Apreciados Maestros

Asunto: Somos responsables del cuidado de la Casa Común

Escribo esta carta como una manera de seguir tejiendo caminos de dialogo y de discurso pedagógico. El curso de Formación Ética y ciudadana del Maestro desde la Pedagogía Franciscana tiene una característica muy particular: Establecer relaciones comunicacionales para continuar con el debate de la responsabilidad que tenemos como maestros con el cuidado del mundo cada vez más cosmopolita. Es decir, cuidar la casa común para la construcción de una ciudadanía cosmopolita en un mundo globalizado. (Comins Mingol, 2014, p.1). Por supuesto, N0 puede ser de otra manera, de lo contrario daríamos por finalizado curso.

Los problemas éticos y educativos están a la orden del día y compete analizarlos a la luz de las realidades y los cambios que suscitan los gobiernos y los sistemas; las personas y sus necesidades humanas. En efecto, continuamos en la reflexión a partir de interrogantes originados en el "aula inmensa de la Memoria" (Sopo, 1297), pero también a partir de la identificación de ideas claves para la construcción de un proyecto ético profesional del maestro. En este caso, de la pregunta sobre ¿quién es el maestro franciscano formado como pedagogo en la Universidad Mariana y cuál es su responsabilidad de cuidado de la casa común?
Esta carta entonces, implica el sabernos identificar con una formar de actuación, con una manera particular de ser: maestros a la manera mariana y franciscana, responsables de un proyecto histórico común de persona y profesión. Proyecto que se traduce en comprender el destino de la humanidad, el destino que les espera a las nuevas generaciones, a los niños, niñas y jóvenes que permanecen en una Institución educativa, cuidado y guiado por un maestro, con una persona con biografía, con proyecto de vida y con un sueño real.

Pero también esta carta está destinada a volver a recordar la invitación que se originó en el aula: “labrar y cuidar” el jardín del mundo (Gn 2, 15) frente a la tentación de ejercer un poder que intenta dominar, separar o someter. Nos dijimos en grupo y de forma individual, que deseamos formar parte de una ciudadanía activa que “LABRA” el futuro de la sociedad, participando, cultivando nuevos estilos de vida y poniendo en marcha proyectos transformadores que provoquen cambios sociales y eclesiales concretos y cotidianos. Esos proyectos transformadores que comenzaron con las campañas de ética en sus Instituciones educativas y que en la lectura de sus proyectos encuentro grandes cosas altruistas y de sentido: como esta de construir la ética de la casa común entre todos, o la ética de la tierra.

De una formar proactiva nos invitamos a “CUIDAR” la vida y nuestra casa común, es decir, a custodiar cualquier forma de vida y en cualquiera de sus etapas, a tejer reconciliación entre nosotros y en nuestros pueblos y entornos más próximos; nos hemos pedido velar para que sea el camino del diálogo y la inclusión lo que nos mantenga en el camino de guardar, proteger y construir una Casa común donde todos caben y todos se benefician de tanta riqueza como tiene este hermoso “jardín del mundo”.

Más allá de nuestra fragilidad y de nuestros límites, creemos que ese mismo Espíritu de Jesús y Francisco de Asís puede fecundar los gérmenes de vida y restauración que hay en nosotros y en toda la Familia Mariana haciendo estallar una nueva VIDA para todos. A este Espíritu confiamos que nos vaya recordando todo a lo largo de estos tiempo de formación en la Maestría, que siga iluminando por dentro lo que en este tiempo ha susurrado en nuestros corazones, y que nos haga buenos comunicadores y Hermes de la Noticia que juntas hemos escuchado en las aulas vencedoras de la Universidad Mariana.

Estimados maestros y maestras quiero felicitar y valorar sus trabajos, referidos a las autobiografías éticas y al proceso de participación en el aula. Sé que han esperado las notas y los promedios cualitativos de su labor pero me interesa saber que puedo leer más de 31 proyectos de vida; sus formas de contar la vida y de acontecer la historia narrativa. Algunos aún son temerosos de su historia y temerosos de su labor pero encuentro grades riquezas humanas que develan horizontes de sentido. En el fondo se teje una labor de vocación hacia la maestría y la labor docente.

Me siento complacido de saber que no abandonarán este proyecto ético como a su amigo el árbol del jardín del mundo. El seguirá esperando y vigilante de sus miradas cada vez que llegue a la universidad. Los animo a que prosigan la marcha y su OLA ÉTICA se propague por el confín de sus regiones geográficas, de sus pliegues de escritura, de sus pieles y territorios mágicos.

