INTRODUCCIÓN

La música influye en muchos aspectos biológicos y conductuales del ser humano, quizás la influencia más llamativa sea la que ejerce en el cerebro, gracias a su plasticidad susceptible de adaptación; es decir que su estudio y práctica puede modificarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e integración, de modo holístico.

De acuerdo al planteamiento platónico, la música es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo (Hernández, 2002), quizás es porque la música tiene tantos efectos saludables en la salud y en los procesos cognitivos, que se le atribuye beneficios que mejoran el estado de ánimo, purificación del espíritu, estado de relajación mental, equilibrio de las emociones y estimulación del cerebro que facilita los procesos aprendizaje.

Teniendo en cuenta lo anterior, se postula un cuestionamiento que se aborda en este documento y es ¿Cómo la música resulta terapéutica para estimular el aprendizaje en la escuela?; para abordar esta respuesta tenemos que revisar brevemente la importancia de la música como método de estimulación temprana en los niños, siendo este uno de los mejores métodos que ayuda al manejo de las emociones, pleno desarrollo de la personalidad, imaginación y creatividad e incluso puede estimular la inspiración vocacional.

La música como terapia y su influencia en el desarrollo del niño

La música es un lenguaje universal que está al alcance de todas las personas y ayuda como medio de comunicación y expresión de ideas y sentimientos, a su vez esta evoca la estimulación de la creatividad y al movimiento del cuerpo por medio de la melodía, el ritmo, la armonía, los matices, etc. los cuales ayudan a que los niños perciban e interpreten el mundo de manera diferente al punto de poner sus estímulos y respuestas, a favor de su desarrollo cognitivo.

Cuando los niños están en contacto con la música, el sonido capta su atención y estimula el plano sensorial de su cerebro, esto le permite reconocer por medio de la estimulación de su memoria, el ritmo, el tono y la melodía y conectarlo con conceptos preconcebidos (nombre de objetos, personas, animales, etc.) de esta manera pondrá a prueba su creatividad conectando una idea con lo que escucha y proyectando una imagen que finalmente produce conexiones sinápticas que viajan de manera inmediata por todo el sistema nervioso y así, el niño comienza a repetir y tararear lo que escucha hasta que se almacena en sus recuerdos. (Vaillancourt, 2009)

El niño construye su propio mundo durante su inmersión en la escuela, pues tiene la capacidad de interpretar y dar significados diferentes a lo que le rodea, es

de esta manera como empieza a desarrollar su creatividad; cuando el ambiente de aprendizaje del niño está acompañado por el estímulo sonoro de la música, dicha creatividad se potencializa y el niño puede expresar sus pensamientos de manera vocal por medio del canto, corporal por medio del baile y cognitivo por medio del recuerdo que se almacena en su memoria. Ahora, ¿porque resulta terapéutico? Pues sencillamente, porque la relación de la música con el ser humano es la base fundamental para el análisis y tratamiento de las enfermedades mentales, trastornos cognitivos y alteraciones psicológicas.

(Gardner 1983) define la inteligencia como la capacidad que tiene el ser humano de crear y resolver problemas, ampliando el alcance de su máximo potencial, pero esta se subdivide en ocho inteligencias que se someten a estímulos y unas se desarrollan mejor que otras, es aquí donde se incursiona el innovador postulado de las inteligencias múltiples; una de esas inteligencias es la inteligencia musical, expresada como “Capacidad para percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, al tono, a la melodía y al timbre” (Gardner, 1983).

Por consiguiente, la música es un medio para para obtener resultados en los ámbitos del aprendizaje, de la salud y en lo emocional, entonces la estimulación de los sentidos induce a una correlación construyendo un ciclo escuela –aprendizaje, aprendizaje-música, música-terapia (Boltrino, 2006). Adicionalmente, se dice que la música estimula la autoestima, la confianza en sí mismo, el desarrollo intelectual y la incursión en diferentes grupos sociales, es por esto que si en el ambiente de aprendizaje que ofrece la escuela, se incluye la música como estímulo, todas estas

facultades mencionadas anteriormente, van a dotar a los niños de una enorme capacidad de exploración del mundo que le rodea.

En este orden de ideas, si el niño estimula sus habilidades por medio de la música en el ambiente escolar, este podrá desarrollar la competencia intercultural que le permitirá permear fronteras del mundo, expandir su conocimiento y fomentar la empatía que le permite entender al otro (Bamford, 2006).

CONCLUSIÓN

La música debe fomentarse en la escuela ya que esta permite que el niño explore su mundo de manera que pueda libremente interpretar de manera individual su significado y así explorar todo el ambiente de su entorno; adicionalmente, la música permite el desarrollo cognitivo del lenguaje, el baile y el canto, estimulando su memoria la cual influye en la edificación del proceso de aprendizaje.

Finalmente, aunque podrías enlistar múltiples beneficios de la música como terapia, se debe concluir resaltando que el estímulo sonoro de la música ingresa en el subconsciente de los niños estimulando sus emociones lo que ayuda a generar un equilibrio promoviendo a la creatividad en un estado de balance de la salud mental.

Link Para acceder al video https://youtu.be/JdYquvMKdMY

BIBLIOGRAFÍA

Bamford, Anne (2006), The Wow Factor: Global research compendium on the impact of the arts in education, Nueva York, Waxmann Munster.

Boltrino, P. (2006). Música y educación especial. EDICIONES PreDeM, presencias.net

Villaine, G. (2009). Musica y Musicoterapia: su importancia en el desarrollo infantil. Narcea ediciones. Madrid.

Gardner, H. (1983). Frames of mind: The theory of Multiple Intelligences. New York: BasicBooks.