Dr. Víctor Raúl Apolaya Sarmiento*
Hace un tiempo atrás pude llevar un diplomado en Neurociencias aplicada a la pedagogía organizada por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, de Lima, desde ese momento he sentido que mi vida se complementa en lo profundo del cerebro y sus complejas relaciones neuronales. Si bien es cierto, la inteligencia múltiple es abordada por educadores y psicólogos con mucha frecuencia, así como la inteligencia emocional, Goleman es un psicólogo que revoluciono la ciencia y como comprendemos nuestra interacción con los demás. Uno de los estudios pocos abordados es la Inteligencia Social que es un libro voluminoso y atrevido, esta una disciplina demasiado joven pero vigorosa, quiero exponer algunos puntos interesantes respecto al tema. Goleman habla del cerebro social, y señala: "Cuanto mayor es el vínculo que nos une a alguien mayor también el efecto de su impacto. Es por ello que los intercambios más intensos son los que tienen que ver con las personas con las que pasamos día tras día y años tras año, es decir, personas que nos interesan". Las neuronas se reaccionan acorde a un carnaval, donde los sentimientos acompañan a este desarrollo, nuestras interacciones sociales son una suerte de arbitro ante tal desbande de color y movimiento. Los resultados pronto serán una descarga hormonal que regula nuestra propia biología. En tiempos de pandemia una buena dosis de risas y carcajadas son la mejor fabrica de defensa contra los virus, no obstante las personas tóxicas producen veneno para salud de todos. El autor como todo genio aspira a llegar alto, empero no creo que la inteligencia emocional sea el gemelo de la inteligencia emocional, a mi parecer la inteligencia social es el complemento de la inteligencia emocional. A poco tiempo de celebrarse unas elecciones, hay psicópatas listos para gobernar países, terminar con el día feliz en aldeas lejanas, y también la vida, líderes con todo tipo de sombra existen, estos estudios de Goleman, si bien es cierto no van a cambiar el mundo con este libro, pero al menos nos van a prevenir de elegir a sujetos que aceleran la destrucción.
La relación social con sus pares en los niños es vital para adaptación a la convivencia, del valor y el respeto por la vida, según diversos estudios coinciden que los niños solitarios pueden generar un desprecio por las formas de vida, y una actitud insensible por el sufrimiento del otro. Por ello, es un error que los padres dejen a sus niños solos con la televisión o en su defecto con animales ariscos igual de amargados y estresados que podrían devorar a la criatura, en vez de conseguir a alguien que los oriente, les enseñe a ser mejores personas, y empáticas en sus relaciones sociales, en consecuencia en el futuro estaremos evitando tener jefes inhumanos o políticos criminales. No tengo nada contra la tecnología, pero Ipod, Walkman y la telefonía celular, donde en las grandes urbes latinoamericanas todos caminan distraídos, han provocado una ilusión de alegría que más representa un cementerio poco humano. Entonces vemos que estas modernas personas ya estaban en aislamiento social antes de la pandemia. al menos el caminar sin tecnología nos permite relacionarnos con el resto y pensar en lo maravilloso que puede ser el otro, y dejar el pesimismo romántico donde encontramos al ser humano comparado con el lobo de Maquiavelo listo para destruir a otro espécimen y reconsiderar al hombre en el amparo de Rousseau, "el hombre bueno por naturaleza".

Esta pandemia tendrá consecuencias luego de dos años de convivir con la muerte próxima, la vida laboral se mezclo con la vida en familia, parece que no se irá por buen tiempo, la tecnología provoco que nuestro jefe rompa los protocolos de las 8 hora de trabajo y los estudiantes llaman al teléfono o envían mensaje en cuanto les surja una necesidad académica. Surgen estos problemas con el Covid, pero también aparecen las prontas respuestas, nuevos códigos de ética laboral.

Son tiempos difíciles, donde las movilizaciones sociales han sido un denominador pese a las emergencias sanitarias, las células neuronales fusiformes son las que han estado secuestrados en nuestro cerebro, y se resisten a estar en relajo, desean tener adrenalina, y tomar decisiones instantáneas, las marchas en EE.UU y Perú le dieron ese relax, aunque las consecuencias para los epidemiólogos no sean tan optimistas. En lo particular coincido con Goleman, en situaciones de stress disminuyen las defensas que atacan los virus, motivo por el cual merma el buen estado de nuestra salud nuestra salud. Después de todo, salir a las calles no fue tan malo, aunque las causas sean polémicas. La gente se siente tan mal al ver televisión, y las neuronas espejo comienzan a crear situaciones donde el "paciente" imita los síntomas de la enfermedad para verse complacido.

Todo esta cambiando, nuestro cerebro también, no se cuan negativo resulte pero necesitamos en los hospitales y escuelas rehabilitarnos nuevamente, de seguro que la inteligencia social devolverá a la vida ese ser social que no debe perderse.
* Doctor en Administración y docente universitario.