Vázquez Verdera (2010) nos recuerda que “El momento histórico en el que se ejercita la docencia actualmente, se caracteriza por la interdependencia estructural. El planeta y la humanidad, en su conjunto, se encuentran afectados por un sistema de interdependencias en las relaciones económicas, culturales, políticas y religiosas. Dicho en otras palabras, la interdependencia tiene que asumirse como una realidad que demanda imperativamente respuestas para asegurar la supervivencia de la humanidad. Esta situación de interdependencia a la que se ha llegado, genera la obligación de sobrevivir juntos, de mantener y mejorar las condiciones de vida en el pequeño y castigado planeta que compartimos; de dignificar la vida en todas sus formas, especialmente la humana (Escámez, 2004).
Cuando la interdependencia se reconoce así, su correspondiente respuesta moral es la solidaridad y la ética del cuidado.

Desde la perspectiva de la ética del cuidado, el buen ejercicio profesional docente incluye la creación de relaciones de confianza mutua, que permiten al profesorado conocer a su alumnado y plantear las intervenciones educativas en función de los intereses y las necesidades del mismo. El profesional de la docencia es invitado a diseñar su intervención con base en preguntas del siguiente tipo: ¿Cómo mi asignatura puede servir a las necesidades de cada uno de mis estudiantes?, ¿cómo puedo ayudarles en la promoción de sus inteligencias y sus a afectos?, ¿cómo puedo lograr contacto con la mayor parte del alumnado?, ¿cómo puedo ayudar a que cuiden de sí mismos, de otros seres humanos, de los animales, del entorno natural, del entorno hecho por el ser humano y del maravilloso mundo de las ideas? (Noddings, 1992).

Finalmente, agradezco que se haya realizado la lectura a esta carta, que tiene apoyos de referencia, pero también mi sensibilidad de saber que sus cartas tocaron mi sensibilidad humana y no olvido saber que el maestro si tiene quien le escriba, al contrario del relato de García Márquez, donde el Coronel no dejaba de ir a contemplar todos los viernes la llegada de la lancha que traía el correo y la distribución del mismo, llevándose cada vez una decepción porque no tenía quien le escriba.

Su profesor en cualquier parte del mundo

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Estoy de acuerdo con la carta por que nos hace reflexionar sobre nuestra labor como docentes y hacernos valer mucho mas como personas, pero esto se logra queriéndose uno mismo, cuidando nuestra casa para poder estar con felicidad en nuestro lugar de trabajo pero sobre todo con los niños y docentes que nos acompañan en esta importante labor que es educar.tampoco debemos dejar a un lado la parte etica y humana que es fundamental en todo profesional para que haya una buena convivencia en el entorno social,laboral y familiar.

Tener un espíritu humilde tal vez esté relacionado con la actitud del maestro que se pone en el lugar del otro y trata de enseñarle y orientarlo desde su condición particular, desde sus posibilidades, desde sus talentos y alcances intelectuales, pero también, desde su manera propia de sentir el mundo y asumir la vida.

Por consiguiente, la formación del maestro es un aspecto crucial, y dada la complejidad de situaciones problémicas de estudiantes que el maestro debe enfrentar en el ejercicio de su profesión, se requiere que sea, cada día más, un profesional cualificado, capaz de establecer un ambiente de aprendizaje efectivo para una mejor calidad y enseñanza educativa.

Acorde a lo anteriormente aludido, en el texto denominado “El maestro si tiene quien le escriba”, expuesto por el Magister Hector Trejo Chamorro, permite realizar una reflexión sobre la postura que debemos tener los maestros y maestras, a la hora de llevar a cabo nuestra bonita labor de enseñanza-aprendizaje, la cual juega un papel fundamental en la sociedad o en los diversos contextos que nos vayamos a desenvolver.

Por ende, nuestra responsabilidad o compromiso con los estudiantes, con nosotros y con las demás esferas, que hacen parte de nuestra ética de la tierra, es interactuar, guiar, facilitar, tener procesos de empatía y ante todo regular todo acto educativo, que conlleve a un proceso de transformación integral, porque todo suceso educativo no solamente ocurre en el aula o en el colegio, sino también fuera de este ámbito escolar. Es así, que debemos estar en constante formación profesional de manera competente, hacia el servicio de todas las esferas educativas para el bien nuestra casa común, de la cual hacemos parte y nos brinda todo lo necesario.

