En dothegap apoyamos firmemente la educación formal. Sin embargo, también somos conscientes de la importancia de los conocimientos que se adquieren fuera de las instituciones educativas regladas.

¿A qué nos referimos? A las habilidades que adquirimos gracias las experiencias vividas fuera de las aulas, que son clave para el desarrollo de la persona. Las experiencias de intercambio, como las que ofrecemos en dothegap, son una gran herramienta para fomentar este tipo de aprendizaje.

Si quieres descubrir 10 enseñanzas que surgen en este tipo de experiencias, ¡sigue leyendo!

10 habilidades o lecciones vitales que aprenderás fuera de la escuela

1) A considerar, tratar y mostrar empatía hacia los demás. Se trata de una de las lecciones más importantes en la vida y es clave para una socialización saludable y beneficiosa, para uno mismo y para quienes te rodean. A través de experiencias nuevas, que pueden resultar un reto, se desarrollan de manera natural las capacidades de empatía y consideración. Por ejemplo, cuando una persona que no conoces te ayuda al verte perdido en una ciudad nueva o el cariño que nos proporcionan los animales.

2) Tener una mente abierta. Las personas que nos rodean y con las que compartimos la vida son distintas, tienen otros puntos de vista y han tenido experiencias vitales diferentes a las nuestras. Ser consciente de esto, aprender a respetarlo y saber mostrar nuestras opiniones sin negar las del resto es un aprendizaje muy importante que se favorece al viajar y alejarse del entorno habitual. En una experiencia como el intercambio sales de tu círculo habitual, generalmente formado por personas con opiniones similares, y entras en contacto con gente con ideas nuevas o distintas. De esta manera no solo te replanteas cosas que tenías claras, sino que aprendes, aún sin necesidad de cambiar de opiniones.

3) Crear lazos con otras personas. Relacionado con lo anterior, para generar relaciones personales saludables es fundamental ser capaz de leer las situaciones que vivimos y de entender a las personas. Esto es un aprendizaje que nunca finaliza, pero que marca la vida laboral, personal y emocional de cada uno.

4) Enfrentarse a los momentos difíciles. Ser siempre positivo es complicado, ya que día a día nos enfrentamos a nuevos retos y hay cosas que escapan a nuestro control. Debemos estar mentalizados de que esto es así y prepararnos ante las dificultades. De la misma manera, trabajar por objetivos a largo plazo para ser capaz de modificar aquellas situaciones que no nos gustan pero que sí podemos cambiar si las hacemos frente. Las nuevas experiencias que puedas vivir fuera de las aulas te harán salir de la rutina, plantearte retos y salir de la zona de confort en la que vives, con lo que estarás mejor preparado para las nuevas situaciones que puedan llegar.

5) Ser perseverante. En línea con el anterior punto, la perseverancia es la llave hacia la satisfacción. El aprendizaje es un camino largo que dura toda una vida y que debe fomentarse para seguir adelante. Experiencias como los intercambios son muy valiosas para comprenderlo, pues nos permiten comprobar nuestros conocimientos y nos abren nuevos caminos por los que continuar creciendo.

6) Adaptación a distintas situaciones. Cuando se hace un viaje tan intenso y completo como el que supone un intercambio, es necesario adaptarse a nuevos lugares, personas o rutinas. La vida es cambio constante, por lo que cuanto antes se asuma, mejor se reaccionará. Además, es muy útil para ello ser capaces de anticiparnos a las nuevas situaciones y plantear soluciones creativas.

7) Descubrir las fortalezas y los puntos débiles. Conocerse a uno mismo y saber hasta dónde se puede llegar es un aspecto importante del crecimiento. Ponerse retos es importante, pero también reconocer los límites, cómo mejorar puntos débiles o disfrutar desarrollando nuestras propias cualidades. Actividades como el deporte o un intercambio son experiencias ideales para fomentar tanto el autoconocimiento como el desarrollo personal.

8) Automotivación. Mantener la ilusión por saber cosas nuevas y retarse a uno mismo hace que nunca dejemos de aprender. Hay que encontrar el placer de mejorar constantemente y dedicarse tiempo. Apuntarse a cursos sin un objetivo curricular o participar en un intercambio ayuda a mantener esa llama del interés encendida.

9) Aprender a ser independiente. Si seguimos la línea marcada por este listado, cada habilidad lleva a la consecución de vivir de una manera autónoma, sin la necesidad del dictado de quienes nos rodean. En resumen, a ser capaces de elegir por nosotros mismos. Cuando cambias de entorno, cuando haces un viaje nuevo y más con el objetivo de aprender, te das cuenta de que eres tú quien toma las principales decisiones en tu vida y de que, si tienes más conocimientos, éstas son mejores.

10) Asumir responsabilidades. Durante la etapa formativa, se vive en entornos controlados. El tiempo está pautado y las obligaciones son relativas, a corto plazo. Cuando sales al mundo, debes aprender que eres responsable de tus actos: tienes que asumir las obligaciones del día a día y mirar también en el medio-largo plazo. Cuando asumes plenamente la responsabilidad de tus actos te conviertes en una persona adulta, algo que no otorga una simple cifra como es la edad.

¿Qué opinas de esta lista? ¿Echas en falta alguna lección importante? Si quieres que los alumnos de tu centro de formación, club de deporte o asociación vivan una experiencia que les permita desarrollar habilidades importantes para su aprendizaje fuera de los entornos educativos, ponte en contacto con dothegap. ¡Buscaremos un buen intercambio!