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(Editorial) ¿Quién acredita al acreditador?

Noticia tomada íntegramente del portal del Diario "El Comercio" de Perú del día 31-05-2013 la misma que puede ser leída desde el mismo línk del diario AQUÍ

(Editorial) ¿Quién acredita al acreditador?

Hay una nueva (mala) idea para regular las universidades

Preocupada porque solo una universidad peruana figura dentro de las cincuenta mejores de América Latina en el ránking elaborado por la empresa británica QS, la bancada de Gana Perú ha presentado un proyecto de ley buscando mejorar la calidad de la educación superior en el país.

Esta propuesta establece la obligación de que todas las universidades (privadas o públicas) acrediten que la educación que ofrecen es de “calidad”. ¿Cómo? Cumpliendo con los 97 estándares de calidad impuestos por el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación (Sineace), un ente adscrito al Ministerio de Educación. Su incumplimiento, según la propuesta, sería sancionado con el cierre de la universidad.

Esta medida, por supuesto, despierta varias dudas. Para empezar, ¿quién se encargará de acreditar al acreditador? El Estado, como todos sabemos, no es precisamente conocido por brindar una educación de alta calidad a través de sus centros educativos: ni en educación inicial, ni secundaria, ni superior (salvo algunas notables excepciones). ¿Con qué criterio, entonces, hará las veces de juez que determine cuál educación es de calidad y cuál no? De hecho, ¿cómo podría establecer qué deben hacer las universidades privadas para brindar satisfactoriamente sus servicios si no hay prueba de que sepa qué hacer con las propias? Si el Estado ya cuenta con la fórmula para asegurar una educación de calidad, ¿entonces por qué no ha empezado por casa? Lo que la bancada de Gana Perú pretende es similar a pedirle a un alumno que ocupa uno de los últimos puestos del salón que evalúe al resto de la clase.

Por otro lado, es preciso entender que la educación no es una ciencia exacta. Las universidades innovan sus paradigmas de enseñanza –como cualquier disciplina– mediante la experimentación de nuevos enfoques y metodologías.

Por eso, si se petrifica y homogeneiza su modelo educativo mediante detallados estándares legales, se estaría restringiendo la posibilidad de que las instituciones evolucionen en el tiempo y compitan desarrollando nuevos modelos de transmisión y desarrollo de conocimiento. ¿O acaso alguien estaría de acuerdo con que en las universidades peruanas se siguiera enseñando como hace unas décadas, donde los alumnos se sentaban a simplemente escuchar un largo monólogo del profesor sin la posibilidad de cuestionar nada?

Adicionalmente, si el Gobierno contase con el enorme poder de decidir qué universidades cerrar (bajo el pretexto de defender la “calidad”) se podría poner en riesgo la libertad de opinión y de participación política. Y es que las universidades son focos de vida política y de desarrollo de ideologías, y la autonomía universitaria es una forma de impedir que el Estado censure las corrientes de pensamiento que le son incómodas.

Finalmente, no podemos pasar por alto que muchos peruanos no podrían pagar una universidad que tiene que asumir los costos necesarios para cumplir con los estándares del ministerio. En consecuencia, la propuesta de los nacionalistas los dejaría en una situación peor que la que hoy enfrentan. En vez de obtener una educación regular se quedarían sin educación, a secas.

Por supuesto, esto no significa que no se pueda hacer mucho por mejorar el sistema universitario. Se podría diseñar un sistema que permita a las universidades acreditarse ante entidades expertas e independientes (como existen en el ámbito internacional), pero sin darle al Estado el poder de cerrarlas. Así, los postulantes sabrían con mayor precisión qué tipo de educación brinda cada institución. De esta forma, nos aseguraríamos de que los potenciales alumnos cuenten con más información sobre las instituciones acreditadas, que no se les pueda engañar y que puedan tomar una decisión responsable.

Incluso, hay iniciativas privadas en este sentido. En la CADE por la Educación 2013, por ejemplo, se propuso desarrollar un observatorio que ofrezca información sobre los requerimientos del mercado laboral y la oferta educativa.

Una persona que decide estudiar una carrera y educarse está construyendo su propio futuro. La labor del Estado es alumbrar lo mejor posible los caminos que ella puede tomar, mas no decidir cuál es la ruta que debe seguir la vida de cada ciudadano.

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Comentario por Xenia María Batista Rodríguez el julio 25, 2013 a las 3:51am: Este editorial trata un tema que esta de moda, hoy en día los sistemas educativos y las universiades estatales y privadas buscan la acreditación, de hecho en mi país, Panamá se han realizado algunos esfuerzos encaminados a lograr esta meta, pero eso nos lleva a hacernos algunas preguntas, ¿Quiénes son esas instituciones que acreditan la calidad educativa, son legales? ¿Tienen la autoridad suficiente para realizar esa tarea? ¿Se trabaja en miras de lograr la acreditación educativa?

Comentario por max castro químper el junio 6, 2013 a las 6:55pm: Realmente es reflexivo el editorial de El Comercio,que invita a los intelectuales, autoridades universitarias, a los colegios profesionales participar en un debate nacional, para lograr la calidad académica de la educación superior, ya sea por el sistema de acreditación u otras extrategias, pero sin querer homogeneizar a las universidades, menos amenazar con cierres; estamos de acuerdo que en actualidad, en la era del conocimiento los centros superiores en general, deben acreditarse para brindar una formación de calidad para que los profesionales egresados sean competitivos; esperamos que la luz del conocimiento alumbre el mejor camino para lograr la acreditación de las universidades del país, sería necesario tomar experiencias de otros paisés que han obtenido buenos resultados.Saludos Max Castro.

