El Profesional Socialmente Responsable:

Está consiente que su correcto desenvolvimiento no es cuestión de filantropía, ni de caridad. Es simplemente una obligación personal y un derecho de los demás.

Es respetuoso con las otras personas, con el medio ambiente y se hace responsable de los compromisos que adquiere.

Orienta sus esfuerzos y conocimientos en la creación y generación de bienestar y desarrollo para la sociedad, consiente que el dinero y la obtención de ganancias serán resultado de dicha convicción.

Actúa éticamente asumiendo que los valores son válidos y objetivos para todos los individuos y en todos los tiempos, ya que dichos valores no son ni subjetivos, ni relativos ni convencionales.

Conoce su valor y no trata a nadie como esclavo ni como amo. Se comporta simplemente como un profesional.

Es consiente que la razón y la ética son inherentes a toda persona en el uso de sus facultades normales y que todos sus actos están orientados bajo la siguiente premisa:

v Lo bueno, Lo que debe ser y Lo malo.

Cada individuo es consiente que sus actos sin son malos dañarán a otros, si hace lo que debe ser; no lo hace bueno, solo lo hace humano, lo hace justo. Si sus actos son buenos, entonces estará adquiriendo la envestidura de filántropo, benefactor e indiscutiblemente será bondadoso.