De acuerdo a lo que el compañero José Manuel Bezanilla expone en su presentación sobre argumentos y fundamentos en contra del modelo basado en las competencias, en parte tiene razón que este gran discurso auspiciado por organismos como la OCDE, OIT y la UNESCO entre otros, obedece a una visión neocapitalista y de mercado, la cual los países miembros han adoptado y adecuado por decirlo así, este discurso en la estructuira de sus sistemas educativos, sobre todo en lo que llamamos política educativa en su versión regional latinoamericana, mucho de este discurso y paradigma estriba en orientar y dar cauce a ciertas estrategias de mejoramiento socioeconómico y establecimiento de estándares a través de indicadores que van de la mano con la creación de bienes culturales que descansan en esa visión teórica del capital humano, en la que el caso de las otras teorías que presenta el compañero José Manuel, como el holismo o el cooperativismo, tienen aun una incipiente participación y atewnción por parte de algunas instituciones de nivel superior, tal véz privadas, porque en el caso del sector universitario público, uno siguen peleando desde sus trincheras, su autonomía, mientras otras por cuestiónde supervivencia si han tenido que adecuarse a este modelo de las competencias laborales y profesionales, con tal de obtener recursos y apoyos financieros considerables, con tal de estar registrados en el ramkin regional e internacional de las universidades más reconocidas, que por cierto están bajo este paradigma de las competencias.

Mi pregunta concreta es ¿si estos modelos holistas y de cooperativismo pueden tener aguna alternativa real para la economía y sociedad del siglo XXI?, tal como también la propone el pensamiento complejo de Edgar Morin y su Multiversidad en el estado de Sonora.