1. Miradas de Maestros expedicionarios

En las múltiples miradas investigativas que se logran de los maestros, se aprecia a los Maestros Expedicionarios, que son maestros: de corazones-amorosos; trasversales, entrelazados las maneras de pensar con su forma de actuar; maestros comprometidos con la acción social de las comunidades en las cuales desempeñan una labor: la de educar; maestros facilitadores cuya significancia se centra en: flexibles, amables, comunicativos inteligente, luchador, incondicional, tierno, dinámico, orientador y religioso: También se ha encontrado a maestros acrósticos; es decir se construyen desde el nombre con un modo de ser; los hay maestros generadores de entusiasmo, responsables y motivadores.

En los recorridos que se hacen por las instituciones educativas se encuentra a maestros pétalo, árbol, maestros mano, maestros ojos con descripciones para cada parte de este paisaje natural y físico. Hay maestras y maestros amigos que reconocen cualidades, comprendiendo y contribuyendo a la solución de problemas. Estos maestros son los que reconocen el error como un modo para aprender. En las escrituras de cada texto se encuentra que existe un maestro con rostro pensativo: maestro autónomo, maestro critico, maestro creativo, orientador, líder, activo, participativo.

Se lee y se descubre desde las las prácticas pedagógicas que hay maestros elásticos, se estira, se estira y muchas veces ya no da más, pero sigue y continua, se flexibiliza en el aula, se moviliza a territorios. La historia muestra a maestros protagonistas que les encanta el progreso del proceso educativo de los estudiante. Estos maestros se grafican en mapas conceptuales, en cambios de esquemas y metodologías. Es curioso encontrar a maestros con varias profesiones: dictador, dinamizador, político, investigador, medico, asesor, economista, facilitador. Tienen más puestos que un bus, pero solo están en la escuela; ese es el lugar geográfico de sus practicas pedagógicas.

En un sinnúmero de modos de ser maestros expedicionarios existen los curiosos con las ciencias naturales y sociales, pero también con las matemáticas, la educación física, la religión y el arte. Los hay todavía maestros oradores, dueños de la palabra y esa es una clave positiva pero por otra, también es negativa porque conviene que dejen hablar a los estudiantes para que ellos sean sean oradores y logren construir el mundo con palabras. Estos modos de ser llevan a decir que el maestros es espontaneidad autenticidad, sinceridad, amistad, tolerancia, orden, responsabilidad, alegría, felicidad, gratuidad, verdad, confianza, entusiasmo.

2. Modos de ser maestros incluyentes

En este recorrido por los paisajes de la escuela se encuentran maestros dedicados a la consejería, a ser guías espirituales, lo cual es muy loable en un mundo de escépticos y de desorientados que no les gusta escuchar consejos de los adultos, de los maestros. Loable por estos maestros que son idealistas, activos y comprometidos con sus comunidades excluidas, olvidadas, perseguidas por el fantasma del subdesarrollo. Bien por los maestros que les gusta movilizar el pensamiento, movilizar las ideas, las racionalidades posibles para decir que otra educación es posible. Al decir del maestro Cimarrón (relatos de un estudiante en formación) que es otro modo de ser:

Tempranito en la mañana se levanta el cimarrón
Con todos su corotes, lapiceros y marcador.

Un nuevo día me espera de enseñanza con tesón
De revisar los temitas sin salir de la región.

Todo recobra sentido, todo significa algo
Ya nada es más aburrido que quedarnos en letargo.

Y pregunta despacito Cuazalusan la cholita
Donde le machuco profe para sacar la cartica.

De inmediato le contesto con palabras suavecitas, presione
cualquiera de ellas, todas están sobraditas.

Y así trascurre ese tiempo en la sala de sistemas,
hasta lograr charladito y comenzar otro temita.

Esta forma de ser maestros poetas lleva a recordar las nostalgias de la poesía en la escuela, pero también a la ilusión, a la fantasía, a la creación literaria, a la literatura, a la lectura olvidada por los maestros. En esos recorridos literarios de expedición vuelve a surgir el maestro pescador de hombres nuevos como el maestro Jesús. Maestros a modo de Jesús que profetizan: “yo soy el maestro que piensa cada día en asumir responsabilidades; de educar a sus estudiantes de una manera creativa… yo soy aquel maestro que cuando llega a una vereda, es para educar y ser amigo mas de aquella sociedad…”.

Como olvidar en estos recorridos georefenrenciales a los maestros y maestras que son madres y amigas a la vez de sus estudiantes. Los conocen tanto que se parecen a sus hijos. Son maestros de tantos hijos. Sin embargo, los conocen a cada uno por su nombre, su rostro, sus gestos, su historia y sus necesidades vitales.

Estos maestros etnoeducadores los lleva a decir que son observadores, exploradores, investigadores, humanistas, éticos, emprendedores, escritores. Sus escrituras son reconocidas en la escuela.

3. Modo de ser maestro Hermano

Y no puede quedarse fuera de este relato el maestro hermano: “Humano y comprensivo; entregado a su labor pedagógica, recursivo, siempre guiando de la mano y sirviendo de apoyo incondicional; noble y sencillo, orientador de buenos ideales”. Esta exploración finalmente conduce a un maestro que se pinta con caricaturas: la primera es orante y dice que su modo de ser es ser silencioso; la otra se pinta entre la naturaleza rodeado de mariposas y gorriones, lleva en sus manos un corazón y cuelga de sus hombros una mochila de recuerdos vivenciales; y al final se pinta al lado del fiel amigo, el tablero, aquel amigo que le dice “feliz día del maestro”.

Finalmente, buscando entre todas estas formas de ser maestro, entre todas estos roles significativos, todos desempeñados con la mas fina labor, se encuentra ro al maestro “embudo”, un maestro abierto para recibir todos los conocimientos y tecnologías de actualización, que luego, por cierto las quiere compartir con sus muchachos, un maestro comprometido con la formación integral. Este maestro es por ciento también muy prevenido, consciente y conocedor de los riesgos que presenta cada especialidad. Un maestro que inculca el valor de las precauciones y sobre todo de los cuidados que se deben tener a la hora de trabajar, manipular, organizar, tejer, organizar, planear, disoñar los mundos posibles de la vida escolar , social, familiar y comunitaria.

Como relator de estos modos de ser maestro dejo sentada una idea que encuentro en un un trabajo de estudiantes: “maestro de lejos”. Este maestro es aquel que lo nombran para trabajar lejos, muy lejos. Como los maestros que vienen de otra ciudad, de lejos. Un maestro que al irse se arriesga, al venir de lejos se enfrenta, se confronta. Un maestro que dice: “lejos no es lejos, porque lejos es donde no se puede llegar”.

Esta enseñanza nos tiene aquí, porque hemos llegado de lejos a compartir, a vivir, a aprender de nuestros modos de ser, a estar, a soñar y disoñar la tarea de ser maestros, a pensarnos desde nuestra autonomía y responsabilidad; sobre todo a ser proyectos de vida para los nuevas generaciones de Colombianos.