Por Eloy Pérez Valera

Libertad
Isaiah Berlín publicó un ensayo de libertad positiva y libertad negativa en 1958. La libertad negativa, se puede decir que es la verdadera libertad, es decir la menor coacción posible en la vida, es la mayor libertad que podemos tener. Esta libertad no debe de ninguna manera invadir las libertades ajenas en forma de agresión, en forma de invasión, la coexistencia depende de que nosotros recortemos nuestra propia libertad para no agredir a los demás a partir de nuestra propia libertad, eso es la cultura de la libertad, la cultura democrática que es la de la coexistencia. Coexistir siendo diferentes y no hacer de la libertad una fuerza arrolladora y destructora hacia los demás.
La libertad positiva no es tanto la libertad, como es el tener sentido de la problemática que significa vivir en sociedad, el tratar de impedir que las desigualdades lleguen a introducir la injusticia social en una sociedad. La defensa de igualdad de oportunidades no debe ser en ningún caso la defensa de la igualdad de llegada, porque eso solo se puede conseguir a través de la violencia y a través de la represión.
Isaiah Berlín marca una gran diferencia entre el erizo y el zorro. El erizo sabe una sola cosa que le da una enorme seguridad en el mundo, que le da respuestas prácticamente para todos, el zorro sabe muchas cosas pero está lleno de incertidumbre, lleno de dudas. Algunos pensadores creen, los que son zorros siempre envidian secretamente a los erizos. Preguntémonos ¿Somos zorros o erizos? Los erizos de la cosa que saben extraen siempre la manera de resolver todos los problemas. De esta forma Isaiah Berlín trata de diferenciar a las dos libertades. La pugna entre el erizo y el zorro, entre las dos libertades siempre existirá y hay que tratar de hacerlas coexistir, si una destruye enteramente a la otra lo que reina es la violencia, es decir, la irracionalidad sobre la racionalidad. Esa tención en lugar de ser creativa se convierte en destructiva.
Mucha gente en Latinoamérica tiene una conciencia falsa de clase como decía Marx. Las estructuras de producción en las cuales viven las personas hace que su mentalidad sea capitalista, porque están inmersas en una sociedad capitalista, su conciencia, su forma de ver el mundo está definida a partir de esa estructura económica. Las personas son víctimas de eso. Entonces las personas no son libres, ellos están determinados por la clase a la que pertenecen a pesar de una cierta forma. Para Marx la forma de romper ese hechizo en primera instancia es entender cómo funciona el mundo, una vez que entienden eso, se pueden deshacer de esa conciencia de clase que ellos están determinados a tener.
Adam Smith padre del liberalismo es uno de los primeros en decir. Es muy importante que en una sociedad haya un mismo punto de partida, porque si hay en una sociedad gente tan privilegiada que desde la cuna tienen garantizado el éxito social y económico hay una injusticia que termina siendo inaceptable para el grueso de la sociedad. Y por eso el punto de llegada no debe ser la igualdad económica, pero si se debe asegurar que el punto de partida permita a todos los seres de una sociedad, no importando si pertenecen a familias de clase media o familias muy afortunadas; reducir a un nivel humano los privilegios. En este sentido, desde Adam Smith hasta Jean-François Revel han sostenido la necesidad de una educación pública no de alto

nivel, sino de altísimo nivel que en cada generación ponga en un cierto pie de igualdad a todas las generaciones y eso es algo que en la realidad hemos visto realizarse en todos los países liberales de avanzada. Francia por ejemplo en el siglo XIV, tuvo un sistema educativo público absolutamente extraordinario que permitía en cada generación una cierta igualdad de partida y los países que hoy están más avanzados en el desarrollo, en la prosperidad, en la civilización son países que tienen un altísimo nivel de educación pública que permite a los que no son ricos competir con los hijos de los ricos en igualdad de condiciones. Ese es un hecho fundamental dentro del liberalismo y la democracia. El liberalismo y la democracia no quieren que todos tengamos el mismo patrimonio, porque saben que algunos aportan más a la sociedad y tienen derecho de tener una recompensa mayor, pero aquello debe resultar de una libre competencia en la que haya siempre un punto de partida más o menos semejante. En este sentido el Estado tiene muchos papeles que jugar.
La competencia, el mercado no se logra con manos invisibles, sino con acción colectiva, con adecuado rol del Estado, con conciencia social y con procesos políticos que es la forma en que la sociedad toma racionalmente sus decisiones.
