OTRO PROCESO FALLIDO DE PAZ…
Escrito por CarlosOlivaresSantos el 23-06-2016
Hoy es día de celebración en la habana cuba. Día histórico, donde con la presencia de los testigos internacionales como el presidente Maduro de Venezuela, Michelle Bachelet de Chile y Secretarios generales de organismos multilaterales, se suscribirá el preacuerdo de dejación definitiva de las armas y cese de la guerra por parte de las FARC.
En términos normales este ejercicio debería alegrarnos el corazón y llenarnos de esperanza a todos los colombianos. El problema es que la gran mayoría de nosotros sentimos un vacío de incredulidad hacia este proceso. Creo que existen merecidas razones para no esperar que ni en su forma ni en su fondo prospere de manera efectiva.
Los antecedentes a este tipo de negociaciones se iniciaron por la violencia derivada de la divergencia política en Colombia que cumplió el pasado 9 de abril sesenta y ocho (68) años.
Durante este periodo se ha iniciado y desarrollado, diecisiete (17) procesos de negociación colectiva para la Paz con diferentes actores. El inicio se funda en luchas partidista de liberales y conservadores el 9 de Abril de 1948, fecha del homicidio del líder comunitario Jorge Eliécer Gaitán, hecho que desató la era de violencia de los pájaros y la chusma o Chulavitas (campesinos armados).
Este escenario le permitió al General Gustavo Rojas Pinilla en 1953, asumir el poder tras un golpe de estado y darle la bienvenida a la nueva vocación nacional. “El anhelo de la paz”.
Rojas Pinilla, ese año brindo amnistía a cientos de guerrilleros liberales campesinos que, entregaron sus armas bajo el mando de Guadalupe Salcedo.
Entre 1954 y 1978, época de grandes cambios para Colombia con la apertura de un modelo económico liberal y un ejercicio social menos represivo, nacieron y se transformaron o mutaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, el Ejercito de Liberación Nacional, ELN, el Ejercito Popular de Liberación, EPL y el Movimiento Revolucionario M-19.
Hablo de transformación y/o Mutación, dado el concepto de migración que se ha dado históricamente sobre sus integrantes que usualmente pasan de un grupo a otro o se reagrupan o fraccionan según las necesidades de la guerra propuesta.
Desde 1982, se iniciaron en la presidencia de Belisario Betancourt, negociaciones para culminar la violencia. Virgilio Barco Vargas, bajo un programa denominado “Iniciativa para la Paz” logró la desmovilización del M-19 y EPL en 1990.
Un “hit” que determinaba el fin de la época de violencia para nuestro país. Pero ello fue una verdadera ilusión, pues un año después la mayoría de militantes de ese grupo guerrillero, ya hacían parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de las nacientes AUC.
En 1990 Cesar Gaviria, en medio del desarrollo de la Asamblea Nacional Constituyente posibilito diálogos con la denominada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (conformada por las FARC, ELN y el EPL en Tlaxcala, México, la cual se finiquito sin acuerdos específicos.
Andrés Pastrana, llevó a cabo dialogo formal con las FARC, encaminando desde el inicio su política de Gobierno hacia la búsqueda de la paz, denominado el Proceso de Paz del Caguán. Proceso que de derivo en la burla publica institucional e irrespeto a la legalidad del estado de derecho colombiano
Álvaro Uribe, quien asumió la presidencia en 2002, implementando la política de seguridad democrática, realizo durante su mandato negociaciones y acuerdos con los grupos beligerantes, logrando un proceso de paz con los denominados paramilitares del país. La mayoría de sus integrantes una vez cumplida la entrega de beneficios y cobro de derechos migraron a lo que hoy se conoce como las Bacrim quienes actualmente dominan el panorama de la delincuencia organizada.
La primera conclusión en esta instancia establece la ausencia de un modelo de paz que realmente se pueda verificar como exitoso. El estado propone condiciones de resocialización pero no avanza en la construcción de soluciones sociales para la problemática de equidad e inclusión social.
