LA EDAD MEJORA LA SALUD

“Enfermedades que vienen con la edad o propias de la edad; una frase que culturalmente hemos aceptado, pero que no tiene ninguna fuerza científica o de otra índole”

Con la edad el ser humano es más sabio, a fuerza de la experiencia en sociedad adquiere sabiduría; muchísimos conocimientos de los que adolece en la juventud, ya los tiene en la madurez de la vida.

La necesidad de información es constante en el ser humano; para mejorar la eficiencia de los procesos de transformación, para cargar los acumuladores energéticos, para almacenar la moneda de intercambio de energía o ATP o para el diseño de nuevas proteínas.

La información la adquiere del medio, en que yace su universo particular y la almacena en el ADN, lista para ser utilizada en los ribosomas, donde se fabrican las proteínas.

El equilibrio termodinámico, después de las transformaciones básicas para conseguir nutrientes y elementos de mantenimiento y reparación celular, lo determina el ser humano adquiriendo información. De esa manera disminuye la entropía interna y aumenta la del medio alrededor de su entorno.

∆S > 0. La Entropía o el desorden, aumentan externamente a la célula.

Si la variación de la entropía interna es positivo, aparecen los padecimientos, sin embargo, este gradiente disminuye con la información y por tanto con la edad, cuando se es más sabio.

“En consecuencia, con la madurez de los años, el gradiente de entropía interno a la célula será negativo, disminuyendo las enfermedades y la posibilidad de adquirirlas”

Por otra parte, el sistema inmune fortalecido con antígenos, indicadores de los virus más comunes, de los que se tienen copias, de cuando lo han atacado en la juventud, realiza con mayor eficiencia su defensa y con mucho éxito se deshace de los peligros que acechan al ser humano, cuya seguridad debe ser garantizada y preservada.

“Con la edad el ser humano es más sabio y por lo tanto debiera actuar con mayor certeza en los pasajes de la vida”

Sin embargo, hace todo lo contrario y luego, cuando los desajustes, que con su actuación produce, se hacen notar como enfermedades, sencillamente recurre al argumento de la edad cronológica, sin considerar su proceder fuera de normas sanas y fácilmente entendibles.

Con la edad disminuyen las actividades sociales, económicas, culturales y deportivas; lo que significa, menores necesidades de energía. Y por tanto, menos trabajo de los órganos implicados en la digestión de los alimentos, menos desechos orgánicos, menor posibilidad de acidosis o de alcalinosis y menos radicales libres, generadores de desorden molecular.

Además, con la menor ingesta alimenticia, menor cantidad de procesos y envejecimiento celular, menos daños estructurales de los sistemas y, por lo tanto, menos tiempo y recursos para la reparación celular.

Si hacemos lo irracional, como en realidad sucede, con mayor ingesta de alimentos y bebidas, entonces los recursos serán abundantes y de sobra, lo que implica almacenamiento, que en estos casos es dañino, ya que conlleva aumento de peso. Aparecen las necesidades extras, sin ningún argumento válido, de irrigación sanguínea, bombeos del corazón, presión arterial, trabajo estructural para aguantar el sobre peso, incluso el sistema de defensa o inmunológico se ve debilitado.

“Si se actúa racionalmente, como debiera suceder en la madurez de la vida, no cabrían las enfermedades, salvo descuidos involuntarios, que nos matarían, al final de todo”

En la edad de la madurez, se participa, de forma general, con menos frecuencia en las actividades sociales, tales como fiestas catárticas, sin medida en la ingesta de bebidas alcohólicas, abundantes en comida y desvelos, con mucha participación de adrenalina y momentos sobrados de dopamina, por el actuar desordenado en la juventud, del circuito de la recompensa.

Con los años se disminuye, aún más, la participación de estas fiestas hedonistas, y se prefieren otras formas de diversión menos energéticas y con más calidad en la satisfacción de las vías de la dopamina. Así, existen menos riesgos en los daños estructurales de los órganos y tejidos del cuerpo humano.

Cuando se llega a la madurez se actúa con más cuidado, con planificación, considerando los conocimientos adquiridos en la larguísima juventud y la no vemos larga infancia y niñez, analizando los efectos de las valiosas experiencias adquiridas de jóvenes y menos jóvenes.

“Las enfermedades son en la etapa de la juventud, para adquirir los anti cuerpos, que nos defenderán cuando llegue la etapa adulta”
Si enfermamos en la edad madura, debiera causar cierto asombro y comentario; tiene enfermedades de joven, y a esa edad.

“La efímera vida la convertimos en minúscula, nos aterra morir y hacemos lo posible, aún a costa de la oposición a nuestra naturaleza, por lograrlo”

Tomado de:

Arte Mental Emocional AME. Editorial Académica Española. (Febrero 2019)
J. L. Palacios