El Estado debe garantizar que una economía funcione con libertad, garantizar la libre competencia y que permita el más apto, el más talentoso, el que produce mejor y más barato tenga mayores beneficios que quien no tiene esas virtudes. El Estado tiene que garantizar la justicia, la defensa, la seguridad dentro de una sociedad. Adam Smith lo dice clarísimamente en su libro riqueza de las naciones. Un pensamiento liberal tiene que ser un pensamiento que se adapta a la realidad y no tratar de forzarlo, porque cuando se trata de forzar la realidad generalmente se recurre a la violencia. En una sociedad las reformas liberales tienen que aplicarse de una manera gradual.
Por otra parte, para el liberalismo el libre mercado es un sistema frío, es un sistema que castiga la incompetencia y premia a la competencia, es poco caritativa y nada piadosa. Entonces ¿cómo se puede atenuar esa frialdad que incluso puede convertirse en crueldad del mercado?; es mediante la cultura. La cultura es absolutamente necesaria. José Ortega y Gasset, Isaiah Berlín pensaban que la cultura es el elemento primordial fundamental de una sociedad democrática que la cultura debiera extenderse, llegar a todos los extremos de la sociedad de tal manera que la práctica personal familiar de alguna manera atenuara los rigores del mercado.

Educación y Creatividad
Hasta el momento está demostrado que toda transformación se da gracias a la educación. La educación es fundamental, como dice el puertorriqueño René Pérez Joglar. Con educación mi país dejaría de ser una colonia, como Rabindranath Tagore gran poeta hindú el que le puso alma grande a Gandhi. Decía, no basta querer, hay que saber el camino. Y la verdad si analizamos la historia, el voluntarismo incompetente ha hecho más daño a América Latina que la misma corrupción.
Los jóvenes tienen que hacer grandes cambios en una dirección correcta, para eso hay que prepararse, hay que saber, hay que conocer. A pesar que hay fuerzas que traten de evitar ese compromiso social, ambiental. Ellos dicen, debemos de dejarles a sus hijos de nuestros hijos el único planeta que tenemos, esto debe ser sostenible, el modo de vida, el modo de consumo que tenemos no es sostenible. Ese compromiso realmente impresiona. Confiamos mucho en los jóvenes, pero es necesario que se preparen con un compromiso de convicción, preocupación, no solo de ocupación. Es cierto también que hay jóvenes que no les importa nada, solo están metidos en el ciberespacio, también hay algunos críticos que piensan anticuadamente.

Por ello es necesario en América Latina impulsar más el pensamiento crítico y eso solo se consigue a través de la educación.
En base a lo mencionado resulta la pregunta ¿Qué es ser joven? Joven no solo es una edad cronológica, es un estado del alma. El deseo de transformar la realidad y buscar la justicia social, porque hay jóvenes indiferentes que solo buscan ocupar un puesto en la sociedad y no transformarla; más aún cuando vemos sociedades tan injustas como la Latinoamericana, cuando vemos un orden mundial tremendamente injusto, incluso inmoral, cuando vemos graves peligros de sostenibilidad de nuestro modo de vida. Ese es la mayor injusticia, estamos consumiendo y destrozando el único planeta que tenemos. Los jóvenes de hoy no pueden prepararse para ocupar un puesto en la sociedad y tener éxito a nivel material, tienen que prepararse para cambiar esa sociedad. Si quieren involucrarse en política partidista o no partidista háganlo. Se necesita corazones jóvenes y valientes, manos limpias, no basta con criticar, hay que involucrarse, hay que comprometerse, si no los peores irán a representar y gobernar.
En cierta ocasión escuché a un docente decir a sus alumnos ¿Quién es más joven ustedes o yo?, parecía una pregunta tonta, todos rieron en coro. El docente les dijo, a mí no me han domesticado todavía, sigo creyendo que se puede cambiar las cosas y muchos de ustedes ya están instalados. La crítica es muy buena, pero inteligentemente, constructivamente y tratando de aportar con soluciones; en lo posible hay que ser propositivos. Como decía Salvador Allende ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica. Analizando las ideas de este personaje, puede haber jóvenes viejos, aquellos que ya están domesticados y buscan un puesto en la sociedad con su mira de acumular cosas y morirse bastante ricos para volver ser polvo.
