¿CONDUCTISMO vs. CONSTRUCTIVISMO?: UN FALSO ENFRENTAMIENTO

Se dice que en la actual época estamos viviendo un cambio de paradigma, el mismo que habría transformado todas las anteriores formas de concebir la realidad; supuestamente, se acortan los tiempos, se hace más pequeño el planeta, crece la incertidumbre, el hombre empieza a temer el futuro que no vislumbra.

En este nuevo orden y como parte de la política neoliberal mundial se han planteado las Reformas Educativas, que han introducido un nuevo paradigma pedagógico: el constructivismo; el mismo que estaría en contraposición con el conductismo; es más, las defensas a esta nueva concepción educativa son realizadas haciendo notar las limitaciones de la posición conductista y, en este sentido, inclusive algunos autores confunden al conductismo con la educación tradicional, todo con el afán de hacer prevalecer el nuevo enfoque constructivista.

De principio, debemos establecer que no se trata de atrincherarse en una posición pedagógica porque está de moda, se trata de asumir una posición ideológica y su correspondiente concepción pedagógica, en base al análisis, la reflexión y valoración de otras concepciones, sin que esto conduzca a falsear la producción intelectual de los contendores.

Entonces, corresponde iniciar una seria discusión teórica, responder a muchas interrogantes que surgen de un primer análisis, por ejemplo: ¿el conductismo es pedagogía tradicional?, ¿el conductismo o el constructivismo resuelve el problema de la crisis de la educación?, ¿cuál de los dos se adecua a las necesidades particulares del país?, ¿cuál de ellos ha sido consensuado con el pueblo y los docentes?, ¿qué tipo de hombre pretenden formar estas dos concepciones y para qué tipo de sociedad?, ¿cómo responden al problema fundamental de la educación, que es: cómo conoce el hombre?; preguntas que requieren de la investigación científica y de respuestas que guíen la práctica educativa cotidiana.

Sin embargo, nosotros nos detendremos a teorizar acerca de la esencia de las dos posiciones mencionadas, por lo que responderemos a la siguiente interrogante: ¿El constructivismo puede ser una concepción antagónica al conductismo, cuando ambos responden a la filosofía propia de la clase dominante?

Todo docente debe ser parte de la discusión teórica de su ciencia, intervenir en ella, aportar con sus propias investigaciones; para ello previamente debe asumir una posición, que responda a los problemas más generales de la naturaleza, de la sociedad, del hombre y su pensamiento; solo así podrá trabajar en la formación de convicciones, que tanta falta hace en la época actual.

Como sabemos el conductismo constituye un sistema psicológico creado por Watson, el mismo que reprodujo las ideas dejadas por el funcionalismo: el espíritu práctico, pragmático y funcional propio de la vida norteamericana. Dos son sus principios: Defensa del carácter objetivo de la psicología y Rechazo absoluto de cualquier concepto o explicación de tipo mentalista. De igual manera, los neo-conductistas rechazan todo fundamento que esté fuera de lo observado en el ambiente y en la conducta de los organismos, afirmando que los hechos, la conducta, lo que se hace, es lo único valedero; entonces, nada importa lo que se piense, se pretenda o se sienta.

En educación, el conductismo considera que aprender es cambiar de conducta y, en el proceso, utiliza técnicas como el refuerzo: positivo, negativo, extinción y castigo (entendido como psicológico y no físico); siguiendo a Dewey y la Escuela Nueva, considera que se aprende haciendo, en la práctica individual y directa de cada sujeto. Para esta concepción, el estudiante ya es el centro del proceso pedagógico; pero, no se toma en cuenta su actividad cognoscitiva, por no ser observable. Por otra parte, el docente pierde el protagonismo, hasta el punto que puede ser sustituido por una máquina.

En cuanto se refiere al constructivismo, se sabe que está constituido por varios planteamientos que tienen origen en la explicación del psiquismo humano; ha recibido influencia de la psicología cognitiva, en lo que respecta al papel que juega el procesamiento de la información en el aprendizaje. Desde su posición idealista subjetiva, considera que el conocimiento es una construcción del ser humano, el mismo que a su vez construye la realidad objetiva.

