La constancia de la velocidad de la luz constituye uno de los ejes fundamentales de la relatividad especial emanada de la brillante mentalidad de Albert Einstein, a comienzos del siglo XX. Si dos autos están detenidos en una carretera recta de dos carriles y de una longitud de 900,000 kilómetros y encienden los faros al mismo tiempo, la luz de ambos autos tomará 3 segundos en llegar al final de la carretera.

Pero qué pasa si a la hora de encender los faros uno de ellos pasa a la par del otro a 100 kilómetros por hora en la dirección del haz de luz? Pues la luz tomará de nuevo 3 segundos en llegar al extremo de la carretera sin importar la velocidad del auto o fuente de luz.

Si se aplica una fuerza constante a un cuerpo de masa inercial m_o, este se verá acelerado de tal manera que su velocidad irá en aumento, pero el crecimiento de la velocidad tendrá como límite la velocidad de la luz. Para ello, la masa inercial aumenta en las cercanías de la velocidad de la luz, haciendo que esta sea el límite final.

La masa inercial, en las cercanías de la velocidad de la luz, sufre un crecimiento que se relaciona con un factor multiplicativo conocido como el factor de Lorentz.

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En la medida que se acerca a la velocidad de la luz, este factor crece haciendo crecer la masa y desacelerando al cuerpo acercándose a la velocidad de la luz sin alcanzarla.

Por otro lado, la distorsión del espacio tiempo, propicia que los cuerpos con velocidades cercanas a la velocidad de la luz, sean vistos, por un observador en un sistema inercial, contraídos o disminuidos en su longitud.

Esta contracción depende del factor de Lorentz, de tal manera que resulta como la longitud del cuerpo en reposo dividida por el factor de Lorentz.

El tiempo o sea la otra coordenada que incide en este fenómeno relativista, se ve dilatado o transcurre lentamente a medida que nos acercamos a la velocidad de la luz. De nuevo utilizamos el factor de Lorentz para calcular el tiempo. Multiplicamos el tiempo por el factor de Lorentz para encontrar en cuanto se dilata o transcurre más lentamente.

De estos hechos de la física de partículas han surgido numerosas e interesantes paradojas, tal como la de los gemelos. Donde se comparan los efectos microscópicos con los efectos macroscópicos en ejercicios mentales de excelente imaginación.

Macroscópicamente es un mundo clásico, donde impera el dominio de las ecuaciones de Newton, sin embargo transportarnos a la distorsión del espacio tiempo, el corrimiento hacia el rojo de las galaxias descubierto por Edwin Hubble, la existencia de la materia oscura y la energía oscura, la duda del Big Bang, etc. Son extremadamente necesarias para el ejercicio mental necesario cada día de nuestras vidas y estar de frente a la ciencia y los avances prácticos de la tecnología de cara al bienestar de la humanidad.