Debemos hacer énfasis en la educación no solo como derecho humano, sino una educación pública absolutamente gratuita de altísima calidad y acceso masivo, eso es la base de una verdadera democracia, porque las diferencias vienen desde que somos niños unos estudiando en una Escuela de 1000 a 1200 dólares mensuales con tres idiomas, computación, pasantías en el extranjero y la otra donde el mismo docente atiende a alumnos de diversos grados y edades en el mismo tiempo y espacio; después nos hablan de competencia para mayor absurdo. La verdadera democracia empieza por la educación pública de excelente calidad para todos y absolutamente gratuita y allí si podemos hablar de competencia.
América Latina se hubiera desarrollado más rápido que América del Norte porque teníamos igual o más recursos naturales, teníamos sociedades consolidadas como la Azteca, Maya, Inca con grandes avances tecnológicos y sucedió lo contrario. ¿Qué es lo que pasó?, ¿Qué es lo que nos sigue pasando? Son muchas las respuestas, de las cuales cito tres principales. Las elites que nos han dominado, la falta de cultura de la excelencia que desde el más sencillo lustra botas hasta el presidente de la república hagan las cosas extraordinariamente bien, y escases de creatividad e invención. En América Latina la cultura de la excelencia lo necesitamos todos.
La juventud debe tener iniciativa, creatividad, la juventud no debe decir quiero un mejor trabajo, sino, aspiro a tener un mejor sistema de vida con nuevos valores. Porque este es un sistema donde el salario mínimo es una indignación, en las microempresas, empresas y en los bancos; las cajeras jovencitas que vienen de barrios populares ganan el sueldo mínimo manejando miles y miles de dinero. Este es un capitalismo brutal hecho para que la tasa de retorno sea muy pronta, para que la ganancia sea muy grande y para que el trabajador gane lo menos posible. Pregunten a

Éxito, etc. En Colombia; Ripley, Wong, Tottus, Falabella, etc. En Perú; Jumbo, Disco, Coto, etc. En Argentina, etc. ¿Cuánto es su salario?, pregunten a las trabajadoras mujeres de la agroexportación, a ver ¿cómo las tratan? Los empresarios no están haciendo nada ilegal, es legal autorizado y auspiciado por el Estado; un régimen especial y legal. Debemos tener un sistema más humano y con más futuro, porque el sistema actual lo que produce al final es un tal nivel de resentimiento que se convertirá en violencia.
Los científicos manifiestan. Desde que apareció el desarrollo tecnológico a nivel mundial tan solo 2% de la población es lo que ha creado los empleos para el 98%. Del
2% sale los inventores que representan el 0,2%. El 98% de la población también es
crucial para desarrollar la cultura de la creatividad, porque de estos 98% salen individuos creativos.
El conocimiento es importante cuando se transforma en acción. Es una realidad encontrar individuos con un grado en ingeniería, en química y otro en física. Si usted le pregunta ¿Usted por qué tiene tantos grados?, ¿ha inventado algo?, ¿ha innovado algo?, ¿ha producido algo? su respuesta sin duda será, pues no, sigo buscando otro grado; entonces usted puede pensar que ese individuo es un vago y oportunista; a la par existe un detalle muy cierto. La mayoría de Universidades públicas de América Latina siempre tienen deficiencia presupuestal, y esto, ocasiona el descuido de los laboratorios de experimentación. Lo que se tiene que hacer, es formular proyectos de invención e innovación y buscar financiamiento o firmar convenios con las empresas privadas. Si la idea es rentable el financiamiento es seguro. Y no esperar respuestas del Estado, porque esa espera nos asegura obsolescencia.
Hoy en día la información que se recibe en el salón de clase, de los libros, del internet, etc. nunca es conocimiento hasta cuando no se implemente. Al respecto la mayoría de tesis para obtener el grado académicos en cualquier disciplina, solo llega a la publicación de un artículo, y las ideas que son plasmadas en ese documento son archivadas de por vida, porque la propuesta no es rentable o en su caso no resuelve algún problema social, tecnológico, económico, ambiental, etc. Muchas universidades pueden tener personal con el máximo grado académico, pero si no hay creatividad, no hay desarrollo científico; todo se traduce en un conocimiento improductivo, es decir no hay retorno financiero, el beneficio/costo es menor que 1.
