A lo largo de más de 2000 años de evolución, el hombre ha tratado de interpretar el mundo circundante descubriendo con ello nuevas leyes que han dado validez al desarrollo del pensamiento filosófico universal y a puntos de vistas y concepciones filosóficas diversas. En los momentos actuales la filosofía ha alcanzado un nivel superior que exige, no solo mayor preparación de los que la imparten sino además buscar vías y métodos que permita a los estudiantes apropiarse de un contenido que les posibilitará ver y transformar al mundo desde un punto dialéctico a la vez que se transforma así mismo.
Han sido muchos los que se han dedicado en el mundo a lo largo de más de cien años a criticar la teoría filosófica del marxismo-leninismo y hoy esa critica a pasado a un plano superior ante la incapacidad de los otrora países socialista de la Europa del Este y la URSS de viabilizar, ante soluciones más prácticas y atemperadas a las características propias de cada lugar y al papel protagónico del Partido como fuerza motriz de la sociedad, una vía más efectiva y segura para construir una sociedad más justa. Los momentos actuales se encuentran acompañados por morbosos caminos que han desviados la esencia filosófica del mundo y con ello la forma de impartir la asignatura la que es evaluada como muy politizada y aburrida por parte de quienes la imparten no motivando a aquellos que pasivamente la reciben. Al igual que hace más de cien años cada profesor de filosofía imparte su clase según su capricho, o según la forma que ha tenido de interpretarla , faltando constantemente elementos que fortalezcan sus opiniones en uno o varios puntos conceptuales y que viabilice la polémica y el debate. A mi modo de ver, hoy de lo que se trata no es solo dar clases de filosofía y garantizar con ello que en el proceso exista todo un diseño metodológico que cada vez se aleja más de los contenidos interpretativos de la misma, no aportando instrumentos que permitan al estudiante apropiarse de ella para transformar el mundo objetivo. Otra gran dificultad estriba en que aquellos que imparten filosofía se alejan más y más de lo expresado por los clásicos, tomando partido en la mayoría de los casos de criterios interpretados por terceros que en ocasiones se alejan de la esencia clasista de la misma e incluso se habla de una filosofía latinoamericana con pensamiento crítico y esa característica esencial la distingue de otras formas de hacer filo. El punto de vista de la filosofía latinoamericana es la historia de los pueblos, su cultura, la vida de la gente y su transformación. La esencia del filosofar latinoamericano es la vida necesaria de los pueblos, pueblos que necesitan vivir. Hay que integrar al pensamiento latinoamericano y europeo. Es la experiencia de mi vida. Desde América Latina el mundo se ve diferente y se ve mejor. La filosofía crítica, que es la que predomina en América Latina, es un compromiso de vida, es una ética y un sentido político para la transformación social. Si se toma el punto de vista de América Latina se ve el mundo más realista que si se parte de la filosofía europea. En América Latina, el pensador está todo el tiempo confrontando sus ideas con lo que ve y la crítica filosófica sin compromiso político de la acción es pensamiento enajenado. Hay que tener conciencia de la Filosofía desde el Tercer Mundo. Pero, será esa la filosofía que debemos enseñar en nuestras Universidades, hoy podemos afirmar que la filosofía Latinoamérica se aproxima al paradigma filosófico de las masas populares e incluso podemos afirmar que es más completa que la marxista y aporta un instrumento ideológico más completo. Hoy los profesores de filosofía no puede ser un ente pasivo que se pueden sentar a contemplar el surgimiento o consolidación de una filosofía regional, no, hoy es necesario interpretar el mundo porque se torna muy indiferente al visto y previsto por Marx, Engels o Lenin, hoy las condiciones son otras como otros los actores políticos, sociales, económicos e ideológicos por lo que se necesita investigar a partir las causas y condiciones de los mismos a partir de los clásicos y no a la luz de una época que aunque aporta un fundamento filosófico nuevo, aun está distante de llegar a ser una filosofía completamente nueva ya que se observan aun la coexistencia de diferentes criterios filosóficos aun divergentes y contradictorios que se mueven de una corriente a otra sin aportar fundamentos teóricos. Hoy la filosofía latinoamericana se está enriqueciendo y tendrá que enriquecerse aun más, pero nunca alejada de la doctrina marxista para que pueda definir no solo el devenir de la historia de nuestros pueblos sino el camino de nuestros pueblos por alcanzar su verdadera independencia conservando nuestras identidades y proyectando un mundo mejor. No pretendo criticar desde posiciones de hipercriticismo a la filosofía marxista y mucho menos la nueva filosofía latinoamericana, eso sería negar nuestra propia ideología, tradiciones y concepción de mundo, creada como arma ideológica para ser utilizada por el proletariado en su lucha contra la burguesía y por el devenir de diversas culturas que la han enriquecido, hoy de lo que se trata es de dar un cambio a la forma de impartir la misma teniendo en cuenta todos los factores filosóficos que coinciden históricamente. Cuando en la década de los 90 del siglo XX algunos confundidos vieron como única alternativa al capitalismo, dejaron de confiar en la filosofía e incluso, llegaron más allá, llegaron