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Por Luis Fernando García Núñez
• Caliente, según el Diccionario panhispánico de dudas, “tiene dos superlativos válidos: calentísimo, que conserva la raíz del adjetivo latino y es mayoritario en el uso culto, y calientísimo, formado sobre caliente y usado con normalidad en algunos países de América”.
• Se consideran válidas las formas tendente y tendiente, adjetivos derivados de tender. Tendente es “más cercana en su forma al participio latino tendens, -entis”, y “es la preferida en España, mientras que la segunda [tendiente] es la mayoritaria en el español americano”.
• Vale la pena indicar aquí que las palabras conciencia y consciencia, “no son intercambiables en todos los contextos. En sentido moral, como ‘capacidad de distinguir entre el bien y el mal’, solo se usa la forma conciencia”, pero “con el sentido general de ‘percepción o conocimiento’, se usan ambas formas, aunque normalmente se prefiere la grafía más simple”. “El adjetivo correspondiente, en todos los casos, es consciente, y su antónimo, inconsciente. No son correctas las formas conciente ni inconciente. El adjetivo consciente se construye con el verbo estar cuando significa ‘que no se ha perdido el conocimiento’”. Es interesante advertir que “la preposición de que introduce el complemento de este adjetivo no debe omitirse cuando lo que sigue es una oración precedida de la conjunción que”: “Esta consciente de que tendrá que trabajar duro”.
El verbo es concienciar, aunque en América se usa la forma concientizar. Ambas son aceptadas y, además, por extensión, tenemos los sustantivos concienciación y concientización.