Por María Jimena Alonso*

En 1998, la socióloga australiana Judy Singer utilizó por primera vez el término neurodiversidad en su tesis doctoral. Definió el término como una diversidad neurológica y sostenía la importancia de que este sea agregado a las categorías políticas vastamente aceptadas hoy en día como la diversidad de clase, género o etnia. A pesar de que mucho se ha avanzado en este tema y, en la actualidad, existen dispositivos educativos pensados para incluir a alumnos con capacidades diferentes, poco se habla de la inclusión de alumnos con Altas Capacidades (AA.CC), en quienes nos centraremos hoy, con el objetivo de brindar soluciones educativas a través de las TIC.

Cuando pensamos en neurodiversidad, solemos asociar este concepto con las siguientes condiciones:

Dislexia (alteración de la capacidad de leer o escribir debido a que se confunde o se altera el orden de letras, sílabas o palabras)
Dispraxia (falta de coordinación de los movimientos que suele ir acompañada de otros trastornos verbales y cerebrales)
TEA (trastorno del espectro autista)
TDA (trastorno de déficit de atención)
TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad)
Síndrome de Asperger (dificultad en la comunicación social, y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento)
Si observamos la terminología que se suele utilizar para describir estas condiciones, nos encontramos con términos tales como alteración, falta, trastorno, déficit, dificultad. No hace falta hacer una lectura demasiado profunda para darse cuenta del concepto que subyace estas condiciones. Estos alumnos son considerados “por debajo del resto”. Y, como están por debajo, hay que ayudarlos a que alcancen el nivel de los demás.

Las palabras que utilizamos nunca son inocentes: estas construyen creencias, y estas creencias van a determinar las acciones que tomemos al respecto. Si consideramos a estos alumnos como inferiores, va a ocurrir, como pasa en nuestro país, que haya diferentes programas y líneas de trabajo que promueven políticas para la inclusión educativa abordando la diversidad pensados como dispositivos de andamiaje o ayudas para que estos alumnos puedan realizar las tareas que realizan los neurotípicos1. Sería algo así como decir: “Convirtamos a los diferentes en iguales”.

Este escenario plantea 2 situaciones críticas:

Al ver las diferencias como trastornos, se pasa por alto que estas diferencias se deben a la variación infinita de cerebros y mentes, los cuales, a la vez, cuentan con una variedad infinita de funcionamientos y formas de procesar el mundo. Ver estas diferencias como patologías sería como decir, hoy en día, que un homosexual, un bisexual o un pansexual tiene un trastorno de la sexualidad y que hay que ayudarlo a que sea como el resto.
¿Dónde queda la inclusión de los alumnos que, a diferencia de los mencionados anteriormente, presentan un desarrollo neurológico superior al de un alumno típico? ¿No son estos alumnos también parte de la diversidad?
¿Qué hacemos con los alumnos con AA.CC.?

Los alumnos con altas capacidades (AA.CC) son totalmente desatendidos en nuestro sistema educativo, por diversas razones:

Existe un desconocimiento generalizado de esta condición y, por lo tanto, estos alumnos no son detectados.
No existen políticas educativas que tomen en cuenta a estos alumnos, quienes constituyen el 15% de la población mundial.
No se hace nada al respecto por considerar que estos alumnos simplemente saben más que el resto o entienden todo más rápidamente, por lo cual no hay que hacer nada con ellos, ya que aprenden solos. Esta concepción no hace más que ratificar, una vez más, el desconocimiento que existe sobre esta área, ya que se cree que estos alumnos pueden arreglárselas solos en la escuela. Sin embargo, esto no es así. Estos alumnos aprenden de una manera diferente y necesitan un abordaje específico. Otro error de concepto es que se asocia la alta capacidad a un alto rendimiento académico. En la práctica, suele ser todo lo contrario, ya que, como explica Marcos Román González2, profesor del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación I, de la Facultad de Educación de la UNED, en las AA.CC. hay infinidad de casos de fracaso escolar por los desajustes o disincronías entre el sujeto y el contexto escolar, entre el sujeto y sus compañeros, entre el sujeto y su familia, o incluso entre distintos planos y aspectos internos del propio sujeto; o una combinación de todo lo anterior”.
Los alumnos con AA.CC también requieren de una atención educativa diferente a la ordinaria, ya que sus intereses, su manera de procesar la información y de percibir el mundo es radicalmente diferente a la de un alumno neurotípico de su misma edad cronológica. Aprenden a una velocidad mayor y con una profundidad más compleja, y, a la vez, presentan una sensibilidad más alta e intensa en comparación con sus pares escolares.

En la segunda parte del artículo veremos cómo detectarlos y cuáles son las problemáticas principales que estos alumnos presentan en la etapa escolar.

*María Jimena Alonso es Profesora de Inglés y Traductora Pública Nacional (UNLP). Desde el año 2001 se desempeña como docente en diferentes instituciones educativas de la ciudad de La Plata. Asimismo, cursó la Especialización en Enseñanza de Español para Extranjeros y trabajó como docente de español para la UNLP. También se ha desempeñado como Correctora de Textos para la Fundación LITTERAE y diversas revistas científicas. Actualmente, dirige Inglés en Casa, donde ofrece cursos de inglés mediados por la tecnología y basados en la gamificación. Entre sus áreas de investigación más recientes se encuentran la Alta Sensibilidad, tema que divulga a través de su canal de YouTube; la Neurodiversidad, disciplina que estudia en instituciones como la Fundación Neurodiversidad de Argentina o la Asociación Civil Altas Capacidades Argentina; y las Altas Capacidades, tema sobre el cual obtuvo el Diplomado en Altas Capacidades y Educación Inclusiva por el Instituto Politécnico Intercontinental de Medellín. Actualmente, se encuentra cursando un Diplomado en Neurociencia para Docentes.

1 Individuos con habilidades de desarrollo, intelectuales y cognitivas típicas para su edad.

2 Fuente: https://elpais.com/mamas-papas/2022-04-19/como-acompanar-a-los-nino...