporte para el desempeño en tareas fonológicas.
En estudios de metaanálisis en 52 investigaciones se demuestra que la instrucción fonológica impacta significativamente en el aprendizaje de la lectoescritura, beneficiando el proceso de decodificación y la comprensión lectora. Por consiguiente la relación entre conciencia fonológica y lectoescritura es bidireccional y recíproca: la conciencia fonológica favorece la adquisición de la lectura y la escritura y el aprendizaje de la lectoescritura desarrolla igualmente la conciencia fonológica. De la misma manera otras habilidades que involucran procesamiento fonológico como la capacidad de memoria verbal a corto plazo y la velocidad de denominación, predicen la adquisición lectora. La memoria fonológica juega un rol en las etapas iniciales del aprendizaje de la lectura en especial en el desarrollo de la estrategia de recodificación fonológica, es decir cuando la palabra escrita se descompone en sus elementos sonoros y estos se manifiestan en el almacén fonológico de la memoria de trabajo.

El fortalecimiento la conciencia fonológica es sumamente importante pero qué sucede cuándo desde los primeros aprendizajes de la lectura se le utiliza como un método para aprender a decodificar y se pierde su esencia que es la toma de conciencia sobre la composición del lenguaje oral?

saludos Guiliana
Gracias por tu participación.....es que la conciencia fonológica....vinculada a sonidos....vinculada al VIII par craneal auditivo.....no cesa de recibir sonidos....y los va procesando....desde el lóbulo temporal a todo el cerebro....pero van surgiendo..las conciencias...semántica. ...léxica.....silábica...gramatical y ortográfica....y cada una va solidificando el aspecto FONEMA- GRAFEMA-FONEMA- y pensamiento abstracto...
en nuestro país..REPÚBLICA DOMINICANA ...estamos de último lugar en PISA....ENTRAN AL sistema educativo 3, 000, 000 niños y ya en bachillerato desertan mas de 2, 000, 000
y no entienden que si no saben leer....no pueden seguir.....para aprender.......visto así sin partidarismos o parcialidad..SOMOS UN FRACASO en lecto escritura y ciencias...

saludos Guiliana
Gracias por tu participación.....es que la conciencia fonológica....vinculada a sonidos....vinculada al VIII par craneal auditivo.....no cesa de recibir sonidos....y los va procesando....desde el lóbulo temporal a todo el cerebro....pero van surgiendo..las conciencias...semántica. ...léxica.....silábica...gramatical y ortográfica....y cada una va solidificando el aspecto FONEMA- GRAFEMA-FONEMA- y pensamiento abstracto...
en nuestro país..REPÚBLICA DOMINICANA ...estamos de último lugar en PISA....ENTRAN AL sistema educativo 3, 000, 000 niños y ya en bachillerato desertan mas de 2, 000, 000
y no entienden que si no saben leer....no pueden seguir.....para aprender.......visto así sin partidarismos o parcialidad..SOMOS UN FRACASO en lecto escritura y ciencias...

LA ESTRUCTURA SILABICA

Sílabas y fuerza consonántica: los segmentos fonológicos no se distribuyen en la sílaba al azar, más bien la silaba representa una noción de onda rítmica, compuesta por un inicio, una cima y una coda. Es decir, existe un pico de sonoridad (generalmente una vocal), que forma el núcleo de la silaba, con una disminución de la sonoridad a ambos lados de la cima (generalmente consonantes). Sin embargo las consonantes difieren entre sí, en la manera en que se distribuyen en la silaba. Se pueden clasificar las consonantes desde el punto de vista de su grado de consonantalidad y explicar la fuerza consonántica relativa o la jerarquía de sonoridad. Este enfoque permita las siguientes conclusiones: las semivocales son las consonantes más débiles (o más sonoras). Las liquidas y nasales son las que siguen en debilidad. Las obstruyentes (plosivas, africadas y fricativas) son las menos parecidas a las vocales. Por lo tanto las semivocales son las consonantes más débiles (más parecidas a las vocales), luego las líquidas, luego las nasales. Luego las continuas sonoras, luego las plosivas sonoras, luego las plosivas sordas y las plosivas complejas.
En la estructura silábica: generalmente se estudia la estructura silábica desde el punto de vista de los patrones consonante-vocal, a los que se les abrevia como C (para la consonante) y V (para la vocal). De esta manera CVC, indica una única consonante, seguida por una única vocal, seguida por otra consonante única. Se puede representar en consecuencia la estructura de una silaba, como en la palabra monosílaba “dos”: inicio-núcleo-coda; consonante-vocal-consonante; “dos”. El tipo silábico CV es considerado universal, de hecho existen lenguas que solo tienen este tipo silábico. Algunas lenguas no tienen el tipo silábico CVC, en consecuencia la coda debe estar en una posición silábica subordinada. Esto ha dado origen a la noción de una rima silábica, como un nódulo intermedio en la estructura silábica: inicio-rima; núcleo-coda; consonante-vocal-consonante; “dos”.
El análisis fonológico es determinar cuál es la estructura silábica de la lengua específica que se examina. Existen reglas fonológicas que establecen la estructura silábica para toda palabra, y además existen otras reglas que hacen referencia a la estructura silábica. En las representaciones de las silabas se clasifican los segmentos según su relación con las posiciones consonánticas o vocálicas, pero existen ciertos segmentos que son fonéticamente ambiguos en cuanto al hecho de si actúan como consonantes o vocales. El fenómeno que con más frecuencia tiene a la sílaba como dominio es el tono; a las lenguas que hace uso de las distinciones tonales para diferenciar las unidades léxicas, se les denomina lenguas tonales, en estas lenguas las palabras que sólo se diferencian por tener distintos niveles de tono en sus silabas, son pares mínimos que muestran tonos distintos. El tono es relativo, no constante. Al igual que los segmentos consonánticos y vocálicos pueden tener alófonos, los tonos pueden tener variantes, que denominamos alótonos. Tal como la jerarquía fonológica lo indica, los segmentos se agrupan en sílabas, las sílabas se agrupan en palabras y las palabras en enunciados.
Fenómenos en el nivel de la palabra fonológica puede no corresponder directamente a una palabra gramatical o léxica, con frecuencia hay correspondencia pero no siempre. Es importante establecer que una palabra fonológica dada se refiere a una cadena de sílabas que están sujetas a un fenómeno fonológico particular como grupo, y posteriormente no referimos a dichos grupos de sílabas que funcionan como unidades desde el punto de vista de los procesos fonológicos como palabras fonológicas. Sin embargo las palabras fonológicas y las léxicas corresponden a las palabras fonológicas.
El fenómeno más frecuente que se asocia con el nivel de la palabra fonológica es el acento. En muchas lenguas el acento cumple la función de demarcar la frontera de la palabra fonológica. Algunas lenguas colocan el acento en la frontera inicial de la palabra; otras basan la colocación del acento en la frontera final de la palabra. Algunas lenguas como el francés, colocan el acento en la sílaba final. En relación al acento y peso silábico: tenemos que otro parámetro independiente que explica la colocación del acento en algunas lenguas es el peso silábico. Las silabas que tiene coda (sílabas CVC) o un núcleo ramificado (CVV), tienen tendencia a atraer el acento. Por consiguiente se les considera como sílabas pesadas en relación a las silabas CV que son ligeras.

