PARA: DOCENTES INVESTIGADORES E INVESTIGADORAS

Llegamos con la quinta carta de martes de los investigadores. Hemos recorrido un trozo de tiempo dejando la huella que permite transitar entre la lectura, la escritura y la investigación. Pero esta experiencia, adquiere más sentido en la realimentación y el cotejo, en la discusión y la referencia que debe darse en el transcurso del tiempo por los docentes investigadores.

Es decir que Martes de los Investigadores se convierte en un espacio para la escritura-lectura que comunica y divulga un producto. Se dice que la escritura muestra al sujeto en una triple condición: lector-escritor-investigador. Cuando se escribe se logra asistir a una puesta en escena de la objetividad-subjetividad-intersubjetividad. Gracias a la escritura se hacen permanentes actos de reconocimiento y afirmación; el investigador se vuelve actor y espectador de la propia obra que elabora y transforma. La escritura se convierte para los investigadores en un instrumento de reconceptualización y recontextualización de su sí mismo, pero también en un hilo de poder que abre posibilidade de validación y legitimación de un discurso, de una gramática que tiene valor al ser interpretada, explicada y comentada por pares.

Para el investigador, los productos de investigación, al igual que las historias de vida, la autobiografía, los relatos, el diario del investigador y la correspondencia entre investigadores, como formas de escritura personal se constituyen en ejercicios de autonomía y reflexión. Los productos de investigación son medios formativos y autoformativos en la medida en que posibilitan un análisis crítico –hermenéutico-comprensivo del fenómeno o problema estudio develado por el investigador.

Por ello, la búsqueda de un espacio para la escritura, constituyen herramientas de construcción de objetividad, subjetividad y de saber investigativo fundamentales para percibir y entender los problemas a los cuales se enfrenta el investigador en su hacer escrituras de investigación. El Investigador como lector-investigador- escritor, lee para investigar y escribe para generar un producto resultado de sus discusiones disciplinares e interdisciplinares. El producto de sus escrituras es un texto que gana su riqueza en la divulgación, la referenciación de pares y la citación. El producto existe en el tiempo por el impacto de la escritura-texto-artículo y su influencia en el lector-actor-acontecimiento con impacto. La escritura es en sí misma un producto que desentraña el investigador en las pesquizas y relatos de ciencia. La escritura cuenta lo que acontece y ocurre en el devenir de la discusión con el texto. La escritura es un trazo y meterialidad que narra un tiempo, un hecho y un suceso de la vida contidiana y de la experimentación.

En la escritura del producto, el investigador hace transmutar el tiempo en historia. Por ello, el producto de la escritura tiene un espacio, un lugar de georeferenciación, un territorio de infinitas posibilidades. En este caso, el producto de la investigación no tiene la posibilidad de “fugarse hacia un espacio abstracto ni hacia una eliminación de la categorización del resultado de la investigación, sino a la apertura en el tejido inabarcable de las identidades lectoras y grupos de investigadores” (Mellado López, 2008, p.1)

En este ámbito, el producto de la investigación tiene una triple significancia en la labor del investigador:

a) La lectura del producto entendida como un acto de comunión con lo humano, un sumarse al festejo de que el mundo exista, un puente entre los sueños del lector y los sueños de la historia. Ya lo decía Octavio Paz (1978): Somos tiempo. La magia de la lectura consiste en que no sólo los ojos, no sólo las manos, el cuerpo entero palpa el tiempo, se sumerge en sus ríos, los siente pasar y detenerse. Leer es encontrarse con otra forma de vivir y sentir, porque, como diría Jean G. (1978):
"Con la lectura comienza otra vida".(p.21).

b. La investigación del producto en el sentido del viaje por las huellas, por el in-vestigum-in También como el proceso que se desarrolla con el fin de lograr conocimientos nuevos, generalmente orientados a la solución de problemas, a la satisfacción de necesidades vitales del ser humano, de un grupo o una sociedad. Investigar como el modo contemporáneo de decir: pensar, en el sentido del tiempo más excelso de la palabra, de tal suerte que, implícitamente, lo que se quiere afirmar es que quien verdaderamente investiga, piensa, investiga. (Maldonado 2002)

c. El escribir el producto en la medida en que “la escritura es para describir en el tiempo y la pintura en el espacio.” (Maldonado 2002). Escribir el producto es ordenar el pensamiento, es describir el mundo, la vida, los suceso, las soledades, las verdades del sujeto investigado y de las subjetividades. Se escribe para volver memorable, narrable la vida. Al decir del maestro Silvio Sánchez (2008), se escribe para no olvidar, para recodarse en el escrito del escritor, del investigador. Se escribe para responderse a la pregunta que hace el estudiante: ¿qué es pensar? Pregunta cuya respuesta está dada: es investigar el libro, el infinito, la eternidad, el tiempo y el universo; ante todo, el misterio del ser.

Escribir un producto es acontecer el tiempo-espacio en la memoria de Albert Einstein. Escribir es llevar a Edgar Allan Poe de la Mano, a Omar Parra Roso en la curiosidad de un niño y del juego de la investigación, a Ernesto Sábato en la utopía como posibilidad o recurso motivante, a Stephen Hawking en el gran diseño del universo y la pregunta por el origen del universo; a cada investigador que tiene un objeto epistémico descifrable en sus contextos de indagación, en sus andanzas y mudanzas de la pregunta científica.