En el ámbito educativo, da importancia a la actividad mental constructiva de los estudiantes y algunos autores han tratado de salir del solipsismo constructivista, buscando un aprendizaje supuestamente social; de todas maneras, está claro que para esta concepción se aprende pensando. Algunos docentes confunden este “aprender pensando” con el “aprender haciendo” propio de la Escuela Nueva, cuyo fundamento filosófico es el pragmatismo; pero, es suficiente revisar las estrategias con las que el constructivismo aconseja trabajar en el proceso de aprendizaje, para darse cuenta que el mismo puede ser desarrollado entre las cuatro paredes del aula.

Entonces, según el conductismo el hombre conoce en la práctica, con la experiencia personal, por lo que aprende haciendo; para el constructivismo el hombre conoce en la medida en que construye la realidad objeto de su conocimiento, por lo que aprende pensando. Para ambas posturas el estudiante debe aprender únicamente lo necesario para la vida; pero, ¿quién determina lo que es necesario?, otra vez el docente o las autoridades educativas.

Para el conductismo el hombre es producto del ambiente, por lo que al cambiar las condiciones del mismo se puede cambiar su conducta; en tanto que para el constructivismo el hombre es producto de su propia construcción mental, por lo tanto, se tienen que utilizar diversas estrategias para que se convenza que debe cambiar como persona y él mismo será sujeto de cambio.

El conductismo se refiere únicamente a lo que se ve, al cuerpo y sus reacciones externas; el constructivismo rescata la mente de ese hombre olvidándose del aspecto externo.

Como se puede notar, ambas posiciones se refieren a un hombre abstracto, producto de las reflexiones teóricas de sus autores y no de la realidad real. Asimismo, al no considerar ni cuestionar la situación socio-histórica y cultural que se refleja en la educación, se puede decir que pretenden formar hombres que reproduzcan el sistema social establecido; se trata de aquel hombre pro-burgués que buscan formar a imagen y semejanza del capitalismo.

Sólo que, dado el pensamiento metafísico que es propio de la clase dominante, vale decir, separatista, que ve la realidad de manera inconexa e inmutable, estudian aspectos aislados, según la necesidad histórica de ese momento; antes se requería mano de obra barata de personas que no protesten y sólo trabajen, entonces el conductismo podría condicionar a hombres como a los animalitos de laboratorio; ahora, se requiere hombres que construyan conocimientos, que piensen y no se opongan al nuevo modelo económico, que se alejen de la realidad real para manipular las nuevas tecnologías, al servicio de quienes ostentan el poder.

Así, conductismo y constructivismo no se oponen contradictoriamente, en todo caso se complementan; son respuestas pedagógico-burguesas que defienden los intereses de la clase dominante en diferentes momentos históricos; además, ninguna resuelve la separación entre el trabajo manual y trabajo intelectual, la separación entre teoría y práctica propia de un modo de producción clasista y conservador, por lo tanto no resulten el problema fundamental de la educación.

A manera de conclusión, podemos indicar que:

Conductismo y constructivismo son dos posiciones que no se contradicen y que demuestran el carácter metafísico de la psicopedagogía burguesa.
El mundo que nos rodea es un mundo real y objetivo que puede ser transformado.
Tal como el capitalismo trata de rearticularse, intentando mantenerse como el único reino posible, la actual época exige que los intelectuales armen teóricamente a la clase obrera y sus aliados, no sólo para rechazar los planteamientos reaccionarios y pro-burgueses sino para transformar la sociedad y con ella la educación.
Los profesores, como intelectuales que somos, debemos tomar posición con relación a las teorías educativas que han sido puestas de moda por la clase dominante mundial, somos los llamados a develar los intereses político-ideológicos de las mismas; tenemos que debatir y contraponer las ideas pedagógicas, porque el silencio puede convertirnos en cómplices de la burguesía.

