Queridos amigos y amigas

Reciban el fraterno saludo.
Ahora me encuentro en Retiro espiritual y en mis oraciones están ustedes.
Que este día sea una ocasión para dar gracias a Dios por esta noble y siblime misión que él les encomienda. Procuren ejercerla trascendiendo todo obstáculo que impide la transmisión de los saberes y de sus nobles sentimientos. Que su trrabajo vaya más hallá de la recompensa, porque ustedes entrañan la vocación de dar más que de recibir.
Tal vez no sen recompensados como se merecen pero tienen la gran satisfacción de ser guias de sus alumnos y referentes para aquellos que buscan la verdad.
Les agradezco por su aporte a la Facultad de Educación y Humanidades y los felicito por el trabajo que desempeñan. Deseo que Dios siga haciendo de ustedes testigos de la sabiuduría y la paz.
Tengamos en cuenta que nuestra Facultad ha de ser el alma de la Universidad porque tiene la misión de impregnar el humanismo cristiano en todas las instancias de la comunidad universitaria.
Ciertamente la sociedad contemporánea necesita más de testigos que de maestros, a no ser que el maestro sea también testigo. Ese es mi deseo que sean testigos de la verdad, de la sabiduría y de la paz.
Con afecto.
P. Juan Roger