Desde que tengo conciencia de manera reiterada por mi inquieto comportamiento juvenil escuche decir a mi padre y a mi madre; “hijo lo que mal empieza, mal termina”, procura siempre hacer las cosas correctamente. Diariamente se alimentaba mi proceso formativo con frases que aseguraban generar conciencia recurrente sobre el concepto del deber ser.
Pues en mis juveniles años no preste mucha atención a este ejerció formativo simplemente asumía que eso era lo que correspondía, pero mi malicia inexistente y actuar desprevenido no generaban la capacidad de entender de que se trataba o hacia donde iba encaminada esta formación.
Pasados lo años y en conciencia de adulto rápidamente conocí el error humano y las condiciones fortuitas como parte integral del proceso de aprendizaje que aleccionaron y me dieron la capacidad de establecer con claridad el modelo de conducta humano que debía ejercitar.
Hoy con lecciones aprendidas y con un carácter determinado sobre lo que quiero en mi plan de vida, queda claro que el ejercicio de elección de mi actuar desarrolla en cadena todos los resultados positivos y negativos que se produzcan en mi entorno.
Esta condición es un balance natural que le sucede a todos los seres humanos, quienes debemos aprender lecciones de vida permanentemente y definitivamente en las enseñanzas formativas no hay atajos, todos pasamos por el filtro de nuestras propias acciones. Somos artífices de nuestro destino bajo un modelo de relación causa – efecto.
Volviendo al tema de los procesos de paz en Colombia, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia en primera vuelta genero un proceso decoroso de administracion publica nacional entre 2010 - 2014, alcanzando niveles de aceptación popular por encima del 50%, de los colombianos, pero prontamente manifestó la sintomatología que afecta el estado mental de aquellas personas que conocen y detentan el poder. El síndrome de retención y necesidad de perpetuarse en el.
En las ultimas tres décadas vemos como Latinoamérica ha sufrido de este poderoso mal, Fujimori en Perú, Venezuela con chaves, Kirchner en argentina, Bolivia con Evo, Colombia con Uribe, Brasil con Lula, etc. Todos han sufrido del mismo deseo de perpetuidad, anclándose desde la modificación constitucional, la sucesión electoral y las negociaciones oscuras de poder.
Nadie quiere realizar una gestión pro-tempore como lo es el servicio publico, todos se adueñan del bastón emulando los antiguos modelos monárquicos de la edad media. Todos quieren en común lo mismo, ser propietarios del fundo donde gobiernan.
Pues esto ha hecho que para lograr su cometido, se vean en la necesidad imperiosa de vender su alma a quien les garantice la posibilidad de seguir en el ejercicio del poder. Allí nace esta historia de la segunda boleta presidencial para Juan Manuel Santos, quien para asegurar su ciclo II, se vio en la necesidad de apelar a diversas acciones aun cuando ellas no fueran éticas o políticamente correctas.
· La primera estrategia que genero fue, volcar a la calle a lideres políticos con la promesa que en su segundo mandato recibirían beneficios burocráticos, lo cual ha sido milimétricamente cumplido y es lo que hoy conocemos como la famosa receta de la “mermelada electoral”.
· La segunda estrategia fue esconderse en un ejercicio de mercadotecnia populista, bajo la cara social de líder carismático; a través de identificarse con el clamor popular de una señora que lo denomino “Juanpa”, si bien el no gozaba de la aceptación popular esta persona accidentalmente supo venderlo como tal, y muchas personas se identificaron con un estereotipo ajeno que Santos supo usufructuar.
“Yo no voto por “zurriaga”, voto por “Juanpa” decía la muletilla que se volvió viral y que mereció la visita del candidato a la residencia de la autora, publicidad televisiva y la entrega de beneficios y promesas ya pagadas a la carismática ciudadana.