BIBLIOGRAFÍA
ARISMENDI, Alicia Legaspi de; Pedagogía y Marxismo; Ediciones Pueblos Unidos; Uruguay, 1993.
CARRETERO, Mario; Constructivismo y Educación; AIQUE; Argentina, 2000.
COLL, César; Qué es el Constructivismo; Editorial Magisterio del Río de La Plata; Argentina, 2006.
GADOTTI, Moacir; Historia de las ideas pedagógicas; Siglo XXI; México, 1998.
SUCHODOLSKI, B.; Teoría marxista de la educación; Grijalbo; México, 1996.
YAROSCHEVSKI, M. G.; La Psicología del Siglo XX; Pueblo y Educación; La
Habana, 1999.
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Lic. Solange Cabrera Tapia
Docente:
Universidad Pedagógica Nacional Mariscal Sucre.
Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca.
Sucre – Bolivia.

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Comentario por Orlando Iparraguirre Villanueva el enero 11, 2012 a las 3:31pm

Excelente articulo, me permitió aclarar muchos vacíos que tenia con respecto al conductismo y constructivismo, después de haber leído el articulo, llego a la conclusión que el conducticio nunca dejar de existir en las aulas.

Orlando Iparraguirre

Comentario por Solange Cabrera Tapia el marzo 5, 2011 a las 9:17pm
Respetado colega Samuel:

Como usted habrá podido notar, el artículo escrito por mi persona está dedicado a los fundamentos filosófico-ideológicos de cada una de las concepciones pedagógicas expuestas, realizando además una analogía entre las mismas, en nungún momento se ha tenido el objetivo de hacer apología de la una con respecto a la otra.

Por esta razón y si usted es tan amable de difundir el artículo en la Semana Universitaria mencionada, le sugiero que una vez que el artículo vaya en su integridad, usted pudiera realizar las acotaciones que considere pertinentes, como parte de su propia investigación; pero, no aumente dichas ideas al artículo ya concluido, por favor.

En cuanto se refiere a las ideas expuestas por usted, le sugiero que las someta a un nuevo análisis y la crítica correspondiente; por ejemplo, cuando usted se refiere a la "Enseñanza basada en la interacción social-cognitiva", menciona a autores como: Vigotsky, Makarenko y Freire; a mi juicio debiera revisarse esta posición, puesto que los dos primeros tienen una concepción fundamentalmente dialéctico-marxista, en tanto que Freire asume una posición netamente idealista subjetiva y no se los puede equiparar.

Al respecto, tengo una investigación con relación a Freire, la misma que ha sido defendida y pronto será publicada, lleva como título: "La educación liberadora de Paulo Freire: una pedagogía berkeliana"; como podrá darse cuenta se trata de un análisis comparativo con el pensamiento filosófico de Jorge Berkey; y si a usted le interesa estos temas, me gustaría compartir ideas al respecto.

Muchas gracias.

Solange Cabrera Tapia.
Comentario por Samuel Pérez Grau el marzo 5, 2011 a las 11:07am

Cordial Saludo: Estoy por disertar estas ideas en una Semana Universitaria, son mas descriptivas que sociocriticas, sin embargo, con vuestra venia, tambien me gustaria añadir algo de lo que has expresado en blog. Que opinas?

EL CONSTRUCTIVISMO

Por Samuel Pérez Grau, Catedrático Universitario

 

 

El constructivismo es hoy, un modelo pedagógico basado en la apropiación personal de los conceptos por parte de los estudiantes a partir del contexto, propósito y participación activa en su propia construcción conceptual. Querámoslo ó no, las experiencias vivenciales ejercen la función importante de enfrentar a los estudiantes con situaciones problémicas reales y desafiantes que producen conflictos epistémicos y alta motivación para buscar soluciones.

