Estrategias para implementar el aprendizaje híbrido en pospandemia

Introducción

La idea de implementar ambientes educativos híbridos o combinados ha surgido como reacción al contexto de distanciamiento social provocado por la pandemia de Covid-19 a nivel mundial y en la vuelta a la clase presencial. Por lo que resulta esencial analizar las ventajas e inconvenientes que presenta el aprendizaje híbrido y la estrategias que se pueden implementar. Este tipo de aprendizaje híbrido (semipresencial), se lo conoce como Blended Learning (B-learning), mixto o combinado y representa una metodología educativa que combina la educación presencial con un apoyo de material y recursos online (como actividades y contenidos multimedia) para desarrollar y afianzar los conocimientos del estudiantado, además de favorecer el progreso de multitud de competencias de aprendizaje y del uso de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Aquí, el docente utiliza todas las potencialidades que le ofrece la plataforma de aprendizaje: publica anuncios, atendiendo consultas a distancia y asistiendo al alumnado como educador tradicional por medio de los encuentros presenciales.

aprendizaje híbrido

Esto nos deriva al modelo de educación híbrida que incorpora a los alumnos, tanto de manera presencial como remota, en donde la interacción es un proceso fundamental y al no poder hacerse en el aula, se sustituye utilizando diferentes herramientas tecnológicas. Estas herramientas pueden ser de dos tipos: sincrónicas y asincrónicas, las cuales facilitan generar un intercambio de información y comunicación entre los docentes y los estudiantes.

Es importante tener en cuenta que las actividades en línea no están destinadas a reemplazar el tiempo de clases presenciales. Más bien, están diseñadas para complementar y construir sobre el contenido discutido en el aula.

Ventajas e inconvenientes de la educación híbrida

En cuanto a las ventajas que ofrece este modelo para los estudiantes, se pueden destacar:

  1. Cuando los estudiantes participan en una experiencia de interacción virtual con sus compañeros, tienen la oportunidad de hacer preguntas y obtener explicaciones adicionales y contextos sobre conceptos clave.
  2. Los estudiantes pueden obtener espacios para reforzar conceptos que necesitan mediante una explicación adicional, oportunidades para una experiencia práctica productiva e interacción remota con preguntas básicas.
  3. La enseñanza híbrida, a su vez, colabora con la personalización del aprendizaje para desarrollar uno más significativo, además de mejorar los resultados en el aprovechamiento de los jóvenes.
  4. La flexibilidad, conciliación, ahorro de costes, mayor autonomía, acceso directo a profesores de prestigio, etc.
  5. Es un aprendizaje más enfocado. Dado que las tareas, los cuestionarios y los exámenes se pueden llevar adelante en línea, se puede pasar tiempo en el aula proporcionando debates en clase, asistiendo a los estudiantes a comprender realmente el material del curso.
  6. Otra cuestión es la retroalimentación instantánea y la calificación. Esto le ahorra al profesor una gran cantidad de tiempo, navegando a través del trabajo para calificar las actividades y tareas. En línea, las tareas se pueden configurar y agregar comentarios inmediatamente una vez que el estudiante haya completado el trabajo, de esta forma puede visualizar de manera instantánea cómo progresa su comprensión del contenido.
  7. Por último, se promueve la autonomía y la autoregulación de los estudiantes y los motiva a ser responsables y no únicamente entes pasivos que reciben información. Desde el punto de vista administrativo da una flexibilidad que otorga un mejor aprovechamiento de los espacios físicos. A su vez, las sesiones virtuales les dejan suficiente tiempo de aprendizaje independiente para trabajar a través de las lecciones y evaluaciones, sin la presión del compromiso obligatorio de trasladarse a las clases presenciales.

A diferencia de un curso completamente en línea, mantener el componente de interacción presencial o en su defecto ser sustituida por la interacción virtual, también puede apoyar el sentido de comunidad de clase de los estudiantes, una de las mayores dificultades que enfrenta un profesor en un curso completamente a distancia.