· La tercera estrategia nació de la necesidad de ganar adeptos y universalizar un proceso para que se marcara una diferencia integradora en un ejercicio de elección popular donde cada voto contaba. Se trato de negociar los votos del grupo armado e insurgente de las FARC, que ya estaba bastante diezmado tras 10 años de confrontación efectiva. Llego como anillo al debo negociar mermelada con la izquierda y de paso comprometerse con un proceso de paz que se le vendía al electorado colombiano como la tabla de salvación a tantos problemas sociales que confluyen en el.
Y allí es donde me empiezo yo a acordar de mis padres y sus frases tan llenas de sabiduría.
Nació mal…
Por que nunca se ha tratado de una vocación o un interés legitimo de culminar con 60 años de violencia.
No se ha tratado de generar un proceso participativo y pluralista de debate político o juicio histórico a la administracion publica de las clases tradicionales.
No se ha tratado de la reestructuración política y social que merece Colombia, bajo una óptica de mejora de condiciones para la sociedad en general.
Nació mal por que se trata realmente de un negocio.
Un negocio electoral que lo único que garantizaba es que Juan Manuel Santos iba a ser reelegido por otro periodo presidencial, periodo dentro del cual se le iban a generan una serie de prorrogativas a quienes apoyaran su proceso, entre ellos las FARC.
“Cual Paz”. Esto es un negocio planteado estratégicamente desde la campaña electoral para la segunda presidencia de Santos y que garantizaba la participación de las fuerzas activas de la izquierda, bajo la tutela del polo democrático y desde luego la capacidad negocial de la cúpula de las FARC.
La paz es un concepto mas amplio que la suscripción de acuerdos y componendas. Es una intención intima de todo un país que confluye en una decisión natural con muy baja resistencia.
Esta alejada la intención del show mediático propuesto en la habana, pues aun que lo suscriban bajo la presencia de mil testigos y 300 biblias, el problema social subsiste.
A partir de Hoy la sociedad iniciaría la reintegración de 15 mil militantes aproximadamente del grupo que suscribe su negociación repleta de beneficios legales, apoyos económicos y apalancamientos sociales, los cuales consumirán en los siguientes dos años y paralelamente estarán migrando a engrosar el grupo subversivo que se perfile como sucesor de las líneas productivas de la actual guerrilla.
Todo un mercado que genera altos dividendos y que ocupa en alto grado un sector de la población a través de oportunidades económicas o productivas que el estado y la sociedad civil no les brindan.
En menos de un año las filas de el ELN, el EPL o cualquier otro grupo que ocupe el lugar cedido por el ya indemnizado grupo guerrillero estará librando las batallas requeridas para demostrar que también es objeto de beneficios y negociaciones futuras.
Es un tema de oferta y demanda, mientras exista inseguridad, violencia, inequidad, trafico de drogas, beneficios económicos y poder en este ejercicio, siempre exista quien asuma las banderas de la lucha armada.
La paz de Santos es una mentira que estoy seguro será fallida, es un negocio que nació del fruto electoral y del pacto político, pero nunca ha pasado por la solución de las necesidades sociales del país, como el desempleo, la educación, la equidad y participación social.
Mientras eso no pase la paz será un negocio del grupo de transito y pasaremos al proceso de paz numero 18,19,20 etc.
Mal Empezó, mal terminara…
Para completar el ejercicio negativo y desafortunado de este presidente que hoy tiene la cifra mas baja de aprobación de gestión publica en toda la historia presidencial en Colombia. Diez (10%). La metodología de las ultimas semanas se fundamento en la ameza mediática lo que ha indignado al pueblo colombiano y ha beneficiado a sus contradictores naturales.
Creo que es la peor didáctica que ha podido concebir para apalancar el derribamiento de la apatía del proceso, aun que todos añoremos la paz, entendimos que somos parte de la extorsión sistemática del modelo FARC.
CARLOS OLIVARES SANTOS
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