 

En la conformación de una perspectiva educativa constructivista se pueden diferenciar cuatro corrientes del pensamiento pedagógico, así:

a-      Educación basada en la experiencia vital del alumno (Piaget, Dewey, Kolhberg)

El constructivismo de Piaget se relaciona con las etapas del desarrollo que atraviesa la inteligencia del ser humano asociado con su desarrollo biológico, de allí el nombre de constructivismo evolutivo. El problema central de una educación basada en la experiencia es seleccionar el tipo de experiencias actuales que sobrevivirán fructuosa y creativamente a la experiencia futura. El contenido de las experiencias es secundario, lo importante no es que el alumno aprenda a leer y escribir, siempre que esto contribuya al afianzamiento y desarrollo de su capacidad de pensar y reflexionar.

b-      Enseñanza basada en el descubrimiento (Bruner, Ausubel, Novak)

Bruner valora especialmente el aprendizaje de procedimientos y destrezas a costa de obviar la teoría en los planteamientos curriculares. Ausubel valida la teoría del cambio conceptual y toma como punto de partida del acto de enseñar los preconceptos ó teorías previas del alumno. Habla del aprendizaje significativo para la persona que aprende y lo compara con la relación que existe entre el conocimiento nuevo y lo que posee el alumno; según esta concepción, no es tan importante el producto final que comporta el alumno, sino el proceso mismo que lo haya conducido a determinada respuesta.

Novak reconoce que la forma en que los individuos le dan sentido al mundo varía ampliamente y que los puntos de vista, tanto individuales como colectivos, cambian con el tiempo. El grupo de Cornell (Novak, Gowin, McNamara, Kelly) inspirados en la Teoría de la Asimilación de Ausubel, tras sus investigaciones, proponen que el conocimiento se almacena jerárquicamente en forma de red (cognitivismo), derivando de este principio instrumentos tales como los Mapas Conceptuales de Novak y la Uve Heurística de Gowin, como una forma de indagar y ayudar al alumno en la construcción del conocimiento.

c-      Formación de habilidades de pensamiento (Carretero, Pozo, De Bono, Taba). Aquí se propicia el pensamiento inductivo con el argumento de que las habilidades no se desarrollan en abstracto, sino que requieren del contenido conceptual y, a la vez, los conceptos se desarrollan en contextos de razonamiento y de solución de problemas.

Hilda Taba establece el papel de la cultura, el crecimiento y el desarrollo de la niñez como fuentes que alimentan las ideas y los criterios para el ordenamiento de intereses del aprendizaje. Más cercanos en el tiempo se toman reflexiones (cognitivistas) de Carretero específicamente en lo correspondiente al desarrollo del pensamiento formal en adolescentes y a Pozo con su teoría del Cambio Conceptual.

d-     Enseñanza basada en la interacción social-cognitiva (Vigotsky, Makarenko, Freire)

Vygotsky hace énfasis en el sujeto como un ser eminentemente social y al conocimiento mismo como un producto social. Busca el desarrollo multifacético de las capacidades e intereses de los alumnos, mediante el trabajo productivo y la educación integrada con la comunidad. Valora los éxitos de la enseñanza en la interacción y la comunicación de los alumnos y en el debate y la crítica argumentativa del grupo, para lograr resultados cognitivos y éticos cooperativos, así como soluciones a los problemas reales colectivos.

 

En la conceptualización constructivista existe un mundo real cuyo significado es impuesto por nosotros. Nuestra asunción de suficientes grados de libertad en este mundo físico y epistemológico nos permite construir nuestra propia teoría personal del entorno. El sujeto es libre de construir su propia interpretación del mundo en tanto que ésta sea coherente con lo general.

 

Las cosas que somos capaces de aprender en un momento dado depende tanto del nivel de competencia para gobernar nuestros procesos de atender, aprender y pensar (cognición) como del nivel de conocimientos para relacionar lo que ya conocemos con lo que necesitamos saber. De esta manera, nuestras estructuras mentales son formadas, elaboradas y probadas hasta que surgen nuevas estructuras de conocimientos satisfactorios (cambio conceptual).