En cuanto a las desventajas de la educación híbrida, nos encontramos con diferentes inconvenientes para los estudiantes y los profesores:

  1. Muchos estudiantes luchan con la administración y organización del tiempo, lo que los convierte en más vulnerables al fracaso en los cursos que incluyen instrucción en línea.
  2. Otros estudiantes tienden a ser menos participativos en las discusiones de clases remotas, lo que los pone en desventaja tanto en términos de calificaciones como de comprensión.
  3. Puede suceder que los estudiantes y profesores cuenten con algunas dificultades de acceso a Internet en sus computadoras, celulares, tablets (dependiendo del dispositivo tecnológico que utilicen) y hasta la disponibilidad de una computadora en su hogar, tomando en cuenta el uso y la distribución de horarios familiares de esta.
  4. Puede ocurrir que algunos participantes pueden extrañar el estímulo intelectual y social de las clases en sus colegios o campus, los cuales son importantes, ya que les posibilita construir amistades y establecer contactos.
  5. Asimismo, dependiendo de su estilo de aprendizaje, hay alumnos que pueden distraerse con facilidad en una clase a distancia. Por el contrario, cuando esto sucede dentro del aula presencial, el profesor con su lenguaje corporal y señales verbales o de voz, generalmente para mejorar su atención y motivación mientras aprenden.

Uno de los desafíos del modelo híbrido es que la competencia digital de los profesores debe estar en continua actualización, pero no debe enfocarse en el aprendizaje del uso de herramientas que pueden quedarse rápidamente obsoletas y ser sustituidas por otras nuevas. Esta actualización de habilidades debe desarrollarse por medio de dos aspectos claves: las metodologías activas en contextos digitales y el uso de las tecnologías digitales para evaluar.

Claves para lograr una educación híbrida exitosa

De acuerdo con el Banco Internacional de Desarrollo (BID), existen cuatro ingredientes clave para lograr el éxito en la educación híbrida:

  • Una de ellas es el desarrollo de nuevas pedagogías, competencias y perfil docente. En la dualidad de la educación híbrida es una oportunidad para optimizar qué hacer en el tiempo presencial y qué hacer en el tiempo remoto, mediante una planificación de estrategias. Asimismo, las tecnologías como las aplicaciones digitales, por ejemplo, deberán aprovecharse para hacer la experiencia de los estudiantes más atractiva y capturar su interés por aprender, y estar enmarcados en el trabajo de aprendizaje profundo y significativo.
  • Otra clave la constituyen los contenidos y plataformas, durante el cierre de las escuelas, los padres de familia e incluso a veces los mismos estudiantes se han sentido abrumados por la cantidad de contenido. En el modelo de educación híbrida se debe priorizar y flexibilizar el currículo, focalizando los esfuerzos en matemática y lectura/escritura, así como en las habilidades del siglo XXI mediante la implementación de diversas aplicaciones digitales.
  • Dentro de las plataformas se encuentran las Plataformas de Gestión de Aprendizajes (Learning Management Systems – LMS), plataformas de aprendizajes, plataformas de comunicación, y plataformas para la formación docente. A esto se suma el equipamiento, infraestructura y conectividad, las cuales señalan que las brechas de acceso a conectividad y dispositivos siguen siendo un reto en nuestro país y para toda América Latina, tanto en las escuelas como en los hogares. Los países que reabrieron las escuelas van transitando ya hacia un modelo educativo híbrido. La implementación de este modelo debe ir más allá del contexto de la pandemia. Esta educación debería estar enmarcada dentro una estrategia más amplia de transformación del sector educativo para lograr que sea efectiva, equitativa y sostenible, para los estudiantes, los profesores y los padres de familia.
  • El cuarto factor a tomar en cuenta es el de los datos y seguimiento de estudiantes, estableciendo dónde están y cómo acompañarlos. En ese contexto, el BID explica que los Sistemas de Información y Gestión Educativa (SIGED) son las plataformas que permiten identificar, de manera única, a los estudiantes a través de todo el sistema educativo.

Es importante destacar que no existe un porcentaje del tiempo que debe ser presencial y otro que debe ser a distancia; son las necesidades del aprendizaje las que determinan cuando es necesario verse en persona y cuando podría ser mejor en forma remota. las estrategias son relevantes al emprender este tipo de experiencias.

Estrategias para llevar a cabo el aprendizaje híbrido

Entre las estrategias para implementar el aprendizaje híbrido se pueden mencionar las siguientes:

  1. Partir de un diagnóstico realista
    Es necesario diagnosticar cuál es el umbral y el rango de brechas digitales de los estudiantes a fin de determinar qué tipo de modalidad híbrida implementar. El diagnóstico evalúa tanto los recursos tecnológicos y conectividad como las habilidades digitales. Para ello es necesario un diagnóstico realista de los recursos tecnológicos de cada grupo para poder diseñar la mejor experiencia de aprendizaje posible para cada contexto.
  2. Cuidar la comunicación y la planificación
    Es importante que, al comenzar, se expliciten los canales de comunicación que se utilizarán durante el curso. Los estudiantes y sus familias deberán tener claro cuál será el balance entre la modalidad remota y presencial. Además, es necesario proveer a los estudiantes de los materiales requeridos (textos, videos, contraseñas, links, etc.), controlando que esos materiales sean efectivamente accesibles.
  1. Aprovechar al máximo las instancias presenciales
    En este modelo el uso de la instancia presencial se transforma en un recurso muy valioso, las actividades que en las clases tradicionales se realizan de modo presencial –como la lectura de un texto, mirar un video e inclusive una presentación del docente (grabado en video)– se trasladan a la modalidad remota. En ese sentido, es fundamental el uso adecuado del tiempo presencial con actividades que requieran la presencia física del docente. En este punto, las huellas de la pandemia se amplificarán a medida que el retorno a los edificios físicos suceda. Los estudiantes podrán reclamar por una experiencia potente y única que justifique asistir a clase presencial porque ya habrán aprendido que para escuchar la explicación del saber construido y, a lo sumo, conversar acerca de él las opciones son muchas otras.
  1. Potenciar la autonomía de los estudiantes
    Conviene explicitar propuestas de autorregulación y organización autónoma del trabajo, sobre todo para las instancias remotas. Si bien el modelo híbrido plantea una relación pedagógica con mayores espacios para la autonomía de los estudiantes, es necesario recordar que la autonomía no es una habilidad innata que se desarrolla de manera lineal o espontánea.
  2. Proponer actividades que alienten la interacción
    Las actividades propuestas deben estar alineadas con los objetivos del curso, evitando sobrecargar a los estudiantes. Además, es importante que tengan instrucciones claras y precisas. Es deseable que haya diversidad de actividades, que promuevan la interacción entre los estudiantes, con el docente y con el contenido.
  3. Repensar la evaluación
    El diseño de la evaluación debe ser coherente con las prácticas de enseñanza y debe pensarse como parte integral de las mismas: en este sentido, es fundamental identificar con qué herramientas se trabajó, qué tipo de actividades se llevaron a cabo y acercar propuestas de evaluación que contemplen todo el proceso. La modalidad híbrida permite explorar nuevos instrumentos, como la discusión en foros o los trabajos domiciliarios.
  4. Garantizar la capacitación y los tiempos de planificación
    Es fundamental empoderar y acompañar a los profesores, invirtiendo en el desarrollo de las habilidades necesarias y en su capacitación para poder así explotar todo el potencial del aprendizaje híbrido. La implementación de una modalidad híbrida requiere de cambios institucionales que posibiliten a los docentes dedicarle tiempo para planificar una propuesta de enseñanza híbrida. Es fundamental identificar con qué herramientas se trabajó, qué tipo de actividades se llevaron a cabo y acercar propuestas de evaluación que contemplen todo el proceso. La modalidad híbrida permite explorar nuevos instrumentos, como la discusión en foros o los trabajos domiciliarios
  1. Intercambiar con los colegas y autoevaluarse
    Llevar a la práctica instancias de autoevaluación, evaluación entre pares y retroalimentación: generar espacios para compartir saberes y experiencias, así como para reflexionar sobre la propia práctica, tanto a nivel individual como colectivo, es fundamental para mejorar la enseñanza.
  2. Problematizar la presencialidad
    Sin romantizar ni ignorar las dificultades de miles de estudiantes, la pandemia nos ha demostrado que la virtualidad puede hospedar presencias significativas, conexiones y encuentros entre generaciones. Nuestra memoria docente nos recuerda que la presencialidad física puede ir acompañada de ausencias absolutas o simulacros en los cuales se cumplen ciertos rituales formales pero que no conforman vínculos pedagógicos.
  3. Asegurar la continuidad pedagógica de todos
    Ese es el principal desafío, una de las claves pedagógicas para lograrlo es la capacidad de las escuelas y los docentes de reconocer los fundamentos pedagógicos del aprendizaje híbrido y desarrollar una propuesta educativa que, reconociendo las particularidades de cada comunidad, sea capaz de generar ecosistemas de aprendizaje para todos y todas las estudiantes”.

Conclusiones finales

Para que la educación híbrida funcione es necesario reducir la brecha digital entre el alumnado. No solo en el acceso a las herramientas (banda ancha, computadoras, dispositivos móviles, etc.), sino en las capacidades y competencias digitales. Incluso, el personal docente tiene que contar con las habilidades adecuadas para impartir formación online. Esto supone, por ejemplo, entender el ecosistema digital, dominar las metodologías ágiles más comunes, conocer software específico y hablar el lenguaje adecuado de Internet.