El Papel Silábico y la Rima en la Producción del Lenguaje
En los modelos de producción del lenguaje se propone que la planificación del habla, cuenta con cuatro etapas:
1. Se especifica aquello que se persigue comunicar y que todavía no posee un formato lingüístico
2. Se buscan y ordenan las palabras que sirven para expresar la idea que se quiere transmitir
3. Se genera el código fisiológico que corresponde
4. Se formula el plan articulatorio final
La tercera de estas etapas o etapa de codificación fonológica, es necesaria para conectar el significado de las palabras a su sonido. Este proceso no es directo sino que supone una serie de pasos intermedios, uno de estos es la resilabificación de las palabras, como por y ejemplo, en un nuevo compuesto en este caso, po-re-jem-plo; tal combinación solo es posible si hay un nivel intermedio entre la palabra y su sonido, que corresponde a los fonemas, de modo que la /r/ de por, se une a la /e/ de ejemplo, para formar la silaba /re/ de porejemplo.
Los errores del habla son otra prueba de la necesidad de este tipo de representaciones, ya que los elementos que interactúan en ellos incluyen unidades subsilábicas como los fonemas y los grupos de fonemas. Si estas unidades se mueven en el error es porque están representadas en el léxico del hablante. Finalmente, el fenómeno de tener la palabra en la punta de la lengua es otra prueba más. En este estado, aunque no se pueda nombrar la palabra pretendida, se tiene la sensación de saber muchas cosas de ella, tales como su número de sílabas y su letra inicial y final. Por lo tanto, hay razones para pensar que durante la etapa de codificación fonológica se utilizan representaciones de varios tipos.
Se han propuesto modelos de codificación fonológica (Levelt, Roelofs y Meyer, 1999). De acuerdo con él, la recuperación de la forma fonológica de las palabras conlleva la activación de sus constituyentes morfológicos y segmentales, así como de su representación métrica (acento y número de sílabas). Por ejemplo, si la palabra es calor el primer paso en este proceso consiste en la activación del morfema calor desde el nivel de los lemmas. Cuando esto sucede, se accede a su representación métrica y segmental (/k/, /a/, /l/, /o/, /r/). Todos los segmentos, o fonemas, están disponibles al mismo tiempo, y las conexiones hacia ellos y desde ellos están marcadas por su orden en la palabra y por su posición silábica (cabeza, cima o coda) respectivamente. Los fonemas se insertan en las plantillas métricas para elaborar, sobre la marcha sílabas que, en realidad, no tienen una representación fonológica real en este modelo. Este proceso se realiza en el orden que se especifica en las conexiones de los morfemas a los fonemas. Posteriormente, una vez formada la sílaba, se accede a su representación fonética (gesto articulatorio) en el silabario o conjunto de las sílabas del idioma.
En este modelo, la sílaba pasa a ser una representación fonética, y no existe como representación fonológica. Sin embargo, y dado que los fonemas se agrupan en sílabas fonológicas que se elaboran sobre la marcha, se puede decir que la sílaba es el elemento de referencia en la planificación del habla. En otros modelos, se comparte la idea de que la sílaba es un marco de referencia, y se añade que se representa en el léxico del hablante como una entidad abstracta en la que se especifica el orden de las unidades subsilábicas. En este esquema, la sílaba es un marco formado por huecos para unidades como los fonemas y constituyentes subsilábicos tales como la cabeza y la rima, o la cima y la coda.

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