 

Según el constructivismo, no puede existir separación entre el conocimiento y el alumno que conoce porque el conocimiento es subjetivo. La aceptación de este principio implica entender la instrucción como un proceso que no ha de focalizarse en la transmisión de información al alumno, sino que debe centrarse en el desarrollo de habilidades del alumno para elaborar interpretaciones de la experiencia y probar los resultados de su aplicación como respuesta a las exigencias de un determinado contexto o situación (aprendizaje activo).

 

Algunos autores dividen el constructivismo entre radicales y moderados. Los de la tendencia radical son de la opinión de que no debe haber preespecificación externa alguna acerca de la estructuración de los conocimientos a aprender porque se fragmentarían y se eliminarían innecesariamente aspectos del contenido y del contexto, reduciendo de esta manera la complejidad propia de las situaciones reales. En este sentido, el profesor debe ayudar al alumno a adquirir su propia interpretación del mundo proporcionándole los instrumentos necesarios que soportan las diferentes perspectivas de interpretación del mundo. El profesor, en vez de diseñar actividades para desarrollar en clase, debe recomendar al alumno aquellas pertinentes a su experiencia personal.

 

Los constructivistas moderados creen conveniente preespecificar parcialmente las tareas más importantes para cada grupo de alumnos y diseñar determinadas actividades para conseguir el aprendizaje de ciertos conocimientos o para establecer la estructura general que ha de tener el conocimiento, aunque éste haya de ser objeto de modificaciones posteriores por parte del estudiante. Igualmente los moderados defienden la posibilidad de separar el proceso de evaluación de los entornos de aprendizaje con el argumento de favorecer la capacidad de abstracción del estudiante.

 

En la concepción constructivista no se habla de contextos instructivos sino de entornos de aprendizaje y las estrategias de aprendizaje son consideradas individuales y personales. Los entornos de aprendizaje son lugares donde los alumnos deben trabajar juntos, ayudándose unos a otros, descubriendo las diferentes perspectivas para abordar determinado problema y llegar a escoger una solución propia (aprendizaje colaborativo), utilizando una variedad de instrumentos y recursos que conduzcan a la búsqueda del cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. La calidad de la solución de problemas lograda tras la instrucción dependerá por tanto de las decisiones y recursos que se plantean en el entorno de aprendizaje.

 

Otra característica importante de los entornos constructivistas es la importancia que se otorgan al aprendizaje activo y al aprendizaje colaborativo. En estas estrategias de aprendizaje los sujetos llegan a un tipo de consenso sobre el conocimiento a través de negociaciones continuas acerca del significado de las observaciones, datos, hipótesis, hasta persuadir a los otros y ser persuadidos por virtud de la lógica de los pensamientos. De estas observaciones, se desprende que para los constructivistas la mayor meta de la instrucción sea la de animar a los alumnos a desarrollar sistemas socialmente aceptables para intercambiar sus ideas y explorar sus diferencias de opinión. 

 

Las tecnologías aplicables a la instrucción constructivista son aquellas que permitan a los estudiantes explorar y construir significados por si mismos, o sean tecnologías vacías que funcionan no como sistemas de instrucciones sino como herramientas para desarrollar habilidades cognitivas. Actualmente, se pueden encontrar diferentes tipos de programas de juegos y de simulación de mundos virtuales y entornos basados en problemas. Normalmente, en estos entornos son los alumnos quienes asumen las actividades directoras y el profesor se convierte en un tutor o entrenador que otorga al estudiante la mayor independencia posible. Una gran variedad de herramientas y documentos ayudan a los profesores y estudiantes en la dirección del aprendizaje, tales como programas tutoriales de ordenador, sesiones de consulta, libros de texto, evaluación de recursos, etc..

 

El problema que plantean los entornos constructivistas del aprendizaje, es que aparentemente muestran mas sensación de caos (entropía), mayor a la que plantean otros contextos más predefinidos. Sin embargo, los defensores del constructivismo afirman que la entropía es connatural a las situaciones reales, caracterizadas precisamente por su complejidad. Por lo tanto la alternativa constructivista a la memorización y a las actividades fuera de contexto propuestas por los otros modelos pedagógicos, consiste en organizar actividades mas cercanas al mundo real y que normalmente impliquen grupos de discusión.

