Las lecciones de Venezuela para Nicaragua: Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio o a poner las barbas en remojo
Lilly Soto Vásquez
Nicaragua está lejos de tener los recursos naturales que tiene Venezuela para dar respuestas a las necesidades de la población, pero sí puede aprender en carne propia y ajena, o sea, Ver la a viga en el propio, ahora que la oposición le reclama al presidente Nicolás Maduro y le demanda mayor transparencia en el uso de los fondos estatales; en el manejo de la economía y el cese a la represión.
Los mismos venezolanos y algunos miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en estos últimos días de las protestas han aceptado que han cometido una serie de errores y que deben corregir.
Muchos ríos de tinta han corrido, videos, utilización exponencial del internet, fotos, storify, periodismo ciudadano y enfoques para analizar el caso de Venezuela. Los más conocidos: el enfoque del gobierno central, que es un movimiento instigado desde los Estados Unidos y el otro, el de la oposición -que están siendo constreñidos por un modelo socialistoide, que no permite las libertades básicas en la población, que ha aumentado la inflación y que la escasez de productos de primera necesidad es consecuencia de los bandazos del gobierno central en la política económica.
Pero es imperativo revisar tres factores que están en el centro del debate. Veamos:
1) El mal manejo de la Economía
2) La centralización de poderes
3) La violación a los derechos humanos
4) Las libertades públicas y de manera especial, la libertad de expresión y de pensamiento.
Según la Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE); Venezuela tiene que pagar en este mes de febrero, 721 millones de dólares en intereses de deuda externa.
Justamente en este mes de febrero el Fisco nacional debe cancelar un total de 721 millones de dólares, correspondientes a intereses de cinco títulos que se negocian actualmente en el mercado internacional.
Estos pagos los inició el lunes la industria petrolera estatal al destinar un monto de 191 millones de dólares por el título de PDVSA con vencimiento en el año 2022 cuyo cupón alcanza 12.75 por ciento.
Igualmente, el plan de pago de la República revela que deberá cumplir compromisos con los tenedores del Global 2031, a los cuales tendrá que dirigir unos 250 millones de dólares, y del Global 2022, que supone otros 191 millones de dólares.

Por otra parte, los papeles de deuda han mostrado bajos rendimientos, como a continuación se detalla:
La percepción de riesgo-país sobre Venezuela registra un significativo incremento desde mediados del año 2013. Esta situación ha hecho que los papeles de deuda tanto de la República como de la industria petrolera muestren bajos rendimientos.
La mayoría de los papeles que llegaron a tener rendimientos de más de 100%, ahora registran precios entre 65% y 97 por ciento.
En la última semana, los bonos han registrado caídas: el Venezuela 2038 reporta una reducción de 1.75 puntos, el Venezuela 2027 una baja de 0,28 puntos y el Venezuela 2014 un retroceso de 1.33 puntos. Asimismo, los papeles de PDVSA que experimentan mayores disminuciones son el 2016 con -4.50 puntos, el PDVSA 2021 con -3.97 puntos y el PDVSA 2022 con -3.25 puntos.
El indicador de riesgo soberano de Venezuela Embi+ se ubicó al cierre de la jornada del pasado 17 de febrero en 1,389 puntos, lo que representa un alza de 304 puntos desde inicios del año cuando se colocaba en 1,084 puntos.
A todo esto se suma, la centralización de poderes, que ha minado el consenso y por supuesto, ha colocado en una situación de tensión permanente a la oposición.
El modelo autoritario, y falto de diálogo ha permitido que la oposición haga uso de todos los errores que el gobierno ha cometido.
En cuanto a los Derechos Humanos, las organizaciones de la sociedad civil han documentado más de 18 casos que aunado al hecho de que Venezuela se retiró de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- permiten potencializar el rechazo a las acciones cometidas por el Estado.
Y por supuesto, los errores cometidos por los funcionarios de Estado, con expulsiones de funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos y vociferaciones contra los gobiernos de Colombia y Panamá, no le permiten generar mayores aliados.
De tal manera, que el llamado al diálogo a través de una Conferencia de paz no ha calado y ahora, es la oposición a través de Capriles, quien no quiere asistir, tratando de potenciar y oxigenar la protesta.
¿Podrá Maduro contener la situación? Por el momento, los países integrantes del ALBA y PETROCARIBE, se han pronunciado para evitar que haya injerencias externas en el caso de Venezuela.
Ante estos hechos, cabe realizar una reflexión, Nicaragua debe aprender de estas acciones poniendo su barba en remojo o mirando la viga en el propio, o viendo la paja en la del “hermano”.
Revisar, reflexionar y procurar el consenso en Nicaragua es imperativo. Ortega tiene que hacer una revisión profunda de su actuación como gobernante. Escudarse en cualquier funcionario (a) “hechizo (a)” o advenedizo (a) no le dará la oportunidad de querer trasladar su responsabilidad como gobernante. Los medios de comunicación en Nicaragua deben profundizar su labor de fiscalización y el pueblo a través de sus organizaciones, su trabajo de auditoría social. Sólo de esta manera se evitará dentro de poco estar en una situación parecida o similar a la de Venezuela. Ojalá que nunca se llegue.
Un elemento más que debe tomarse en cuenta, es que la izquierda tiene que enmendar su tratamiento a la protesta ciudadana. En el tratamiento hacia la protesta de los ciudadanos, los gobiernos “dizque” de izquierda se han comportado , en algunos casos, peor que la derecha histórica.

Guatemala de la Asunción, 26 de febrero de 2014

En el caso de Nicaragua, ver lo siguiente:
1. Reformas Constitucionales
2. Cargos electos popularmente. Recuperado el 26 de febrero de http://www.laprensa.com.ni/2014/02/26/portada/184250-cargos-son-fre...
3. Medios de comunicación
4. La situación del ALBA
5. Democratización y utilización de fondos del partido FSLN
6. Otros