Como reflexión al texto, me permito decir que quien o quienes decidimos ejercer la profesión de la docencia, nos enfrentamos también a un sinnúmero de retos, uno de ellos y muy importante dentro del proceso de enseñanza, es instaurar la forma como llegar, antes que nada, al corazón del estudiante. Precisamente para lograr ese objetivo el docente debe ser ejemplo de vida, debe lograr establecer al tiempo, su autorregulación, autoconocimiento, autoestima, con aciertos, errores y dificultades, pero siempre con la convicción de actuar de manera ética y como ciudadano, tratando de descubrir algún misterio que nos desafíe y que nos obligue a salir de nosotros mismos. De igual manera, como ciudadano, el docente debe ser consciente de que no está solo, que su razón de ser sin duda alguna es el estudiante y también las personas que le rodean y deben ser reconocidas como el “otro”, como una propuesta que nos exige una respuesta con la mayor responsabilidad y por ende buscar la solución a cada situación presentada, con miras al bienestar común a la satisfacción de las necesidades en contexto de nuestro alumnado.
Lo anterior permitirá que expresemos todas nuestras consideraciones e inquietudes acerca de lo importante y valiosa que es la pedagogía en nuestra labor y considero que cada docente actúa desde sus principios y su formación, cada persona en su profesión o en su cargo es consciente de lo que hace y creo que para mejorar, el seguir buenos ejemplos, permitirá la construcción de la autoevaluación y la necesidad de seguir capacitándose cognitivamente, de manera real y contextualizada.

La lectura del texto anterior me permite hacer una reflexión acerca del papel del maestro, Como este juega un papel fundamental en la vida de muchos seres que se están formando tanto en la adquisición de conocimientos como lo es también el Ser, la persona, en muchos casos se ha evidenciado que la principal preocupación del docente es transmitir y almacenar conocimientos, como si los muchachos fueran unas máquinas, dejando a un lado lo emocional y espiritual del estudiante, ser capaz de escuchar, conmoverse con sus historias hace que el maestro se convierta en un amigo, en donde la tarea de aprender y enseñar se hace más amena trayendo consigo resultados positivos. Siempre debemos recordar que se está tratando con seres humanos íntegros en donde los conocimientos puedan ser aprovechados en la cotidianidad de la vida, en la solución de problemas reales.
La ética y los valores de los docentes permiten crear un lazo de fuertes relaciones,crear bases muy sólidas en cuanto a la interacción y fortalecimiento de relaciones sociales,colaborar en la formación de personas íntegras y que se preocupen por el ambiente, los recursos Naturales. Los animales y las demás personas que están a su alredor. FInalmente todos los profesores deberían leer este tipo de cartas que permiten sensibilizar y pensar frente al papel que estamos desarrollando en las distintas instituciones.

El maestro es un ser que orienta y guía en el camino del conocimiento, es consciente de que a través de este puede transformar la vida de las personas, que puede hacer la mejor o la peor versión de ellas, por ello el maestro es una parte fundamental en el quehacer educativo, y que recuerde llevar siempre su parte sensible y humana que es lo que realmente aporta en este mundo lleno de egoísmo y maldad.

Es así como el texto nos invita a ver ese lado de nuestra vocación ya que por los afanes del diario vivir nos olvidamos y nos desviamos de nuestro verdadero camino por eso recordemos y valoremos lo que hacemos.

Gracias profe por su carta, nos hace ver que en la actualidad este papel del docente exige un nuevo enfoque educativo, en el cual se cumple un papel protagónico y para asumir la tarea de educar a las nuevas generaciones lo cual implica no sólo la responsabilidad de transmitir conocimientos básicos para el alumno, sino también el compromiso de afianzar valores y actitudes necesarios para que puedan vivir y desarrollar sus potencialidades plenamente.
como lo dice usted une tiene que acercarse al estudiante, guiarlo en su camino, el profesor debe contemplar hasta puede influye cada uno de sus actos, debe tomar muy seriamente su papel, no sólo en el aula de clase, sino en la vida en general de un alumno, que en un futuro puede agradecerle enfáticamente, o hacerle recordar una de las etapas que debe ser recordada con alegría y entusiasmo como una etapa no tan agradable y un tanto frustrante.
por ultimo no olvidemos que somos la guía de los estudiantes, no los dejemos abandonados, luchemos por ellos hasta ultimo dia de nuetras vidas, gracias.