Finalizo esta aventura de la escritura utilizando las herramientas mas bellas de todo ser humano: la curiosidad y la lectura, quizá unidas a múltiples escrituras, a referencias bibliográficas utilizada en el texto, a los autores que comparten párrafos para tejer mis apreciaciones sobre la encomiable labor del investigador generador de productos, quizá investigador, tal vez solo lector, o solo docente-trabajador.

En esta aventura de llevar herramientas, preguntas, observaciones, bitácoras, mapas, narraciones y afectos, dejo abierta la posibilidad para la crítica constructiva, para el comentario y la nueva argumentación. Y no dejo este texto sin antes recordar el bello pasaje de Hawking en el Gran Diseño (2010): “Cada uno de nosotros existe durante un tiempo muy breve, y en dicho intervalo tan solo explora un parte diminuta del universo. Pero los humanos somos una especie marcada por la curiosidad. Nos preguntamos, buscamos respuestas a nuestros propios productos”.

Hasta la próxima

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Respuestas a esta discusión

Esta lectura, abre las ventanas de mi mente,mis ojos y mis manos. De la nueva forma de leer, escribir e investigar.
Profe gracias.

El ser en los últimos años es íntimamente curioso. Lo digo por que la juventud es retraída y no suelta ni un pelo de su curiosidad por saber que es lo que sucede en su alrededor, es un ser muy intimo lleno de violencia y cargado de rencores, por que muchas veces queremos que se parezca el uno al otro y tal vez no lo dejamos ser como es. Es un ser egocéntrico, egoísta, ensimismado en un pensamiento poco crítico, más bien conforme y facilista, sin experiencia de escuchar a su alma, que vive a la carrera con el tiempo encima; un ser loco, lleno de vicios sociales, pareciera que el jóven - hombre común está condenado a pertenecer a su propia destrucción en el mundo, la cual se hace inevitable en el existir, mundo de pecado de los que no buscan a Dios, ni buscan la verdadera condición existencial de si mismos, que no construyen su propio proyecto de vida y a empujones encuentran su sentido y naturaleza auténtica, en una especie de fuera de su ámbito u hogar caluroso e íntimo.
Es necesario impregnarle a nuestro joven hombre, la búsqueda de la autenticidad y de su propio Ser mediante el camino de la sabiduría que se encuentra en sí mismo, desprendiéndose de todas las ataduras que da el caer en la opinión mediática del Uno, dentro del mundo. Haciéndole entender que el Ser, de antemano y existencialmente, es una especie de momento y camino romo, como lo dice Heidegger, que debe conducir a la evidencia de que lo único que se encuentra al final de la vida es la Nada, que se confunde con el Ser, pero que determina desde el final cualquier proyecto de vida que sea evidente... y en ese entendimiento es importante no ignorar la lectura y la escritura, pues tenemos que dejar el legado de humanidad, lo que hicimos en esta vida, para bien o para mal y en cierta forma, así como lo dice el texto anterior del Doctor Hector Trejo Chamorro, citando Hawking, que la vida es tan corta que cada minuto debe ser aprovechado al máximo: pregúntate, sacúdete, inspira-te, entérate y sácale provecho a ese minuto de vida.

CARLOS ROMAN LUNA
ESTUDIANTE DE PEDAGOGIA
UNIVERSIDAD MARIANA

Al abordar a Maldonado (2002) en el libro "contrapuntos de la investigación" se sintetiza y precisa, que el eje centro-emisor del proceso de la investigación es el sujeto investigador ya que en el mismo debe subsumir en "productos de investigación" y como resultado de ello se dan dos tipos de investigadores.
- investigador individual
- grupo de investigación
lo anterior según el grado de desarrollo de la universidad o del centro de investigación
en cualquiera de los dos casos el sujeto-centro de la investigación que es el investigador, debe estar enfocado en el bien-estar. el bien-hacer,dentro de las comodidades que ellos requieren para hacer y ejecutar sus acividades o acciones, y proyectos a satisfacción, esto desafortunadamente en Colombia es mínimo ya que los rubros económicos para investigación e innovación son escaos.
como fundamento de lo anterior expuesto, se puede comprobar que Colombia ocupa los últimos lugares en producción científica por dos razones irrefutables:
- mínimos rubros del factor económico PIB en investigación
- escasa capacidad e infraestructura para crear escuela de pensamiento
o investigación.
por eso es que la universidades o los centros de investigación se hacen visibles por los INVESTIGADORES y no necesariamente por las investigaciones, es factible luego entender que un investigador desarrolla su quehacer para descubrir algo nuevo, un nuevo producto, una nueva opción para mejorar significativamente lo existentes que es asimismo objeto de mejoramiento para beneficio del sujeto mismo de la investigación y para el bien común o la casa común como lo manifiesta su santidad papa Francisco en su enciclica "alabado seas".

NILO ANDRES DELCASTILLO MINOTTA,ESP.-
MAESTRANTE PEDAGOGIA - UNIVERSIDAD MARIANA.-

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