La creatividad es algo que se hace a partir de cero, por una razón, para ello tiene que haber un estímulo exterior, la creatividad es algo que no es obvio, que no se puede deducir de lo que se observa, tiene que tener un beneficio a la sociedad, no confundir la recursividad con la creatividad. Esto es muy común en los latinos. La creatividad trae beneficio económico, material y armonioso. Ser creativo no requiere altos presupuestos, estudiar e implementar proyectos requiere altos presupuestos. El que crea y demuestra que funciona, el que tiene dinero invierte, porque quiere desarrollar más insertándolo en el mercado.
Antes de 1989 se tenía un concepto de lo que es acuerdo geopolítico, pero hoy los acuerdos tienen que ser geoeconómicos y geotecnológicos, por eso necesitamos entrar en la creatividad para desarrollar tecnología y desarrollar ciencia.
En el desarrollo siempre es útil la educación. Los desarrollos tienen que ser horizontales, donde hay desarrollo de la educación, paralelo a ella hay un desarrollo de la industria, no podemos hacerlo vertical la educación y la industria. Tenemos que crear sostenimiento a la sociedad mientras adquiere ese proceso lento de la educación.

eso no es desarrollo, eso es lujo. Primero hay que crear un molde cultural regional del individuo, empoderarlo al individuo con el concepto de ser útil, creativo y no importante.
En América Latina se habla de reforma educativa, ¿De qué reforma nos hablan?, si hay cosas que se hace en contra de la creatividad como por ejemplo los docentes entregan a los niños un perrito, una casita, un arbolito, etc. delineado para que el niño lo coloree, allí se está perdiendo la creatividad. El niño es quien tiene que delinear eso, porque es iniciar la idea, iniciar la creatividad. Realmente esto resulta chistoso para decir que el proceso debe ser al revés, “el niño debe delinear y el docente lo coloree”. En la enseñanza, la creatividad es en términos de espacio y de tiempo.
Si queremos construir una sociedad próspera y rejuvenecer una nación, debemos de trabajar en pro del aprovechamiento de las capacidades de los jóvenes para generar nuevas tecnologías y productos para los mercados mundiales. En este sentido se plantea algunas posibles propuestas:
1. En todas las Instituciones Educativas desde el nivel inicial hasta la Universidad impulsar la cultura de la creatividad. Y desterrar el mito; no hay creatividad porque hay pobreza. La creatividad no tiene nada que ver con la pobreza, la creatividad es una cultura.
2. Establecer una conexión estrecha entre Universidades y Escuelas de Formación Básica en algunos países y en otros con las Escuelas de Formación Media. Esto permitiría que los niños y adolescentes encuentren su verdadera vocación. Actualmente hay carencia de vocación; la única conexión es un examen de entrada.
3. La educación en las Escuelas Secundarias debe ser 80% formativa y 20% de investigación de verdad, no de estar buscando en internet, o en libros, sino creando el experimento. Para eso hay que entrenar a los profesores.
4. La educación en la Universidad debe ser 80% de investigación de verdad y
20% formativa. Como lo hicieron los ingleses. No podemos seguir desperdiciando ese pul genético y habilidades de los adolescentes. No se trata de que los jóvenes aprendan una información, sino, que construyan un conocimiento de la información para que lo apliquen y con eso pudieran ellos contribuir a su sostenibilidad y además al progreso y desarrollo de su país.
5. Las empresas privadas deben convertirse en las principales fuerzas de estimular la innovación a través de la investigación y el desarrollo, crear empleos, fundar emprendimientos, ofrecer asistencia y consultas.
6. América Latina es un una región muy rica en recursos, tiene una genética diversa, pero ¿Por qué no progresa? Porque es una región muy primaria. Vende lo que produce las plantas, lo que producen los cerros, vende plata, vende oro, vende cobre, vende petróleo, etc. Estos commodities son causantes de las crisis cuando baja de precio; la capacidad de transformación en industria, en tecnología es limitada. Es allí donde las Universidades deben demostrar su utilidad a la sociedad, a través de las invenciones. El que crea y demuestra que funciona encuentra un inversionista quien lo multiplica y genera empleo.
7. Y finalmente, la creatividad no tiene efecto si no es una cultura, no se trata de que todo el mundo tenga que crear, dentro de esa cultura no todo el mundo crea, sino que el grueso de la población pueda tener conciencia de creatividad para que aprecie y estimule al que creó.