 

BIBLIOGRAFIA:

 

DE ZUBIRÍA, Julián. Los Modelos Pedagógicos. Bogotá: Fundación Alberto Merani. 1994.

FLÓREZ, Rafael. Hacia una Pedagogía del Conocimiento. Bogotá, McGraw Hill, 1994.

GROS Begoña. Diseños y Programas Educativos. Barcelona: Ariel, 2004.

RIVAS, Marieta. Teorías del Aprendizaje. Asunción: Sil, 2004.

RODRIGUEZ, Julia Mercedes.(2002) Memorias del Primer Taller de Autoinvestigción Pedagógica. Barranquilla, Uniatlántico.

ROMERO, Hernando.(1998) Metodología para formar Investigadores Investigando. San José; Fundación CEINPE..

 

Comentario por Juan Manuel Junco el octubre 7, 2010 a las 2:23pm
Excelente . Gracias
Comentario por Joaquín Páramo el junio 8, 2010 a las 2:14am
Alguien dijo alguna vez con sobrada razón que la educación es un asunto muy importante como para dejarla en manos de los docentes. En las discusiones sobre lo que se debe enseñar y cómo hacerlo, abundan toda clase de argumentos. Algunos bien soportados en la evidencia científica y en la reflexión sesuda y otros, que más bien parecen consignas con ideas ambiguas e imprecisas.
Mi estimada Solange: tu artículo sobre el falso enfrentamiento entre el conductismo y el contructivismo tiene a mi modo de ver un poco de ambas cosas. Me explicaré.
Pero antes, quiero decir, que el Contructivismo no es mi fuerte y diré también que lo poco que conozco de él, no me convence. Con esto doy fe de una confrontación desde el conductismo bien entendido, a la que tú, Solange, has calificado como falsa.
Para comenzar, no es verdad eso de que “, los neo-conductistas rechazan todo fundamento que esté fuera de lo observado en el ambiente y en la conducta de los organismos, afirmando que los hechos, la conducta, lo que se hace, es lo único valedero; entonces, nada importa lo que se piense, se pretenda o se sienta”. (El subrayado es mío). Es lamentable constatar en la mayoría de los críticos al Análisis Experimental del Comportamiento, su falta de información al respecto. Y los malentendidos abundan cada vez más exacerbados como respondiendo a ese fenómeno que coloquialmente describimos como el teléfono roto. Para decirlo más sencillamente: sabemos del “conductismo” solo de oídas. El asunto es algo más complejo y merece ser tenido muy en cuenta cuando hablamos sobre cómo enseñar. El qué enseñar, con seguridad obedece a otros factores que trascienden el propósito de un análisis experimental de la conducta. En otras palabras, responder a la pregunta que tú planteas, “¿quién determina lo que es necesario?” no es pertinente a la corriente psicológica mencionada. Como tampoco le corresponde responder a algunos de los interrogantes del comienzo de tu artículo tales como si el conductismo puede resolver el problema de la crisis de la educación (Sin referirse a cual de tantas), o si se adecúa a las necesidades particulares de un país (Que son muchas y de toda índole), pero mucho menos pretender que el valor de verdad de los postulados “conductistas” se determinen por el consenso entre el pueblo y los docentes.
En fin, el tema da para largo.
Comentario por Edgar Altamirano el septiembre 13, 2009 a las 11:59pm
Tanto constructivismo como conductismo y cognitivismo han sido desarrollados cuando no existia el avance tecnológico de ahora, los docentes e investigadores de la educación debemos estar atentos a redefinir conceptos como aprendizaje, inteligencia, conocimiento y pedagogía tomando en cuenta los soportes tecnologicos que la web aporta, memorizacion y almacenamiento, recuperacion de informacion y procesamientos son externos a las personas y son parte de nuestra nueva identidad, teorias como el conexionismo de George Siemens son un intento de comprender la educacion y aportar nuevas ideas.

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