ADOLESCENCIA
Quiero citarles un pensamiento de Salvador Minuchin como introducción al tema.
“Cuando mencionamos la palabra técnica, ésta contiene una referencia a una artesanía, a cuidar los detalles, a atender a la función del producto y a la relación entre el esfuerzo y los resultados. Pero si el terapeuta permanece apegado a la técnica, si se limita a ser sólo un artesano, su contacto con los pacientes será objetivo, desapegado, limpio, pero también superficial”.
Vale esta apreciación para todos los que trabajamos con personas, nuestros pares.
En su libro Construcción cuerpo-mente, Fabio Celnikier expresa lo siguiente: “¿Por qué nos enfermamos tanto cuando estamos agobiados? ¿Hay una división cuerpo y alma (o mente, o psique, o espíritu)?; ¿Es sano pensar al cuerpo como un ente separado de nuestros fenómenos mentales? ¿Hay enfermedades específicas de la mente o del cuerpo?”
Recuerden frases como estas: “Se me rompió el corazón”, ante una situación de tristeza, o “No puedo tragarme ese sapo”, referido a la bronca.
En estas expresiones culturales aparece claramente el concepto de indivisibilidad entre el cuerpo y el espíritu.
Asociando al tema que hoy nos convoca, el adolescente que consume drogas o sustancias psicoactivas, expresa su dolor de esa forma.
El niño en su desarrollo es una esponja ávido de conocimiento. Sus padres son los responsables de programar su mente (la cual tiene un sustento biológico neural adecuado a la edad, por ejemplo, el proceso de mielinizaciòn neuronal culmina alrededor de los tres años de edad, lo cual facilita la conducción de información a lo largo de las neuronas).
Los padres realizan su labor como tales a partir de sus propios actos, sus dichos, sus pensamientos y emociones.
El ser humano es vulnerable en su desarrollo y dependiente, fíjense las necesidades de un bebé:
-Aprendizaje
-Afectos
-Comida
-Vestimenta
-Educación
-Lenguaje
-Higiene
-Modelos donde reflejarse
-Resguardo de sus depredadores
-Traslado
-Aprender automatismos como comer, caminar, controlar esfínteres, sonreír socialmente".
El nuevo integrante de la sociedad familiar acepta el lugar que intuye ocupará en esa familia, sin dudarlo, acepta ese lugar.
Los padres le indicarán a su hijo, de modo natural, durante 24 hs al día, que se puede o no pensar, qué se puede o no sentir, qué se puede o no decir y qué se puede o no hacer. También le indicarán su nombre, es decir, quién será, este es un proceso natural e inevitable.
“A menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción” Joan Manuel Serrat.
El guión vital o argumento de vida es un pacto inconsciente que el niño firma con sus progenitores.
"La culturización impartida por los padres dará respuestas a preguntas esenciales como:
¿Quién soy?
¿Qué hago en este mundo?
¿Quiénes me rodean?"
En varias disciplinas de la Psicología se entiende este mismo concepto:
“El bebé humano, con su parte más intuitiva, se adapta al micro mundo familiar que le toca en suerte cumpliendo con el pacto firmado tempranamente. Internaliza los deseos de sus padres, creyéndolos luego propios, y más tarde vive su vida de acuerdo al deseo ajeno”.
Es importante, en este punto, aclarar que las distintas corrientes en la teoría y práctica de la psicología humana abordarán al sujeto privilegiando unas u otras funciones, ninguna lo abarca todo. Por eso se debe sostener una mirada integradora de las corrientes.
Luego de esta introducción pasaremos a revisar el tema de la adolescencia y su relación con las drogas.
“La tecnología ha superado al crecimiento del hombre en los aspectos internos, espiritual y trascendente. Hemos crecido más hacia afuera que hacia adentro. Mucho edificio. Mucho internet. Mucho cajero automático. Mucho misil. Poca amistad. Poco amor. Poco piropo agradable. Poca familia. Poca música. Poco Dios.
Nos hemos olvidado esto: Cuanto más afecto, menos drogas.”Fabio Celnikier.
En este punto me gustaría hacer una reflexión:
Difícilmente podamos pensar, o eso creo yo, que existan padres que no amen a sus hijos, claro que hay casos especiales, la cuestión es cómo los aman. Hasta dónde se involucran y se hacen cargo de ese niño que está creciendo, qué pretenden, cual es el límite impuesto, o la misma falta de compromiso hace que no se esfuercen en poner límites, su propia historia personal influye en esta situación.
Son algunos interrogantes que se los dejo para reflexionar un poco y que ustedes aporten los suyos.
Vamos a introducir el concepto de HOMEOSTASIS, como proceso de autorregulación. Es un mecanismo por el cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener un equilibrio. Este concepto tiene que ver con el de salud, y, equiparándolo, podemos decir que si el organismo permanece en estado de desequilibrio con su entorno durante mucho tiempo, termina enfermando. (Para Perl esto se denomina “insatisfacción organìsmica”). La salud y la enfermedad vendrán determinadas entonces por una alteración en cualquiera de estas expresiones del ser humano.
Desde esta perspectiva, podemos considerar a la persona sufriente como portadora de un desajuste entre el intercambio con el entorno.
¿Les parece que es un buen punto de vista? A mí entender es la mejor forma de ver al consumidor sin catalogarlo de enfermo, adicto, y ser rechazado por la sociedad.
Se los dejo para pensar.
Bibliografia consultada: Construccion Cuerpo-Mente, Raices de la terapia integrativa. Fabio Celnikier. Editorial Salerno.
Las Psicoterapias, Pensadas a partir de lo posible.Lia Ricon. Editorial Polemos.
Estrategia terapeutica en Drogadiccion. Mario Puentes. Lugar Editorial.
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