buenas tardes, después de leer la carta puedo decir lo siguiente, ser docente hoy en día es un gran desafió, ya que tenemos en nuestras manos el poder de cambiar las ideologías retrogradas que por años nos han inculcado pasando de generación en generación, la historia de la humanidad siempre ha sido cambiante, en cuanto a espacios, tiempos,teniendo en cuanta el espacio y tiempo en el cual vivimos y donde hoy somos docentes creo que debemos encaminarnos a la formación integral de los estudiantes, siempre y cuando sus padres colaboren desde sus casas, los valores como el amor, el afecto, la responsabilidad, el respeto, el orden se cultivan desde la casa y el los colegios y escuelas los complementamos, debemos aclarar que no es que estemos en una cárcel cuando nos referimos al colegio, por que nuestros estudiantes lo creen así por lo tanto debemos proyectar como docentes el interés, el amor y el compromiso dentro de la institución,creando espacios donde en realidad tengan un aprendizaje significativo, para que dentro de su historia de vida recuerden que en su niñez, pre adolescencia y adolescencia fueron muy felices en el colegio así sus vidas en sus casas no sea la mas adecuada, el compromiso de ser docente debe ser total e integro ya que entregamos todo en las aulas de clase con el fin volver a los estudiantes en personas que puedan defenderce en este mundo que esta cada vez mas globalizado y sistematizado.

La carta nos permite reflexionar acerca de nuestro papel como docentes donde tenemos que ser ante todo unos seres humanos íntegros, educar en función de la ética, no solamente dedicarnos a transmitir un conocimiento sino formar personas críticas capaces de solucionar problemas y de crear sus proyectos de vida con el fin de que los niños y jóvenes aprendan confiar en ellos mismos, de igual manera nuestra labor nos exige unos nuevos retos de cara a la época actual, donde tenemos que pensar en el desarrollo humano, en la interactualidad y el cuidado de nuestro planeta.

Los maestros estamos llamados a contribuir en el desarrollo de las nuevas sociedades lo que incluye un proyecto de vida más sensible y un proyecto profesional más responsable con el mundo y con el material humano del que nos vemos rodeados, pues ciertamente somos nosotros unos participes activos en su proyecto personal. La ética en el maestro como Ud. lo refiere es el bastión sobre el que descansa todo el quehacer docente, muchas de las perspectivas actuales donde la educación se ve involucrada (política, económica, social, religiosa) ameritan la disposición moral y ética en favor de un tratamiento más humanizante. Nuevos maestros con espíritu emprendedor que promuevan la cualificación desde su compromiso ético o como se lo menciona de una “casa común” que construimos conjuntamente y a la que debemos nuestro cuidado como parte de nuestro futuro próximo y como el bien presente que nos acerca con el otro.

Profe.
Me parece muy coincidente su carta, y en mi opinión pienso que nuestra vocación de ser docente o profesor hoy en día no es enseñar y transmitir conocimiento, sino formar, preparar, motivar y acompañar la construcción de un aprendizaje para la vida, para una buena calidad de vida de nuestros estudiantes, incluyendo ética, el cuidado de si mismo y de los demás, valores y humanidad, lo cual ya se ha ido diluyendo con el pasar de los años.
Otro punto para aportar es el derecho que todos tenemos a superarnos, a ser más, a ser inconformes y tener la convicción de que somos capaces de modificar realidades de nuestro sistema educativo y hacerlas más favorables para nuestros alumnos que empiezan el camino de la vida, y así conseguir y permitirles una mejor calidad educativa.

La vocación por la docencia es importante puesto que así tenemos la capacidad de comprender, reflexionar y disfrutar de esta profesión, al igual que a los alumnos y que en mi caso seria los niños de primera infancia. Esta carta nos deja una linda reflexión, el saber que en nuestra manos esta la gran labor de guiar el pensamiento de muchos y de que las personas tomen conciencia por el cuidado de la única casa, hogar que soporta todos los daños pero aun así esta ahí para complacernos con sus majestuosos paisajes. El solo pensar que como maestros podemos lograr cambiar pensamientos erróneos que las personas tienen ante un mundo globalizado, es un trabajo arduo, pero si se lo trabaja con un poquito de esfuerzo, empezando por nosotros mismos y nuestras familias se lo puede lograr.

profe me siento grato de haber leído su carta, misma que me deja muchas enseñanzas y me lleva a proponerme metas, pero metas que estarán en desarrollo con ética y mas aun con ética del cuidado y buscando las estrategias correspondientes para que los niños comprendan la importancia del cuidado por los demas y mas aun por nuestro planeta.

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