¿Hombres practicando natación sincronizada? Es posible que no te sorprenda o bien que pienses que lo has visto en la cartelera del cine. De hecho, se acaba de estrenar una película sobre un grupo de cuarentones que se lanzan a la piscina.

Pero, ¿sabías que tiene una historia real detrás? Sobre este tipo de iniciativas y la potencia para acabar con los estereotipos de género que tiene realizar intercambios, ¡hablamos a continuación en este post!

Una historia real que rompe con los estereotipos de género

El Gran Baño (Le Grand Bain, Gilles Lellouche, 2018) es una comedia francesa con fondo dramático que se estrenó a principios de enero en España. La película parte de una propuesta que puede resultar chocante: un grupo de cuarentones se lanza a practicar natación sincronizada.

A pesar de tratarse de una comedia, El Gran Baño plantea el debate sobre si hay deportes o actividades exclusivas para hombres y otras para mujeres. En dothegap tenemos clara la respuesta, pero también que hay grandes barreras que impiden que todas las personas tengan acceso a las disciplinas que les gustan.

De hecho, esta película francesa tiene su origen en un grupo de hombres real que ha llamado tanto la atención que en 2018 se estrenó también Swimming with Men, una comedia británica que parte de la misma historia.

¿Y cuál es? La del colectivo llamado Stockholm Art Swim Gents (en sueco, Stockholm Konstsim Herr), formado a principios de la década de los 2000s en la capital de Suecia. Este equipo lo forman unos 15 hombres de entre 40 y 50 años, todos ellos con carreras profesionales consolidadas unidos por su amor por el agua. Y el humor.

Stockholm Art Swim Gents surgió porque a todos les gustaba estar en la piscina, pero les aburría nadar únicamente. Llegaron a la conclusión de que les encantaría probar la natación sincronizada y tuvieron tanto éxito que en los JJOO de Atenas de 2004 conocieron a otro equipo masculino de sincronizada procedente de República Checa.

El club checo les invitó a la Men’s Cup en 2005, la primera competición de esta disciplina para equipos masculinos en años. En 2007, fueron los suecos quienes organizaron una segunda parte y en 2009 se celebró otra en Milán… ¡en la que ganaron los Stockholm Art Swim Gents!

Como ellos mismos explican en esta entrevista, se trata de una afición y lo importante es divertirse, tanto practicando en la piscina como en estudios de danza y tomando una cerveza después, pues se han hecho grandes amigos.

También narran que las auténticas barreras las encontraron entre otros hombres de mediana edad y profesionales de la natación sincronizada, quienes pensaban que hacían broma con su deporte. Este choque, por cierto, se solucionó hace años y ahora todos trabajan por su avance.

Tras las pioneras Men’s Cup, la competición se ha seguido celebrando (¡incuso en Barcelona en 2017!) y la natación sincronizada masculina ha ido ganando espacio. Tanto, que han surgido grandes referentes como Bill May, quien ganó oro y plata junto a Christina Jones en el Mundial de Kazán de 2015, cuando por primera vez se admitieron los dúos mixtos.

En España también hay un gran ejemplo de esta lucha contra los estereotipos en la sincronizada: Pau Ribes. Tras 12 años de trabajo y lucha por su pasión, participó también en Kazán y junto a Gemma Mengual logró un gran quinto puesto.

El intercambio como oportunidad para acabar con estos estereotipos

Estos ejemplos, películas como El Gran Baño (incluso con su tono cómico inicial) y el intercambio suponen unas magníficas herramientas para acabar los estereotipos de género y que todas las personas puedan practicar sus deportes, disciplinas artísticas u oficios favoritos.

Desde dothegap, creemos que realizar un intercambio es una gran oportunidad para probar actividades que aún tienen una consideración exclusiva para hombres o mujeres. Por supuesto, un equipo masculino de un deporte distinto puede lanzarse y hacer un intercambio con un equipo de natación sincronizada, por poner un ejemplo como el inicial.

Pero, ¿por qué no también que mujeres que quieren ser árbitros vivan una experiencia de ese tipo? Todavía tenemos en la memoria el ejemplo de Yasmina Alcaraz, Paula Lema y Elena Espiau, primer trío de arbitraje femenino en un partido de categoría mascul....

Ocurrió en la división LEB Oro el pasado mes de diciembre en el enfrentamiento entre Carramimbre CBC Valladolid y Tau Castellón. Como recalcó Paco García, entrenador del equipo pucelano, no debería ser noticia. ¡Todas las personas deberíamos tomar nota!

¿Te gusta un deporte considerado «para chicos»? ¿Tu pasión es considerada por muchos «cosa de mujeres»? ¡Rompe con esos estereotipos! Regístrate en www.dothegapcom y lánzate a realizar un intercambio sin barreras.