Opinión

La Formación Profesional Docente en el Perú, ha venido siguiendo una serie de modificaciones durante esta última decada de inicio del siglo XXI, sin embargo hay algo, que aunque es claramente visible, los entendidos en la materia, prefieren hacerse de la vista gorda.

Si hacemos una retrospección encontraremos, pues, que desde el año 1822, año en el cual se inaugura la Escuela Normal de Preceptores, conocida en la actualidad como la Universidad Nacional de Educación "Enrique Guzman y Valle" - La Cantuta, las variantes en la estructura organizacional de las instituciones de Formación Profesional Docente (FPD), no se han homogenizado, esto ha conllevado a una disparidad en la formación; debido a varios factores tanto intrínsecos como extrínsecos, causando que el docente, tenga formaciones profesionales distintas en el Perú.

En la actualidad las entidades encargadas de la FPD, son los pedagógicos y las universidades, las cuales no han entrado en un periodo de consenso, esto ha generado que la estructura formativa de las universidades sea más dinámica que la de los pedagógicos, generando a mi entender, también la caída del nivel de desempeño laboral que debe mantener o demostrar el docente en un marco de competitividad laboral.

En la actualidad se viene capacitando y actualizando al docente constantemente, haciendo uso de programas como el PRONACAFP, lo cual no esta mal, pero el asunto es claro, no se está atacando el problema medular, que es la estructura de formación profesional para la formación de los docentes. No es claro tener dos modelos de formación profesional para nuestros docentes, quienes van a tener que formar a nuestras futuras generaciones, si ellos mismos tienes problemas de formación, lo que se va a transmitir también es una formación inestable y nada segura.

No es necesario realizar una tesis, para determinar que la formación profesional docente en una universidad es más completa que la de un pedagógico, y con ello no quiero decir que no existan pedagógicos que tengan muy buen nivel, pero los factores han sido dados para que la universidad se encuentre más fortalecida. Un ejemplo claro es la Ley Universitaria frente a la joven y novata Ley de Institutos y Escuelas de Educación Superior emitida recién el año 2009, ello conlleva a esclarecer que el tiempo en el que han reinado los pedagógicos esta en debacle. El estado ha sido práctico y neoliberal al comprender que los pedagógicos deben cerrar por la mala oferta del producto ofrecida al mercado laboral, lo que ha ocasionado un desmedro a la carrera docente en todos sus niveles. Las instituciones sindicales principales promotoras de este debacle, han fracasado en su intento de custodiar y proteger este paradigma de formación y también en la protección a los docentes de mala formación.

Lo que planteamos, no es que los pedagógicos se cierren, sino que se renueven o se articulen con universidades, carentes de una facultad de educación, a fin de que se tenga una mejor previsión y prospectiva en la calidad de la Formación Profesional Docente para nuestras futuras generaciones. Es claro que sino se toman medidas previsoras, seguiremos ocupando los últimos puestos en América Latina en comunicación integral y lógico – matemática en los años venideros.