El desconocido

Todos han vivido y vivimos en él, vivimos con él, vivimos de él y moriremos en él.

No hay placer, diversión, ni dolor o sufrimiento fuera de él y en veces por él y por su causa y con su causa y en sus cauces.

No hay tránsito, movilidad, desplazamiento, circulación e interacción posible que no sea en sus caminos y en sus recodos.

Sin su existencia no hay día, ni noche, ni frío, ni calor, no hay olores, no hay colores y no hay sabores.
Es más, sin él no hay esta forma de vida, aunque esta forma de vida a él lo deforma.
A él le negamos nuestra necesaria e indispensable codependencia bajo la creencia de que con ello podremos mostrar superioridad, suficiencia, autosuficiencia, independencia, autonomía.

Para él meditamos poco en cómo mantenerlo sano, pero pretendemos que nos mantenga sanos a nosotros.

Creamos, innovamos e inventamos todo aquello que lo usa y riñe con él y a la vez nos revelamos para crear, innovar e inventar lo que a él le sea armónico.

En fin… hemos hecho de él un gran desconocido.

Y tal vez adivinemos quien es el desconocido, pero como llevamos millones de años sin percatarnos, se los contaré: es el Planeta Tierra y como lo expresé al principio todos han vivido y vivimos en él, vivimos con él, vivimos de él y moriremos en él, pero además por lo que no hacemos para su bien moriremos con él.

Gloria Yaneth Vélez Pérez
gloriayanethvelezperez@gmail.com