Ante estas situaciones ¿podemos pensar de esta manera en una educación del futuro, que vino para quedarse por un largo tiempo? Difícil de preverlo, en el contexto actual, la educación híbrida supone dar continuidad al trabajo online que millones de profesores y estudiantes en todo el mundo llevan realizando como consecuencia del cierre de colegios y universidades, pero sin renunciar a las ventajas de ir a clase. Y de manera organizada, con el objetivo de impartir la mejor enseñanza posible.

El resultado es una formación mucho más personalizada y flexible que el sistema tradicional, se tendrá que ver luego cuáles son los resultados que brindarán las estadísticas en relación a ello. Si tomamos las dos opciones de educación (tradicional e híbrida), se puede pensar en unificarlas y tomar lo mejor de cada una de ellas para potenciar la situación educativa en nuestro futuro. Las tecnologías favorecen su aplicación en ello, en donde el tiempo de clase puede acotarse y/o usarse para otras actividades que se prestan mejor a la interacción cara a cara de los intervinientes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La idea sería construir un modelo integrado que se adapte a una gama más amplia de estilos de aprendizaje al ofrecer flexibilidad, más opciones de aprendizaje e integración de actividades que conduzcan a un aprendizaje más profundo.

La virtualización no parece dar cuenta de un proceso de transformación digital o de un rediseño de las prácticas sino de la proyección rápida de un reflejo de lo presencial en lo virtual. La idea de hibridación no se limita, entonces, a la distribución de la enseñanza en instancias presenciales y virtuales, o a la asignación de tareas o actividades que tanto docentes como estudiantes deben realizar en el aula o fuera de ella. Partiendo de un enfoque que busca superar los usos instrumentales de las tecnologías, las experiencias educativas híbridas proponen articular y ensamblar en una experiencia unificada lo que sucede en la distancia con lo que ocurre en la presencialidad apartándose de una lógica binaria. En este sentido, más allá de la
presente coyuntura de presencialidad limitada e intermitente, pensar la hibridación presencial/virtual de la enseñanza implica construir un marco para proyectar hacia el futuro un sistema educativo que pueda dialogar con la cultura digital, que reconozca y asuma la alteración del espacio y del tiempo que caracteriza el escenario contemporáneo y ofrezca experiencias relevantes, centradas en las y los alumnos, atentas a la diversidad de situaciones y contextos, y con foco en el desarrollo de capacidades para pensar de manera crítica, interactuar con otros, resolver problemas y fortalecer la autonomía de los y las estudiantes.

La tecnología se ha convertido en un gran aliado para lograr una educación híbrida exitosa. Hay numerosas herramientas que los alumnos y profesores pueden utilizar para mejorar su práctica y desarrollar habilidades de aprendizaje continuo. Por ejemplo, herramientas que ayudan a ambos a organizar su trabajo, los programas para fomentar la interacción, las plataformas para evaluar y dar retroalimentación, entre otras. En definitiva, la educación híbrida es una oportunidad de perfeccionar y de transformar el sector educativo, comenzando por las políticas gubernamentales, pasando por las estrategias propias de cada institución y las prácticas pedagógicas de los docentes hasta la responsabilidad de los estudiantes con su propio aprendizaje. También, los profesores deben ser acompañados y formados para embarcarse en el nuevo modelo educativo, desarrollando competencias y estrategias para implementar el aprendizaje híbrido y para aprovechar las tecnologías de manera de acelerar el aprendizaje de los estudiantes.

Finalmente, el rol de los profesores será fundamental para lograr el éxito educativo bajo las condiciones que prevalecen en la actualidad y que no cambiarán mucho posterior a la situación actual. Pensemos que debemos estar preparados para las dos pandemias que se vislumbran en el futuro inmediato: la económica y la educativa; es importante en estos casos, disponer de canales muy fluidos de comunicación entre los profesores, y entre la escuela y las familias, y trabajar en red con otras escuelas, instituciones y centros educativos.

Fuentes:

  1. EduCOM (2022). Estrategias para llevar a la práctica el aprendizaje híbrido.  
  2. Gómez Caride, E. (2021). ¿Qué es el modelo híbrido y cómo ponerlo en práctica?
  3. Maggio, M. (2020). Las prácticas de la enseñanza universitarias en la pandemia: de la ....
  4. Rama, C. (2021) . La nueva educación híbrida.
  5. Soletic, A. (2021). Modelos híbridos en la enseñanza.
  6. Viñas, M. (2021). Retos y posibilidades de la educación híbrida en tiempos de pandemia.
  7. Foto de Vlada Karpovich en Pexels

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