Por Silvia C. Enríquez

Si bien la función básica de un EVA es proporcionar un espacio de enseñanza y aprendizaje virtual (ver Parte 1), resulta evidente que debe contar también con herramientas que permitan comunicar las novedades de la clase y la función y propósitos de los materiales y tareas que se publiquen en ese entorno.

Comunicación eficiente

Los EVA fueron pensados para centralizar en un solo espacio virtual toda la actividad de un curso: la comunicación sobre sus aspectos operativos y administrativos y los contenidos didácticos. De este modo, docentes y estudiantes sabrán que toda la información necesaria se encuentra en ese entorno, y solo en él.

Las herramientas de comunicación de un EVA se configuran con facilidad y son, por lo tanto, un buen modo de comenzar a emplear estos espacios. Dada su naturaleza asincrónica, debemos extremar el esfuerzo por brindar información clara y completa, ya que no tendremos la posibilidad de aclarar dudas en el momento como lo hacemos en la presencialidad. Cualquier omisión o imprecisión puede causar desconcierto, tareas mal resueltas o demoras, en particular si no respondemos las dudas con prontitud. No se puede reclamar el cumplimiento de plazos si alguna falla en la comunicación resta días al tiempo para resolver una tarea.

Y debemos saber, a la vez, que nuestro mejor esfuerzo por no omitir datos importantes y tratar de asegurar la comprensión en ocasiones puede no ser suficiente. Siempre podemos aprender a comunicar mejor si tenemos en cuenta las dudas y dificultades de comprensión que manifiestan nuestros estudiantes.

Las herramientas nos ayudan a comunicarnos mejor

Como criterio general, cada EVA cuenta con herramientas que fueron diseñadas para usos concretos, y no existe un modo más eficiente de emplearlas que dándoles el uso que les es propio. Es decir, la mejor elección será siempre utilizar los mecanismos previstos por quienes diseñaron el entorno, ya que son los más eficientes y aseguran una menor carga de trabajo. De este modo, quienes cursan encontrarán los materiales de un modo previsible y con un orden que facilita la comprensión.

Es verdad que podemos conocer modos alternativos de enviar información o materiales a nuestros estudiantes, pero la experiencia del empleo de un EVA demuestra que nada nos garantiza que los “atajos” que tomemos no causen complicaciones, porque en general no se adaptan totalmente al entorno o carecen de algunas características necesarias. La mejor opción es siempre la de aprender a emplear los mecanismos y recursos previstos en cada plataforma.

Marco académico

En primer lugar, el espacio virtual creado para nuestra asignatura debe contener una mención clara y completa de los datos que permitan identificarla: como mínimo, institución en la que se dicta, nombre del curso y docente o docentes. Estos datos resultan más necesarios cuando la institución en la que trabajamos no cuenta con un campus virtual sino que abrimos nuestros propios EVA en un recurso como Classroom. Lo importante es que no quepa duda del marco académico en el que se inserta ese entorno virtual.

Recursos de comunicación más habituales

Foros

Los foros, tablones de anuncios o recursos con nombres similares se emplean, en primer lugar, para comunicar novedades operativas del curso. Es fundamental poner títulos que indiquen con claridad su contenido, por ejemplo “Ya están disponibles los archivos de la tarea 3” o “Para qué usaremos este foro”. Esto facilita volver a encontrar anuncios ya leídos.

Aunque es posible configurar estos foros sin la posibilidad de respuesta de los estudiantes, en muchas ocasiones será necesario habilitar esa opción para evacuar posibles dudas. También es posible abrir foros de dudas, con el fin que determinemos: hacer consultas sobre los contenidos del curso, o sobre una tarea en particular.

Un foro ofrece la posibilidad de comunicación entre todas las personas participantes en el curso. Para la comunicación personal, en cambio, un EVA como Moodle incluye un correo electrónico y una mensajería dentro del mismo espacio. Si no se cuenta con estos recursos, será necesario recurrir al e-mail (y, naturalmente, la dirección habilitada para ese fin debe estar publicada en un lugar fácilmente visible).

Siempre es posible configurar la opción de que cada usuario reciba una notificación via e-mail cuando se publica un nuevo mensaje en un foro, y suele ser útil emplearla.

Calendario

Emplear un calendario que contenga todas las fechas importantes de la materia tiene una utilidad muy clara: evita recordatorios constantes y, sobre todo, errores o dudas en cuanto al dictado de la materia.

Una recomendación: en cursos anuales, sobre todo, el número total de mensajes enviados puede ser muy alta. Por ello, borrar los mensajes que ya perdieron vigencia simplifica la tarea de encontrar los que todavía son importantes.

Todos estos recursos nos permiten mantener la información necesaria para nuestra clase, sin necesidad de repetirla y con la certeza de encontrarla siempre. Esto aligera nuestra tarea, algo que  siempre es bienvenido.