¿Cómo habremos de intervenir, como ciudadanos, como educadores, como actores sociales...para incidir en el tránsito hacia un empleo público estable, planificado y bien calificado, a fin de promover una mejor respuesta de los gobiernos a las demandas de la sociedad?

Inicio esta reflexión haciendo mía la afirmación de Sanginés y Strazza respecto a la profesionalización de la función pública: “De poco sirven las agendas de reforma y modernización si los gobiernos no se sustentan en una base sólida de personas competentes, motivadas y con responsabilidades bien definidas” (2016, V). En este sentido, estoy de acuerdo en que, son los servidores públicos los que tienen la responsabilidad de diseñar e implementar políticas públicas, y a través de ellas, entregar bienes y servicios eficaces para mejorar la calidad de vida de la sociedad. El cuestionamiento que dio pie a esta reflexión se generó después de poner atención en datos que ofrece el documento citado, respecto a avances en la profesionalización de los funcionarios públicos de mi país (México), mediante el sistema de Gestión de Recursos Humanos (GRH) propuesto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Como ciudadana común he sido testigo de prácticas gubernamentales que distan mucho de ser empáticas a las necesidades de la gente. Por ello, aunque los gobiernos reconozcan que la profesionalización de la burocracia estatal, es un recurso necesario para mejorar el servicio público, si la ciudadanía no interviene de manera contundente, los “avances” teóricos y declaraciones se quedarán en pura demagogia.

Intervenir, participar como sujetos conscientes, en la construcción de la ciudad que nos merecemos, es posible de diferentes modos. Laboratorio para la ciudad, es uno de estos modos. En palabras de Gabriella Gómez-Montt, directora de este proyecto en la Ciudad de México, el Laboratorio crea diálogos y complicidades entre gobierno, sociedad civil, iniciativa privada y organizaciones no gubernamentales con el propósito de reinventar, en conjunto, algunos territorios de ciudad y gobierno. “El laboratorio para la ciudad facilita la interacción entre ciudadanía y gobierno para pensar la ciudad en conjunto, generando un banco de ideas y soluciones para construir una ciudad que apoye y estimule la imaginación, una ciudad creativa”. Mi reflexión al respecto es la siguiente: como iniciativa experimental e innovadora, es maravillosa; pero, ¿contará con un mecanismo de seguimiento y evaluación para garantizar la concreción de la participación ciudadana y los beneficios que esta implica? ¿Qué tan confiable es, siendo una iniciativa de gobierno?

En Ciudad Juárez, Chihuahua contamos con Plan Estratégico de Juárez, Asociación Civil. Una organización sin fines de lucro y apartidista que tiene por objetivo la construcción de una fuerza ciudadana que participe en los asuntos públicos, proponiendo y exigiendo una mejor ciudad. Para alcanzar el cumplimiento de tal objetivo, se trabaja mediante tres proyectos: Así estamos Juárez, Red de vecinos y RegidorMx Juárez. Así Estamos Juárez tiene como objetivo medir la calidad de vida en Ciudad Juárez, para que sociedad y gobierno sepamos en dónde estamos, definamos hacia dónde queremos ir, y qué cosas hay que hacer para llegar a ese destino ciudadano. Red de Vecinos de Juárez es un grupo interesado en participar en cuestiones que afectan su contexto inmediato, a fin de fomentar y fortalecer la participación vecinal, proponer soluciones e incidir en la toma de decisiones que afectan a la ciudad. RegidorMX Juárez, es un conjunto de ciudadanos voluntarios que siguen de cerca y evalúan el trabajo del Cabildo. A diferencia de Laboratorio para la ciudad, Plan Estratégico de Juárez es una iniciativa ciudadana. Esto, pudiera garantizar su papel de observador participante y corresponsable apoyo para incrementar la eficacia gubernamental y con ello, la calidad de vida de la ciudadanía.

La sociedad civil organizada, informada y formada. A esto me refiero cuando digo que hace falta una intervención contundente, al tiempo que -desde los gobiernos- se implementan sistemas de GRH. La participación de la sociedad civil organizada, como sujeto social, pudiera ser factor clave para hacer efectivo el Fortalecimiento de las capacidades institucionales de diseño e implementación del sistema de GRH (pilar transversal), incluido en la ruta crítica que propone el BID. Si las instancias de gobierno se caracterizan por la ausencia de políticas de profesionalización del segmento directivo y, por ello, el sistema de GRH pierde capacidad de dirección estratégica y de implementación, entonces, este tipo de intervención pudiera ser la solución.

Por María Fidelia Luna Robles

(Estudiante de Tecnicatura en Gestión Pública)

25 de junio de 2016