Frecuentemente comento en los cursos de capacitación de la docencia en línea donde participo, que en el caso de los ambientes semipresenciales, se debe propiciar ya el uso de la red de una manera más frecuente, sin perder de vista que este tipo de cursos tienen secuencias en espacios áulicos o de reunión grupal presencial, combinadas con secuencias en espacios distantes, sean estos virtuales o no, y que pueden ser en grupos o individuales, y que pueden utilizar canales o materiales
tecnológicos virtuales o no.

A diferencia de los cursos presenciales que centran sus actividades de tiempo completo en el aula, las de ambiente semipresenciales son de medio tiempo o tiempo parcial. Esto obliga el uso de tecnología que le permita generar, conservar y distribuir contenidos a estudiar para lograr los objetivos de aprendizaje tanto al profesor como al estudiante.

En los ambientes semipresenciales, cuando se combina con herramientas de educación a distancia pueden existir momentos de interacción tanto directa real como indirecta real, asi como indirecta sincrónica e indirecta asincrónica. Ahora bien, difiero del artículo de Barajas que alude a la educación a distancia solo en su posibilidad de los AVA, olvidando que existen sistemas de educación a
distancia como la telesecundaria y el telebachillerato, e incluso los cursos
televisados de edusat, que se desarrollan con herramientas no virtuales.
También es lamentable que las fuentes utilizadas por Barajas solo se remitan a
quince años atrás y no más allá, en cuanto a la clasificación de medios de
comunicación en la educación a distancia, omisión imperdonable que quizás le
haga desdeñar el uso de medios de comunicación masiva como parte de la educación
a distancia (que es el caso de las instituciones educativas que mencioné como
faltantes en su texto ).

Ahora bien, ¿cómo se podrían combinar el uso de ambientes semipresenciales con las TICs mas comunes?(aqui no incluyo los medios masivos por razón económica). Veamos este cuadro que he dibujado para dar una idea al respecto:

El profesor ahora adquiere el papel de asesor o tutor del curso y debe estar en disposición no solo de exponer, explicar, demostrar, guiar y aclarar dudas en sus espacios áulicos sino de establecer guías de estudios que propicien el autoaprendizaje apoyados con materiales de estudio distribuidos en canales impresos personales o canales electrónicos a distancia. Si opta por esta última
alternativa, entonces puede generar materiales a distancia que pueden ser
virtuales o no.

Entonces las tres habilidades que ya habíamos señalado en nuestra primera intervención

1.- Manejo de material multimediado, computadora y proyectores digitales

2.- Manejo de herramientas de comunicación y almacenamiento de información en la red: correos electrónicos, comunidades virtuales.

3.- Dominio de navegación en la WEB y uso de buscadores

le vamos a agregar las habilidades para :

4.- Diseño o uso de guias de estudio (impresas o digitalizadas)

5.- Producción de materiales

6.- Tutoría a distancia ( en espacios virtuales o con sistemas de comunicación electrónica)

7.- Uso de páginas dinámicas del curso tales como webquests o weblogs

8.- Diseño o uso de instrumentos de autoevaluación

9.- Uso de herramientas multimediales en WEB 2.0

Los expertos en contenidos pueden optar entonces por realizar tareas menos complejas en el manejo de tecnología, aplicando solo las tres mínimas que señalamos para el primer ambiente de aprendizaje, y depositar en un equipo de diseño la construcción con herramientas de tecnología más compleja, aunque esto encarece el costo de los cursos. La capacitación puede ser una opción también
para adiestrarlos en el uso sencillo de las tecnologías, o la habilitación de
estudiantes como adjunto o en servicio social, puede subsanar las dificultades
de algunos profesores en el uso de la tecnología en ambientes semipresenciales.

No obstante hay que resaltar que la diseminación de herramientas en WEB 2.0 muchas de ellas con plantillas y espacios interactivos facilitan que los profesores puedan crear sus propios contenidos con una capacitación gradual en la producción de los mismos. La web 2.0 está propiciando que los profesores tengan a la mano medios y plataformas de fácil manejo y bajo costo.

En algunos ambientes semipresenciales, como el del sistema abierto en la Universidad Veracruzana, la mayoría de sus profesores utilizan las tres habilidades que he mencionado en la lista anterior. Faltaría integrar un uso mayor de cuando menos la mitad de las seis habilidades restantes, o sea otras tres. Sin embargo vuelvo a remarcar que las limitaciones tecnológicas de algunos
profesores pueden ser subsanadas con apoyo del grupo de su curso, estudiantes
en servicio social, o alumnos sobresalientes como adjuntos en uso de tecnología.
Esto importante porque de otra manera, si un maestro por su edad o tecnofobia no
adquiere todas las habilidades tecnológicas requeridas para tener competencias
docentes tecnológicas, no debemos privarnos del valor principal que posee: su
experiencia en los contenidos de la disciplina y el campo profesional. Un buen
diseño instruccional, incluso permitiría construir eventos sencillos de
mediación tecnológica con el profesor tecnofóbico ante una cámara de video,
narrando un power point para su uso posterior, o grabando un audioclip para uso
en podcast.

La actividad docente en algunos centro escolares, en el uso de las TICs se puede integrar con profesores que dominen las tres habilidades iniciales de las que hablo al principio del texto, , y si agregan también una décima habilidad ya propia de los cursos a distancia más complejos , el uso docente de una plataforma virtual para las actividades intersemanales de sus estudiantes, fuera de las aulas, esta debe estar precedida del dominio de las 6 habilidades restantes ya descritas en este texto, o con el apoyo de triadas de adminstración académica de dichas plataformas