La Ley 139-01, que rige el sistema nacional de educación superior dominicano, estipula tres niveles, el técnico superior que encierra las carreras de tecnólogos, profesorados y técnicos superiores, el grado, que abarca las licenciaturas, arquitectura, ingenierías entre otros, y el nivel de posgrado que comprende las especialidades, maestrías y doctorados.
El nivel técnico superior, es el primero de los tres niveles de la educación superior y se debe caracterizar, entre otras cosas, por propiciar la rápida inserción de sus profesionales en los sectores productivos; al tiempo que dejan la puerta abierta para que puedan, si así lo desean y sus circunstancias se lo permiten continuar hacia el nivel de grado.
En el país, tradicionalmente, se han desarrollado programas de estudios a nivel superior que combinan el grado con una salida a los 2 años aproximadamente; lo cual estaría muy bien si se analizaran con el debido cuidado las diferencias en los perfiles de egreso y se tomaran las medidas pertinentes en el debido diseño curricular en base a los mencionado perfiles. Crear un perfil único para dos salidas (técnico superior y grado), es a todas luces incorrecto.
Por otro lado, tomando en cuenta que es posible que el egresado del técnico superior no avance al grado y necesite una serie de competencias esperadas por el mercado laboral; competencias estas que no pueden ser completadas; entre otras cosas por la carga académica que reviste el ciclo básico o común. Es justo indicar que esta es otra situación problemática que requiere atención.
La existencia de un ciclo básico que prácticamente es un repaso de algunas áreas de nivel medio que por razones diversas no fueron superados del todo por la mayoría de los alumnos. Esto imposibilita que el estudiante adquiera las competencias deseables, pues este nivel de la educación superior es eminentemente práctico y se ocupa un tiempo precioso entre repasos del nivel medio y teorías.
Como producto de todo lo antes dicho, se da un fenómeno bastante constante; la gran mayoría de los que terminan el técnico superior, no solicitan su título y siguen automáticamente hacia la licenciatura o la ingeniería; lo cual muchas veces es interpretado por las autoridades académicas como una muestra del que el nivel técnico superior es innecesario; pero lo que realmente ocurre es que el alumno muchas veces desconoce que tiene la opción de esta titulación, o bien, conoce las limitaciones de su perfil como técnico superior, en un campo laboral cada vez más competitivo.
En el mejor de los escenarios el egresado del nivel técnico superior, consigue un empleo en su área y ¿Qué ocurre?, ocurre que la organización que lo asume necesariamente tiene que entrenarlo buscando desarrollar una serie de competencias técnicas que bien pudieron ser desarrolladas durante su carrera. Esto se traduce en un desperdicio de recursos tales como tiempo y dinero; tanto del estudiante, la organización que lo ha asumido, así como del Estado, sin contar con el impacto social que esto implica.
El espíritu de la creación de un plan del estudios de grado con una posible salida en el nivel técnico superior; es sencillamente lo contrario a lo que muchas veces se está logrando. La idea es que el estudiante que entre al programa y resuelva, por necesidad o por simple decisión tomar su título de técnico superior y no avanzar hacia el grado, pueda insertarse satisfactoriamente al sector productivo y tener las competencias necesarias para tener éxito; pero si por contrario decide continuar, igualmente pueda hacerlo.
Mucho se habla sobre la necesidad de una vinculación, entre las competencias del egresado y las necesidades del empleador; ¿Por qué no se investiga lo que se está necesitando? No es que las universidades sean fábricas de empleados a la medida; pero es innegable que las instituciones educativas del nivel superior aspiran a que sus egresados consigan empleo y comparten dicha aspiración tanto con los estudiantes, como con sus familiares, quienes junto a ellos hacen muchas veces sacrificios enormes para ver cristalizado el sueño de un título universitario. Mientras esta vinculación no se materialice de manera natural y fluida; habrá más frustración de los profesionales que egresan, así como más costos innecesarios de capacitación.
Estudios, como la evaluación de políticas nacionales de educación: “La Educación Superior en la República Dominicana 2012” realizada por la OCDE, El Informe de la Comisión Internacional para el Desarrollo Estratégico de la República Dominicana 2010-2020, dirigida por Jacques Attali, así como la estrategia nacional de desarrollo 2010-2030: un viaje de transformación hacia un país mejor, impulsada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo; revelan la necesidad que tiene el país de fortalecer los programas del nivel técnico superior y la creación de nuevas instituciones y planes de estudios de ese nivel, ante la demanda de mayor número de profesionales del nivel técnicos superiores, en la República Dominicana.

Esta evidente insatisfacción de demanda resulta contradictoria ante el hecho de que miles de estudiantes abandonan sus estudios universitarios entre los 2 y 3 años de carrera, por diversas razones, yéndose con las manos vacías; esta es otra realidad que muestra la necesidad de contar con mayor número de programas académicos del nivel Técnico Superior.