PRESENTACIÓN (1992)
Vivimos en un mundo cambiante, donde lo que vale hoy quizás mañana no sirva o haya modificado sustancialmente su valor a la baja; donde los sistemas productivos precisan de una constante adecuación a las necesidades del mercado por lo que sus recursos materiales, y lo que más nos importa, humanos, han de actualizarse para dar respuesta puntual y rentable a los desafíos sociales. La longevidad y el alargamiento de los períodos de descanso o vacaciones nos invitan a formarnos también en una cultura para el ocio. Las ansias de aprender son hoy desmedidas en buena parte de los estratos del tejido social. Saber más para tener más oportunidades; saber más para dialogar más y mejor con el entorno; saber más para sentirnos realizados como humanos. Pero saber más sin necesidad de tener que abandonar el puesto de trabajo; aprender sin necesidad de seguir ritmos y formas de aprender comunes para un grupo; aprender y saber más pero sin necesidad de acudir a lugar y a tiempo determinados.
Sería prácticamente imposible cubrir tales demandas de formación mediante procedimientos formales escolarizados de enseñanza. Ahí reside buena parte del éxito de la modalidad de enseñanza a distancia.
Que no quepa la menor duda de que esta forma de enseñar se va a ir extendiendo cada vez más. Lo que se puede hacer así, siempre que tenga calidad, no habría necesidad de hacerlo de otro modo. Pero no pretendemos con esto afirmar que la educación a distancia haya de sustituir a la educación presencial, sino que ofrecerá, y cada vez con más calidad, alternativas eficaces de formación a numerosos colectivos que de otra forma verían muy limitado su acceso a determinados conocimientos teóricos, tecnológicos y prácticos. Así es que, manténgase la enseñanza presencial, cara a cara o convencional y extiéndase la modalidad de enseñanza abierta a distancia hasta hacerla llegar a todos los rincones y a todos los estratos sociales de la población adulta a los que no puede atender aquella.
Entendemos que, en efecto, la educación a distancia se va a extender cada vez más, pero, como sucede con la enseñanza presencial, debemos comprometernos en mejorar su calidad, tanto más cuanto que se trata de procedimientos y metodologías menos conocidos por el colectivo docente, al ser hasta hace poco muy escasa su implantación en España.
Ahí se descubre la finalidad de este libro. Preparar a expertos para que adquieran conocimientos teóricos que fundamenten los aprendizajes de tecnologías y métodos apropiados para una práctica eficaz de la docencia a distancia.
Serán bastantes los profesores que interviniendo hoy en procesos presenciales de enseñanza, habrán de reconvertirse, al tener que responder a las necesidades que exige esta modalidad de enseñanza-aprendizaje, nueva para un amplio colectivo de docentes.
Multitud de acciones de enseñanza a distancia en España (UNED, CIDEAD, ANCED, INEM, empresas, etc.) y muchas más fuera de nuestras fronteras conforman un colectivo de alumnos que supera los veinte millones de adultos en el mundo (unos 500.000 en España) que siguen procesos de aprendizaje abierto a distancia y que avalan el creciente interés que en los últimos años vienen mostrando todos los países por esta realidad educativa.
Esta fuerza reciente precisa paralelamente de contar con un suficiente número de expertos y docentes preparados en el tema. No nos suceda como en tantas ocasiones que lanzamos la idea, la echamos a andar y no contamos con los protagonistas que la hagan realidad de forma eficaz. Si no existe este colectivos de gente preparada, estamos desaprovechando una extraordinaria oportunidad y abonando el terreno para la crítica descarnada que desde diversos ámbitos se vierten sobre esta forma de aprender.
La obra está estructurada para ser estudiada mediante esta metodología. Once Unidades didácticas conforman su contenido. El estudiante-lector si sigue con atención las sucesivas páginas adquirirá la capacidad suficiente para fundamentar teórica, tecnológica, práctica y axiológicamente la educación a distancia; conocerá con rigor y críticamente el sistema conceptual y el lenguaje específico de la educación a distancia como sistema alternativo al de la formación convencional; se acercará a las características del aprendizaje de la persona adulta destinataria del proceso de formación; valorará las diversas posibilidades para elaborar y utilizar los recursos multimedia; adquirirá las destrezas necesarias en la acción tutorial; se capacitará para diseñar y evaluar cursos de educación a distancia; podrá diseñar procesos de evaluación de aprendizajes y adquirirá técnicas para llevarlos a cabo; reconocerá las más significativas realizaciones en este campo en España y en el extranjero; se percatará de la importancia de la innovación e investigación educativa en este tema.
Cada Unidad didáctica dispone de una peculiar organización, idéntica para todas ellas: introducción y orientaciones para el estudio, objetivos, esquema, desarrollo de contenidos, resumen, bibliografía, actividades, ejercicios de autocomprobación y soluciones a los mismos.
Como cierre de la obra se ofrece un glosario de siglas y términos relacionados con las distintas unidades de estudio que facilitan al lector una rápida perspectiva de los mismos.
Esperamos que la reposada lectura o estudio de estas páginas faciliten el mejor conocimiento de una práctica educativa en la que desde hace muchos años estamos empeñados.
Madrid, noviembre de 1992
Lorenzo García Aretio
EL AUTOR
¡Necesitas ser un miembro de RedDOLAC - Red de Docentes de América Latina y del Caribe - para añadir comentarios!
Participar en RedDOLAC - Red de Docentes de América Latina y del Caribe -