en algunos casos a negar la historia. La poca visión no les permitió ver que la enseñanza de la filosofía y la historia no se puede simplificar solo como un arma ideológica para adoctrinar a las masas populares, es una forma materialista de interpretar el mundo que permite tomar partido frente a fenómenos naturales, psicológicos y sociales. La enseñanza de la historia permite sistematizar los principales hechos que han acaecido a lo largo de la evolución del hombre sobre la tierra. Ambas son de suma importancia para el destino seguro de un país. Desde el punto de vista docente, los profesores de ciencias sociales no han sido capaces de realizar análisis objetivos, no dudar ni dejar cabida para que penetraran corrientes posmodernistas que defendían, y defienden, a capa y espada el fin de la historia y la invalidez del marxismo como filosofía capaz de transformar e interpretar al mundo. Ese abandono llevó sin dudas a la potenciación del deterioro de algunos principios y a la aparición de estándares morales alejados de los socialistas y que afectaron las relaciones sociales, a que nuestra juventud no determine con claridad el papel de la conciencia en las relaciones sociales y a la comprensión de que no es esta la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia Hoy de lo que tenemos que estar claro los que impartimos docencia en filosofía es que la teoría de Marx, Engels y Lenin tiene que ser defendida y enriquecida por sus continuadores, ella es la única capaz de enfrentar al capitalismo ya que su esencia es doble: la realidad y la voluntad de cambiar sin cesar esa misma realidad. Es el marxismo esa necesidad y libertad a la que aspiran millones de personas en el mundo por esencia verdadera. Hoy más que nunca el marxismo es necesario y su razón de ser es la educación, organización y movilización del pueblo. Refiriéndose al marxismo Gramsci afirmó que “Puede darse que el valor histórico de una filosofía es calculable a partir de la eficacia práctica que ha conquistado. Si es verdad que toda filosofía es expresión de una sociedad, tendría que reaccionar sobre la sociedad, determinar ciertos efectos positivos y negativos la medida en la cual reacciona es precisamente la medida de su alcance histórico de no ser ilecubración individual, sino hecho histórico. ” Hoy es necesario cambiar el discurso desde nuestras universidades, tenemos que dejar de exigir conceptos vacíos y comenzar a demandar comprensión y práctica, no se es mejor profesor porque se demuestre conocimiento profundos de filosofía ante los alumnos, hoy es inevitable que seamos cada vez mejores en la misma medida en que nuestros alumnos se apropien de un contenido, lo enriquezca y le permita transforma la vida práctica para continuar existiendo sobre la premisa de que la vida social es, en esencia, práctica y esa práctica se adquiere con el conocimiento de la filosofía. Es necesario no solo impartir clases de filosofía sino de enriquecer la obra de los clásicos del Marxismo para no caer en concepciones desacertadas que no nos permita ver que hemos ido cayendo en modelos ya olvidados en la docencia a la hora de impartir la asignatura, que no le ha permitido en muchas ocasiones a los estudiantes determinar con claridad que la ciencia real y objetiva comienza con la especulación filosófica, permitiéndoles una mayor exposición de la acción práctica, del proceso práctico del desarrollo de los hombres . Hasta hace poco, y creo que hasta hace muy poco tiempo, nuestros filósofos se ha dedicado solo a desentrañar los diversos modos de interpretar el mundo circundante, pero de lo que se trata es de transformarlo y papel importante en esta transformación lo juegan los futuros profesionales que hoy formamos y que no pueden ver a la filosofía como un simple cliché sino como una herramienta práctica para ser utilizada precisamente en la transformación de esa realidad objetiva que hoy más que nunca hay que transmutar ante un mundo cada vez más globalizado, enajenado y en franco deterioro ecológico que ha puesto en riesgo a la especie humana. Carlos Marx en El dieciocho brumario de Luís Bonaparte afirmó que “ los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentra directamente, que existe y les han sido legadas por el pasado” la única forma para que los hombres que hoy formamos puedan desentrañar ese pasado es aportándoles la teoría verdadera de la Filosofía Marxista Leninista, no como una apología política cargadas de frases frívolas sin ningún acercamiento a los principios que les permita interpretar la esencia de la existencia humana , las diferentes fases históricas de desarrollo de la producción Bibliografía Carta a Joseph Weydemeyer en C. Marx y Engels, Obras Escogidas Pág. 408. Edit. Progreso. Moscú. 1973. Franz Hinkelammert Qué Filosofía enseñamos. Gransci, Antonio. Izquierda Revolucionaria. OC, www.marxismo.org. Marx, Carlos. Feurbach. Oposición entre las concepciones materialistas e idealistas en C. Marx y F. Enguels, Obras Escogidas Pág. 20. Edit. Progreso. Moscú. 1973. Marx, Carlos. Tesis sobre Feurbach en C. Marx y F. Enguels, Obras Escogidas Pág. 9. Edit. Progreso. Moscú. 1973. Marx, Carlos. Feurbach. Oposición entre las concepciones materialistas e idealistas en C. Marx y F. Enguels, Obras Escogidas Pág. 22. Edit. Progreso. Moscú. 1973. Marx, Carlos. El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte en C. Marx y F. Engels, Obras Escogidas Pág. 408. Edit. Progreso. Moscú. 1973.

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