Comentario por JUAN SANTIAGO SANCHEZ ACOSTA el junio 6, 2013 a las 10:04am: EL PROCESO DE MEJORA DE LA CALIDAD TIENE QUE IR DE LA MANO DE ACTIVIDADES QUE CONVELLEN A CONSEGUIR GRADUALMENTE LA CALIDAD, NO SE PUEDE CAMBIAR DE LA NOCHE A LA MAÑANA TANTOS AÑOS, DÉCADAS, DE DESINTERÉS POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA UNIVERSITARIA EN EL PERÚ, Y LA MEJOR MANERA ES AFIANZAR LOS PROCESOS DE ACREDITACIÓN QUE HA INICIADO LA CONEAU A TRAVÉS DE ESTÁNDARES QUE PRIMARIAMENTE POTENCIALIZARÁN LAS DEBILIDADES QUE SE ENCUENTREN EN CADA REALIDAD UNIVERSITARIA PARA LUEGO IR INCREMENTANDO EL GRADO DE DIFICULTAD PARA LOGRAR LA CALIDAD TOTAL EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA EN EL PERÚ. QUE QUIEN VA A EVALUAR AL EVALUADOR?, MAL HARÍAMOS EN SEGUIR PENSANDO QUE SÓLO LO QUE VIENE DE AFUERA ES LO MEJORA, REVISEN LOS ESTÁNDARES DE OTRAS UNIVERSIDADES DE LATINOAMERICA Y VERÁN QUE LAS QUE SE TIENE EN EL "MODELO PERUANO" SON "OBJETIVOS" Y MEDIBLES. QUE SON PAPELEOS?, ES QUE TENEMOS QUE MIRAR POR DENTRO A LAS UNIVERSIDADES PARA SABER SU REALIDAD Y CONSTATARÁN QUE ESOS "PAPELEOS" SON LAS QUE DAN VIDA INSTITUCIONAL A UNA ENTIDAD EDUCATIVA.
GRACIAS POR PUBLICAR ESTE COMENTARIO
JUAN SANCHEZ
EPMV-UNP-PERÚ

Comentario por Katy Milagros Saavedra Calle el junio 2, 2013 a las 4:04pm: Como en américa latina, puesto que la calidad de las instituciones educativas superiores aún no demuestran esa calidad de aprendizajes como a futuros profesionales que debe brindar a los estudiantes. Ahora las exigencias son mayores, donde se deben alcanzar estándares nacionales e internacionales que permitan validad la calidad, para evidenciar una educacion de calidad tiene que haber cambio de actitud para que las generaciones venideras sean mejores. KATY M. SAAVRDRA CALLE.

Comentario por MIGUEL VIRGILIO BARRETO CARBAJAL el junio 1, 2013 a las 9:34pm: Este tema es muy crucial en el Perú como en américa latina, puesto que la calidad de las instituciones educativas superiores aún no demuestran esa calidad de aprendizajes como a futuros profesionales que debe brindar a los estudiantes. Ahora las exigencias son mayores, donde se deben alcanzar estándares nacionales e internacionales que permitan validad la calidad de una facultad de una universidad, apostemos a todo cambien en bien de la educación de las futuras generaciones.

Comentario por Carlos Zeña Quépuy el mayo 31, 2013 a las 10:02pm: LA ACREDITACIÓN DEBE SER EXCLUSIVAMENTE INTERNACIONAL PORQUE A NIVEL NACIONAL LOS POLÍTICOS MANIPULAN LOS ESTÁNDARES. ADEMÁS SE DENOMINA ACREDITACIÓN Y LOS 97 ESTÁNDARES DEL CONEAU SON EXCESIVAMENTE PAPELEOS Y DOCUMENTOS ESCRITOS. LAS UNIVERSIDADES DEBEN ACREDITARSE EN EL AULA PARA CONSTATAR LOS CONOCIMIENTOS, REVISAR LAS INVESTIGACIONES Y QUÉ PROYECCIÓN SOCIAL SE REALIZA.

Comentario por Victoria Landa Velázquez el mayo 31, 2013 a las 7:14pm: En México existen varias instancias donde las IE se pueden evaluar (CIEES), acreditar (FIMPES) o certificar (con reconocidas firmas); dependiendo de lo que elijan y con quien, es como se realizan los trabajos que apoyan a la mejora del servicio, Público o Privado. En Puebla existe el acuerdo por el cual las Universidades que obtienen el Registro de Valides Oficial de Estudios, tienen un plazo de tres años (a partir de la obtención del RVOE) para asegurar la mejora continua y como bien señala el artículo, es el usuario quien elige la Institución en la que realizará sus estudios.
Les invito a visitar http//:www.pueblauniversitaria.mx/ con amplia información sobre la oferta educativa en el Estado.

Comentario por Elízabeth Rojas el mayo 31, 2013 a las 1:53pm: El sector Educación es el peor en calidad; desconoce los últimos enfoques, sus procesos son una alerta a la incompetencia, sería aceptable que la enseñanza de hiciera como en décadas pasadas; la verdad es que estamos bien lejos de eso: como hace 200 años sería más acertado!. No se conocen las APAs, los EVAs, el aprendizaje colaborativo, la web 3.0, la tecnología que los respalda, los nuevos enfoques transdisciplinares y de la complejidad, el trabajo armónico, etc, etc, etc. La nueva Ley 29944 está escrita en el papel; pero del dicho al hecho, hay mucho trecho. El año pasado tuve la oportunidad de corroborarlo por mí misma.